Los Adioses: el retrato de una mujer que desafió una época
POR: VIOLETA ROJAS
13-08-2018 12:35:06
Hasta hace unos días el nombre de Rosario Castellanos me remontaba a Balún Canán, un libro de carácter obligatorio en la preparatoria y el nombre de una biblioteca pública. Quizás algunos de ustedes han tenido un mayor acercamiento a las obras de esta escritora mexicana y no es la intención hacer un esbozo bibliográfico ni biográfico de ella, sino hablar sobre Los adioses, película dirigida por Natalia Beristáin que tuvo su estreno mundial en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, donde obtuvo el Premio del Público y ahora forma parte de la programación de Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género MICGénero 2018.
MICGénero, cuyo objetivo es realizar proyecciones que consideren una perspectiva de género, cine que ejemplifique por medio de documentales, ficción, corto y largometrajes lo que en la teoría se escribe y se enseña en reducidos espacios, incluye este año más de 10 categorías: Resiliencia / Disonancias / Derechos sexuales & reproductivos / Queer & postporno / Minoridades en foco / Vs Media. Democracia & feminismos / Cuerpo atlético / Movilidad humana & migración / Infancias & derechos humanos / Encierros & reclusión / Etarismo & relaciones intergeneracionales / Ecofeminismos / Memoria & archivo / Retrospectiva Isabel Coixet.
Los Adioses es parte de la sección de minoridades en foco, esta película nos muestra un esbozo de la vida de una mujer brillante, un retrato de las emociones que vive con intensidad, una escritora que tiene palabras, concisas y exactas con una retórica perfecta; palabras que narran como se enamora una adolescente y como se decepciona una mujer adulta de su pareja, que cuentan la pasión de una chica por la lectura y muestran el don excepcional de una escritora que sabía bien a que vino al mundo: a construir historias llenas de armonía poética.
Narrada en dos tiempos, cuando es adulta y una escritora reconocida y entre flashbacks sobre su pasado en la adolescencia llena de un espíritu con compromiso social. En el pasado nos muestra el amor romántico idealizado de una chica que se relaciona con alguien mayor, incluso una figura de autoridad y digna de admiración para ella; en el presente, la vida adulta con una pareja que se construyó a pesar de acuerdos rotos. Un hombre que acompaña a una mujer con ingenio interminable, de quien fluyen las palabras con prisa y sin esfuerzo, un talento que le quema los dedos y le dibuja una sonrisa de satisfacción y éxtasis al crear sus historias frente a la máquina de escribir, mientras frente a ella le acompaña un mediocre de quien no emanan ni cuatro letras, un hombre que en términos posmodernos sería un “nacho progre” que trata a toda costa de sabotearla, arrebatarle la inspiración, alguien a quien la envidia innegable le causa una frustración absoluta.
La cinta nos nuestra la vida de Rosario Castellanos llena de micromachismos y ella tan consciente de lo que no era justo, parecía enfrentar consecuencias de ser una mujer libre y apasionada para la época en la que vivió, ajena a los estereotipos, señalada por su hermano porque tenía un problema: sentir todo demasiado. Juzgada por elegir su carrera al irse a España con un reproche de su familia y el novio que le espetan en la cara que a una mujer no se le espera en el cumplimiento de fines impuestos ajenos a su voluntad como el casarse o el ser madre.
En su adolescencia segura de no querer ser madre, en la vida adulta abortos involuntarios y finalmente la llegada de un hijo a quien le escribe un hermoso relato que rompe con la figura romantizada de maternidad. Ella no encaja en el modelo de mujer abnegada que describe en su discurso La abnegación: una virtud loca. No encaja porque no renuncia a su vida y se dedica al hogar, porque con firmeza y rabia confronta a su pareja, a su jefe e incluso el médico que prescribe que el niño tiene que pasar más tiempo con su madre, pero ¿cuándo un médico ha prescrito más paternidad? ¿cuándo un hombre ha renunciado a su trabajo para dedicarle más tiempo al cuidado de sus hijos? Ante esta situación, ella afirma sin titubear: no dejaré de ser madre, no dejaré de dar clases y no voy a dejar de escribir y con coraje exige el respeto a sus decisiones.
Sin duda, la interpretación de la actriz Karina Gidi –que le mereció ganar un Premio Ariel como Mejor Actriz- es fuente de inspiración que logra transmitir el amor, el enojo y la valentía de una mujer que tenia claro que ciertas dinámicas sociales no son equitativas y por lo tanto no son legítimas.
Finalmente, les comparto un fragmento de sus palabras que por sí solas transmiten esa euforia necesaria para continuar en la construcción de un lugar mejor. Remarcando que Los Adioses es una cinta imperdible.
“Pero no hay por qué desesperar. Cada día una mujer -o muchas mujeres- (¿quién puede saberlo puesto que lo que ocurre, ocurre en el anonimato, en la falta de ostentación, en la modestia?) gana una batalla para la adquisición y conservación de su personalidad. Una batalla que para ser ganada, requiere no solo de lucidez de la inteligencia, determinación en el carácter, temple moral, que son palabras mayores, sino también de otros expedientes como la astucia y, sobre todo, la constancia. Una batalla que al ganarse está gestando seres humanos más completos, uniones más felices, familias más armoniosas y una patria integrada por ciudadanos conscientes para quienes la libertad es la única atmósfera respirable y la justicia el suelo en el que arraigan y prosperan, y el amor el vínculo indestructible que los une”.
Los Adioses, filme protagonizado por Karina Gidi, Tessa Ia, Daniel Giménez Cacho y Pedro de Tavira, entre otros, tendrá una función más en Guadalajara el próximo 18 de agosto en el Teatro Jaime Torres Bodet, como parte de MICGénero, mientras que su estreno comercial será el 24 de agosto en cines de todo el país.
