EL TÍO: El Siniestro y perturbador hechizo del tiempo croata
POR: SAÚL ARELLANO MONTORO
26-07-2024 19:14:29
De vez en cuando, hay películas que pecan de modestas al acercarse sigilosamente a la pantalla comercial en momentos en que EL gran estreno de Hollywood acapara no solo la atención sino las pantallas mismas dejando muy pocas salas a disposición de la propuesta alternativa que resulta ser retadora no solo a la industria comercial sino al espectador mismo. Tal es el caso de la película serbia/croata El Tío (2022) que se estrena esta semana en salas mexicanas.
EL TÍO VA A LA RECÁMARA CON LA MAMÁ PARA GRITAR
Esta ópera prima de los directores/guionistas David Kapac y Andrija Mardesic es una valiente propuesta croata de un cine cuya perspicaz y perturbadora narrativa mantiene al espectador en alerta siempre una vez que comienza a descubrir los aterradores elementos que aparecen frente a sus ojos.
En un principio, las situaciones mostradas en pantalla nos rememoran al cine de Emir Kusturica, especialmente cuando cuenta historias familiares, reafirmando esa sensación desde las primeras tomas donde descubrimos que todo gira alrededor de una pequeña familia formada por la mamá Majka (Ivana Roscic), el papá Otac (Goran Bogdan) y el casi veinteañero hijo Sin (Roko Sikavica) quienes viven en una apartada casa en el bosque ¿Yugoslavo? En alguno de los años de la década ochentera suponemos bajo el gobierno de Josip Broz Tito durante las Navidades. Todo esto reafirma que están preparándose para la llegada del tío rico (Predrag Manojlovic) que viene de visita desde Alemania ¿Del este? Cómo sea, la película se va desarrollando de forma cálida, con un buen sentido del humor, películas caseras, regalos y momentos familiares adecuados a la festividad hasta que termina la velada al irse el tío de la casa.
Sin embargo, hay algo que, como espectadores, nos hace sentir incómodos y a ciencia cierta no terminamos entender hasta el día siguiente que volvemos a la dinámica de la espera de la llegada una vez más, del tío.
¿VAS A DEJAR QUE EL MUCHACHO SE MASTURBE CON ESO?
Y aun cuando la ambientación, vestuario, artefactos, música y paleta de color de la película son impecable, esa incomodidad incluso en el contexto no nos deja en paz durante un buen rato en el desarrollo de la historia.
Entonces, lo que en un principio parece una típica comedia centroeuropea, sutilmente se va transformando, vía una extraordinaria narrativa, en una cinta del más puro suspenso rayando por momentos en un espeluznante horror psicológico donde nunca podemos dar nada por establecido ni tampoco saber con certeza que sucederá con los personajes principales porque, además, el ritmo es pausado y sin sobresaltos ni estridencias; todo ocurre de forma natural y fluida.
Y es muy importante dejar claro que la historia central es muy simple como explique al principio y es en esto donde radica toda la genialidad de guion y de la dirección de Kapac y Mardesic; sencillamente nada es lo que aparenta y en todo momento, si prestamos atención a los pequeños detalles, descubrimos sutiles pistas que nos van abriendo la mente para descubrir una realidad mórbida y estremecedora.
Las actuaciones de Ivana Roscic y Predrag Manojlovic como la mamá y el tío respectivamente, son simplemente perfectas al permitirnos no solo adentrarnos mediante sus interpretaciones, en la tensión palpable en las escenas sino tenernos atentos a todas las pequeñas señales que van deshilvanando la trama durante las tres últimas cuartas partes de la película.
ERES EL MEJOR TÍO ¡DE TODO EL UNIVERSO!
Por otro lado, la cinta es una lóbrega pero fascinante metáfora de los gobiernos populistas que, con una actitud paternalista y obviamente absolutista, mantienen a sus pueblos entretenidos con noticias falsas y engrandecimiento de logros que son obligatorios para distraerlos de la realidad con discursos reiterativos cargados de lugares comunes, frases rimbombantes, culpar al pasado de sus evidentes fallas, mediocridades y control férreo de los ciudadanos mediante la condena a las libertades y desaparición de las organizaciones civiles.
Así se presenta el tío.
Una propuesta sorprendente y muy actual de Kapac y Mardesic que resulta muy necesaria para comprender desde la mirada de quienes vivieron el terror del absolutismo durante décadas y como detuvo y atraso a las sociedades víctimas de esa clase política que puede ser de izquierda o derecha por igual.
