Criaturas: Línea de extinción: Apocalipsis injustificado
POR: FERNANDA LOZADA
03-12-2024 10:32:06
Llegó a pantallas de cine la nueva película distópica Criaturas: Línea de extinción, una historia donde después de la inesperada aparición de entes parecidos a insectos gigantes, la humanidad se ve amenazada y desplazada a tierras altas para sobrevivir; en los últimos años estas narrativas se han popularizado, sin embargo, ahora hay tantos ejemplares similares que poder presentar uno distinto sin caer en errores básicos es difícil y desafortunadamente esta vez se nos presenta un apocalipsis injustificado.
A través de un padre de familia que tiene un buen motivo inicial para el llamado a la aventura conocemos esta realidad; Will, necesita regresar a la civilización ahora destruida y abandonada en busca de un repuesto médico para una máquina que mantiene a su hijo con vida cada que tiene una especie de ataque asmático, poco conocemos al niño pero empatizamos con la paternidad del protagonista que lo único que quiere es mantener a su hijo a su lado ya que su madre no está, pronto entendemos el entorno de este hombre que perdió a su esposa buscando aniquilar a las criaturas que plagaron el planeta y ahora solo quiere asegurarse que el destino de su primogénito no sea el mismo que aguardó a su madre.
Con muy pocos personajes emprendemos el viaje, una amiga cercana y una mujer amargada por las circunstancias pero científica de profesión que está aferrada a encontrar la forma de matar a estos entes.
Criaturas: Líneas de extinción resulta entretenida al ver el trayecto y sus peligros, sin embargo, pronto se vuelve predecible y un poco absurda en decisiones y carente de lógica en planteamientos que sostienen la trama. Los mismos diálogos resultan premonitorios y acuden a clichés, las dudas sobre el porqué de ciertas cosas comienzan a surgir en el espectador debido al ritmo de la historia, tanto interno como externo, las cosas comienzan a volverse lentas y aun así no se nos da el tiempo de conocer verdaderamente a los personajes para poder empatizar con ellos, se sienten lejanos y frívolos incluso aunque intentando dar un giro de tuerca y nos relaten el pasado más desolador de un personaje, esto sucede ya demasiado avanzada la trama, queda poco tiempo para conectar además de ganas pues a esas alturas la mayoría se cuestiona la película en sí al sentir que todo está escrito de cierta forma para que un evento de paso al siguiente, mantener la concentración poco a poco se vuelve más difícil pues incluso los momentos de acción y tensión se van haciendo cada vez más lejanos unos de otros además de poco recurrentes.
El final llega abruptamente y con muy poca explicación, la lógica del funcionamiento del antídoto se ve en pantalla escasos segundos y a menos que uno sea estudioso de la química y la física no es sencillo de entender y lo que sucede después parece acelerado, las preguntas que surgieron durante toda la película quedan sin resolver y aún así decide darse respuesta a una sola y a decir verdad es una respuesta que solo lleva a más preguntas o en dado caso a conclusiones que pueden ser socialmente interpretadas para mal (durante los créditos muchos asistentes concluyeron que toda esta invasión era culpa de los rusos o los chinos, inferencias cuestionables, otros pocos decidieron atribuirlo directamente a las tecnologías extraterrestres con el fin de ser socialmente correctos).
Pasados algunos segundos del final, llega una escena post créditos que anuncia una posible secuela pero francamente si en ella no explican y dan cierre a todas las cuestiones establecidas en la primera, solo augura ser una pérdida de tiempo; o agregan gente a su equipo de guion que genuinamente sepa del tema y que sea capaz de explicar sobre campos magnéticos como mínimo o mejor entierren y “enlaten” esta película porque queda corta hasta para encasillar en la ciencia ficción progresista pues a pesar de su idea inclusiva de intercambiar roles volviendo al hombre la persona sensible y movida por los sentimientos y a la mujer la científica valiente (aunque le den un pasado desolador y donde inevitablemente se ve su valor como madre y a la otra chica la maten como primera siendo rubia) se siente muy presente la estructura clásica de la que buscaban alejarse.
Criaturas: Líneas de extinción tiene algunos valores de producción y su mérito en cuanto a efectos pero sinceramente es una propuesta ya antes vista y no muy bien lograda.