Hasta hace unos días el nombre de Rosario Castellanos me remontaba a Balún Canán, un libro de carácter obligatorio en la preparatoria y el nombre de una biblioteca pública. Quizás algunos de ustedes han tenido un mayor acercamiento a las obras de esta escritora mexicana y no es la intención hacer un esbozo bibliográfico ni biográfico de ella, sino hablar sobre Los adioses, película dirigida por Natalia Beristáin que tuvo su estreno mundial en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia, donde obtuvo el Premio del Público y ahora forma parte de la programación de Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género MICGénero 2018.
MICGénero, cuyo objetivo es realizar proyecciones que consideren una perspectiva de género, cine que ejemplifique por medio de documentales, ficción, corto y largometrajes lo que en la teoría se escribe y se enseña en reducidos espacios, incluye este año más de 10 categorías: Resiliencia / Disonancias / Derechos sexuales & reproductivos / Queer & postporno / Minoridades en foco / Vs Media. Democracia & feminismos / Cuerpo atlético / Movilidad humana & migración / Infancias & derechos humanos / Encierros & reclusión / Etarismo & relaciones intergeneracionales / Ecofeminismos / Memoria & archivo / Retrospectiva Isabel Coixet.
Los Adioses es parte de la sección de minoridades en foco, esta película nos muestra un esbozo de la vida de una mujer brillante, un retrato de las emociones que vive con intensidad, una escritora que tiene palabras, concisas y exactas con una retórica perfecta; palabras que narran como se enamora una adolescente y como se decepciona una mujer adulta de su pareja, que cuentan la pasión de una chica por la lectura y muestran el don excepcional de una escritora que sabía bien a que vino al mundo: a construir historias llenas de armonía poética.
Narrada en dos tiempos, cuando es adulta y una escritora reconocida y entre flashbacks sobre su pasado en la adolescencia llena de un espíritu con compromiso social. En el pasado nos muestra el amor romántico idealizado de una chica que se relaciona con alguien mayor, incluso una figura de autoridad y digna de admiración para ella; en el presente, la vida adulta con una pareja que se construyó a pesar de acuerdos rotos. Un hombre que acompaña a una mujer con ingenio interminable, de quien fluyen las palabras con prisa y sin esfuerzo, un talento que le quema los dedos y le dibuja una sonrisa de satisfacción y éxtasis al crear sus historias frente a la máquina de escribir, mientras frente a ella le acompaña un mediocre de quien no emanan ni cuatro letras, un hombre que en términos posmodernos sería un “nacho progre” que trata a toda costa de sabotearla, arrebatarle la inspiración, alguien a quien la envidia innegable le causa una frustración absoluta.
La cinta nos nuestra la vida de Rosario Castellanos llena de micromachismos y ella tan consciente de lo que no era justo, parecía enfrentar consecuencias de ser una mujer libre y apasionada para la época en la que vivió, ajena a los estereotipos, señalada por su hermano porque tenía un problema: sentir todo demasiado. Juzgada por elegir su carrera al irse a España con un reproche de su familia y el novio que le espetan en la cara que a una mujer no se le espera en el cumplimiento de fines impuestos ajenos a su voluntad como el casarse o el ser madre.
En su adolescencia segura de no querer ser madre, en la vida adulta abortos involuntarios y finalmente la llegada de un hijo a quien le escribe un hermoso relato que rompe con la figura romantizada de maternidad. Ella no encaja en el modelo de mujer abnegada que describe en su discurso La abnegación: una virtud loca. No encaja porque no renuncia a su vida y se dedica al hogar, porque con firmeza y rabia confronta a su pareja, a su jefe e incluso el médico que prescribe que el niño tiene que pasar más tiempo con su madre, pero ¿cuándo un médico ha prescrito más paternidad? ¿cuándo un hombre ha renunciado a su trabajo para dedicarle más tiempo al cuidado de sus hijos? Ante esta situación, ella afirma sin titubear: no dejaré de ser madre, no dejaré de dar clases y no voy a dejar de escribir y con coraje exige el respeto a sus decisiones.
Sin duda, la interpretación de la actriz Karina Gidi –que le mereció ganar un Premio Ariel como Mejor Actriz- es fuente de inspiración que logra transmitir el amor, el enojo y la valentía de una mujer que tenia claro que ciertas dinámicas sociales no son equitativas y por lo tanto no son legítimas.
Finalmente, les comparto un fragmento de sus palabras que por sí solas transmiten esa euforia necesaria para continuar en la construcción de un lugar mejor. Remarcando que Los Adioses es una cinta imperdible.
“Pero no hay por qué desesperar. Cada día una mujer -o muchas mujeres- (¿quién puede saberlo puesto que lo que ocurre, ocurre en el anonimato, en la falta de ostentación, en la modestia?) gana una batalla para la adquisición y conservación de su personalidad. Una batalla que para ser ganada, requiere no solo de lucidez de la inteligencia, determinación en el carácter, temple moral, que son palabras mayores, sino también de otros expedientes como la astucia y, sobre todo, la constancia. Una batalla que al ganarse está gestando seres humanos más completos, uniones más felices, familias más armoniosas y una patria integrada por ciudadanos conscientes para quienes la libertad es la única atmósfera respirable y la justicia el suelo en el que arraigan y prosperan, y el amor el vínculo indestructible que los une”.
Los Adioses, filme protagonizado por Karina Gidi, Tessa Ia, Daniel Giménez Cacho y Pedro de Tavira, entre otros, tendrá una función más en Guadalajara el próximo 18 de agosto en el Teatro Jaime Torres Bodet, como parte de MICGénero, mientras que su estreno comercial será el 24 de agosto en cines de todo el país.