Todo, desde una sombría historia navideña más parecida a Groundhog Day (1993) que a It´s a Wonderful Life (1946).
De vez en cuando, hay películas que pecan de modestas al acercarse sigilosamente a la pantalla comercial en momentos en que EL gran estreno de Hollywood acapara no solo la atención sino las pantallas mismas dejando muy pocas salas a disposición de la propuesta alternativa que resulta ser retadora no solo a la industria comercial sino al espectador mismo. Tal es el caso de la película serbia/croata El Tío (2022) que se estrena esta semana en salas mexicanas.
EL TÍO VA A LA RECÁMARA CON LA MAMÁ PARA GRITAR
Esta ópera prima de los directores/guionistas David Kapac y Andrija Mardesic es una valiente propuesta croata de un cine cuya perspicaz y perturbadora narrativa mantiene al espectador en alerta siempre una vez que comienza a descubrir los aterradores elementos que aparecen frente a sus ojos.
En un principio, las situaciones mostradas en pantalla nos rememoran al cine de Emir Kusturica, especialmente cuando cuenta historias familiares, reafirmando esa sensación desde las primeras tomas donde descubrimos que todo gira alrededor de una pequeña familia formada por la mamá Majka (Ivana Roscic), el papá Otac (Goran Bogdan) y el casi veinteañero hijo Sin (Roko Sikavica) quienes viven en una apartada casa en el bosque ¿Yugoslavo? En alguno de los años de la década ochentera suponemos bajo el gobierno de Josip Broz Tito durante las Navidades. Todo esto reafirma que están preparándose para la llegada del tío rico (Predrag Manojlovic) que viene de visita desde Alemania ¿Del este? Cómo sea, la película se va desarrollando de forma cálida, con un buen sentido del humor, películas caseras, regalos y momentos familiares adecuados a la festividad hasta que termina la velada al irse el tío de la casa.
Sin embargo, hay algo que, como espectadores, nos hace sentir incómodos y a ciencia cierta no terminamos entender hasta el día siguiente que volvemos a la dinámica de la espera de la llegada una vez más, del tío.
¿VAS A DEJAR QUE EL MUCHACHO SE MASTURBE CON ESO?
Y aun cuando la ambientación, vestuario, artefactos, música y paleta de color de la película son impecable, esa incomodidad incluso en el contexto no nos deja en paz durante un buen rato en el desarrollo de la historia.
Entonces, lo que en un principio parece una típica comedia centroeuropea, sutilmente se va transformando, vía una extraordinaria narrativa, en una cinta del más puro suspenso rayando por momentos en un espeluznante horror psicológico donde nunca podemos dar nada por establecido ni tampoco saber con certeza que sucederá con los personajes principales porque, además, el ritmo es pausado y sin sobresaltos ni estridencias; todo ocurre de forma natural y fluida.
Y es muy importante dejar claro que la historia central es muy simple como explique al principio y es en esto donde radica toda la genialidad de guion y de la dirección de Kapac y Mardesic; sencillamente nada es lo que aparenta y en todo momento, si prestamos atención a los pequeños detalles, descubrimos sutiles pistas que nos van abriendo la mente para descubrir una realidad mórbida y estremecedora.
Las actuaciones de Ivana Roscic y Predrag Manojlovic como la mamá y el tío respectivamente, son simplemente perfectas al permitirnos no solo adentrarnos mediante sus interpretaciones, en la tensión palpable en las escenas sino tenernos atentos a todas las pequeñas señales que van deshilvanando la trama durante las tres últimas cuartas partes de la película.
ERES EL MEJOR TÍO ¡DE TODO EL UNIVERSO!
Por otro lado, la cinta es una lóbrega pero fascinante metáfora de los gobiernos populistas que, con una actitud paternalista y obviamente absolutista, mantienen a sus pueblos entretenidos con noticias falsas y engrandecimiento de logros que son obligatorios para distraerlos de la realidad con discursos reiterativos cargados de lugares comunes, frases rimbombantes, culpar al pasado de sus evidentes fallas, mediocridades y control férreo de los ciudadanos mediante la condena a las libertades y desaparición de las organizaciones civiles.
Así se presenta el tío.
Una propuesta sorprendente y muy actual de Kapac y Mardesic que resulta muy necesaria para comprender desde la mirada de quienes vivieron el terror del absolutismo durante décadas y como detuvo y atraso a las sociedades víctimas de esa clase política que puede ser de izquierda o derecha por igual.
Todo, desde una sombría historia navideña más parecida a Groundhog Day (1993) que a It´s a Wonderful Life (1946).