Llegó a pantallas de cine la nueva película distópica Criaturas: Línea de extinción, una historia donde después de la inesperada aparición de entes parecidos a insectos gigantes, la humanidad se ve amenazada y desplazada a tierras altas para sobrevivir; en los últimos años estas narrativas se han popularizado, sin embargo, ahora hay tantos ejemplares similares que poder presentar uno distinto sin caer en errores básicos es difícil y desafortunadamente esta vez se nos presenta un apocalipsis injustificado.
A través de un padre de familia que tiene un buen motivo inicial para el llamado a la aventura conocemos esta realidad; Will, necesita regresar a la civilización ahora destruida y abandonada en busca de un repuesto médico para una máquina que mantiene a su hijo con vida cada que tiene una especie de ataque asmático, poco conocemos al niño pero empatizamos con la paternidad del protagonista que lo único que quiere es mantener a su hijo a su lado ya que su madre no está, pronto entendemos el entorno de este hombre que perdió a su esposa buscando aniquilar a las criaturas que plagaron el planeta y ahora solo quiere asegurarse que el destino de su primogénito no sea el mismo que aguardó a su madre.
Con muy pocos personajes emprendemos el viaje, una amiga cercana y una mujer amargada por las circunstancias pero científica de profesión que está aferrada a encontrar la forma de matar a estos entes.
Criaturas: Líneas de extinción resulta entretenida al ver el trayecto y sus peligros, sin embargo, pronto se vuelve predecible y un poco absurda en decisiones y carente de lógica en planteamientos que sostienen la trama. Los mismos diálogos resultan premonitorios y acuden a clichés, las dudas sobre el porqué de ciertas cosas comienzan a surgir en el espectador debido al ritmo de la historia, tanto interno como externo, las cosas comienzan a volverse lentas y aun así no se nos da el tiempo de conocer verdaderamente a los personajes para poder empatizar con ellos, se sienten lejanos y frívolos incluso aunque intentando dar un giro de tuerca y nos relaten el pasado más desolador de un personaje, esto sucede ya demasiado avanzada la trama, queda poco tiempo para conectar además de ganas pues a esas alturas la mayoría se cuestiona la película en sí al sentir que todo está escrito de cierta forma para que un evento de paso al siguiente, mantener la concentración poco a poco se vuelve más difícil pues incluso los momentos de acción y tensión se van haciendo cada vez más lejanos unos de otros además de poco recurrentes.
El final llega abruptamente y con muy poca explicación, la lógica del funcionamiento del antídoto se ve en pantalla escasos segundos y a menos que uno sea estudioso de la química y la física no es sencillo de entender y lo que sucede después parece acelerado, las preguntas que surgieron durante toda la película quedan sin resolver y aún así decide darse respuesta a una sola y a decir verdad es una respuesta que solo lleva a más preguntas o en dado caso a conclusiones que pueden ser socialmente interpretadas para mal (durante los créditos muchos asistentes concluyeron que toda esta invasión era culpa de los rusos o los chinos, inferencias cuestionables, otros pocos decidieron atribuirlo directamente a las tecnologías extraterrestres con el fin de ser socialmente correctos).
Pasados algunos segundos del final, llega una escena post créditos que anuncia una posible secuela pero francamente si en ella no explican y dan cierre a todas las cuestiones establecidas en la primera, solo augura ser una pérdida de tiempo; o agregan gente a su equipo de guion que genuinamente sepa del tema y que sea capaz de explicar sobre campos magnéticos como mínimo o mejor entierren y “enlaten” esta película porque queda corta hasta para encasillar en la ciencia ficción progresista pues a pesar de su idea inclusiva de intercambiar roles volviendo al hombre la persona sensible y movida por los sentimientos y a la mujer la científica valiente (aunque le den un pasado desolador y donde inevitablemente se ve su valor como madre y a la otra chica la maten como primera siendo rubia) se siente muy presente la estructura clásica de la que buscaban alejarse.
Criaturas: Líneas de extinción tiene algunos valores de producción y su mérito en cuanto a efectos pero sinceramente es una propuesta ya antes vista y no muy bien lograda.