Dejar el mundo atrás, tan cercana a la realidad que da miedo
POR: FERNANDA LOZADA
11-12-2023 16:11:51
Netflix aventó toda la leña al fuego y además de prender no se quemó. La última adición al catálogo de producciones de esta casa es una apuesta interesantísima en todos sus aspectos, no solamente es una gran película en cuanto a su trama y estilo visual (además de ser una muy buena adaptación del libro homónimo), su ritmo y el super cast que la conforma, si no que realmente se siente que esta vez se aventuraron a dar un mensaje más contundente política y socialmente hablando; el resultado, una película de suspenso, sátira y comedia negra tan próxima a la realidad que la vuelve terrorífica.
Dentro de las alianzas de coproducción se encuentra “Higher Ground Productions”, la cual fue fundada por el ex presidente de los Estados Unidos Barack Obama y la ex primera dama Michelle Obama; situación que vuelve todavía más atrevido el discurso entre líneas (o no tanto) de Dejar el mundo atrás. Considerando este dato se le da mucho más peso a ciertas escenas y cuadros, la película retrata a una familia común afrontando un apocalipsis tecnológico que los toma por sorpresa en unas vacaciones familiares, dentro de la historia existen varios elementos narrativos que vislumbran una carga y crítica política notoria, desde la presunción de responsabilidad por la situación de los musulmanes, la comunidad asiática e incluso el mismo retrato del estereotipo del ciudadano americano criticando su papel en la comunidad mundial asumiendo que se han hecho de múltiples “enemigos” pero lo mejor de todo esto es como se introducen estos mensajes y critica sin que el espectador lo resienta, lo hace con tanta comedia que debe procesarse lento para digerirlo realmente.
Un elemento importante para que el discurso funcione (además de un guion bien escrito) es el cast, los actores y actrices que juegan los papeles principales son grandes intérpretes, Julia Roberts e Ethan Hawke son ideales para representar a esta pareja, oscilando entre la sátira y el drama diluyendo los límites entre ellos brindando momentos de risa y otras varios de tensión, estrés y terror. Los componentes como la fotografía resaltan y apoyan la narrativa, se nota que contaron con un muy buen presupuesto pues el estilo de la película se debe en gran parte a lo visual y es que el juego de cámara es muy creativo y técnicamente muy arriesgado (incluso en algunos momentos puede sentirse un poco gratuito el mostrar lo complejo del trabajo fotográfico, pero se perdona).
Desde la primera escena se nos establece el tono, de alguna forma preparan al espectador pero un gran acierto es que en realidad la película nunca aburre porque es totalmente impredecible y está llena de detonadores y eventos ascendentes que aportan un ritmo perfecto para este tipo de historias, incluso el final deja una sensación de querer más, a muchos les encantará esta fórmula, a otros no tanto pero no porque la película falle si no porque la duda y la incertidumbre es fuerte y eso se debe a que la cinta consigue generar un lazo empático efectivo con los personajes.
Y, obviamente estamos hablando de Netflix, no hace falta mencionar que aquí no se escatimo en nada, menos en los efectos; encontramos escenas impactantes y memorables gracias a eso, la importancia del realismo fue vital y lo consiguieron, incluso el trabajo del área de mercadotecnia se valió de esto, como ejemplo para promocionar la película estuvo el influencer y creador de contenido Luisito Comunica, quien recreó una de las escenas más tensas de la película en un video donde se le ve arrancándose los dientes.
Si bien es una película apocalíptica de ficción, muchos encontramos lo posible y lo probable muy presente en el relato, la construcción y efectividad de la película se debe en gran parte a la justificación lógica y coherente de sus eventos, además de ofertar un retrato burlón pero desafortunadamente muy real de nuestra raza, nuestra simpleza y lo burda que puede resultar nuestra sociedad.
Dejar el mundo atrás es una película para pasar un buen rato (si te gusta estar al borde del asiento y mordiéndote las uñas) pero también y sin problema alguno activa el pensamiento después de haberla visto, personalmente me atrevo a decir que lo tiene todo para ser tanto un blockbuster como una cinta digna de análisis artístico, social y hasta político, el potencial de “Leave the world behind” es inminente, un visionado altamente recomendado.
Ah, y se recomienda tener acceso a la serie “Friends” después de haberla visto porque definitivamente van a querer maratonearla, ya lo entenderán.
Felicitamos a Netflix y a todos los realizadores e involucrados por arriesgarse con esta película en la época que estamos viviendo.
Netflix aventó toda la leña al fuego y además de prender no se quemó. La última adición al catálogo de producciones de esta casa es una apuesta interesantísima en todos sus aspectos, no solamente es una gran película en cuanto a su trama y estilo visual (además de ser una muy buena adaptación del libro homónimo), su ritmo y el super cast que la conforma, si no que realmente se siente que esta vez se aventuraron a dar un mensaje más contundente política y socialmente hablando; el resultado, una película de suspenso, sátira y comedia negra tan próxima a la realidad que la vuelve terrorífica.
Dentro de las alianzas de coproducción se encuentra “Higher Ground Productions”, la cual fue fundada por el ex presidente de los Estados Unidos Barack Obama y la ex primera dama Michelle Obama; situación que vuelve todavía más atrevido el discurso entre líneas (o no tanto) de Dejar el mundo atrás. Considerando este dato se le da mucho más peso a ciertas escenas y cuadros, la película retrata a una familia común afrontando un apocalipsis tecnológico que los toma por sorpresa en unas vacaciones familiares, dentro de la historia existen varios elementos narrativos que vislumbran una carga y crítica política notoria, desde la presunción de responsabilidad por la situación de los musulmanes, la comunidad asiática e incluso el mismo retrato del estereotipo del ciudadano americano criticando su papel en la comunidad mundial asumiendo que se han hecho de múltiples “enemigos” pero lo mejor de todo esto es como se introducen estos mensajes y critica sin que el espectador lo resienta, lo hace con tanta comedia que debe procesarse lento para digerirlo realmente.
Un elemento importante para que el discurso funcione (además de un guion bien escrito) es el cast, los actores y actrices que juegan los papeles principales son grandes intérpretes, Julia Roberts e Ethan Hawke son ideales para representar a esta pareja, oscilando entre la sátira y el drama diluyendo los límites entre ellos brindando momentos de risa y otras varios de tensión, estrés y terror. Los componentes como la fotografía resaltan y apoyan la narrativa, se nota que contaron con un muy buen presupuesto pues el estilo de la película se debe en gran parte a lo visual y es que el juego de cámara es muy creativo y técnicamente muy arriesgado (incluso en algunos momentos puede sentirse un poco gratuito el mostrar lo complejo del trabajo fotográfico, pero se perdona).
Desde la primera escena se nos establece el tono, de alguna forma preparan al espectador pero un gran acierto es que en realidad la película nunca aburre porque es totalmente impredecible y está llena de detonadores y eventos ascendentes que aportan un ritmo perfecto para este tipo de historias, incluso el final deja una sensación de querer más, a muchos les encantará esta fórmula, a otros no tanto pero no porque la película falle si no porque la duda y la incertidumbre es fuerte y eso se debe a que la cinta consigue generar un lazo empático efectivo con los personajes.
Y, obviamente estamos hablando de Netflix, no hace falta mencionar que aquí no se escatimo en nada, menos en los efectos; encontramos escenas impactantes y memorables gracias a eso, la importancia del realismo fue vital y lo consiguieron, incluso el trabajo del área de mercadotecnia se valió de esto, como ejemplo para promocionar la película estuvo el influencer y creador de contenido Luisito Comunica, quien recreó una de las escenas más tensas de la película en un video donde se le ve arrancándose los dientes.
Si bien es una película apocalíptica de ficción, muchos encontramos lo posible y lo probable muy presente en el relato, la construcción y efectividad de la película se debe en gran parte a la justificación lógica y coherente de sus eventos, además de ofertar un retrato burlón pero desafortunadamente muy real de nuestra raza, nuestra simpleza y lo burda que puede resultar nuestra sociedad.
Dejar el mundo atrás es una película para pasar un buen rato (si te gusta estar al borde del asiento y mordiéndote las uñas) pero también y sin problema alguno activa el pensamiento después de haberla visto, personalmente me atrevo a decir que lo tiene todo para ser tanto un blockbuster como una cinta digna de análisis artístico, social y hasta político, el potencial de “Leave the world behind” es inminente, un visionado altamente recomendado.
Ah, y se recomienda tener acceso a la serie “Friends” después de haberla visto porque definitivamente van a querer maratonearla, ya lo entenderán.
Felicitamos a Netflix y a todos los realizadores e involucrados por arriesgarse con esta película en la época que estamos viviendo.