CINEANDO EN LA URBE - Verónica
POR: SAÚL ROSAS
23-09-2021 15:45:25
Una de las ventajas de estar en un estado de emergencia a nivel mundial ha sido el poder mirar desde lo más cómodo de nuestra casa un sinfín de películas que no necesariamente son estrenos, pero que bien vale la pena recomendar, criticar, destrozar o simplemente comentar, algo así como para tener tema de plática ante la desesperación individual del encierro y el hecho de convivir las 24 horas del día durante semanas, meses y ya vamos para años, con las mismas adorables criatura que llamamos familias, parejas, amigos, parientes u lo que sea con lo que convivimos y sobrevivimos.
Así que, entrados en este contexto es necesario retomar esa vieja costumbre de ver pelis como simples espectadores y dejarnos llevar para ver si eso que tenemos enfrente nos llena el espíritu, la emoción y nos mata, sobre todo, el tiempo… Aparece entonces en una de las plataformas (NETFLIX, pues) una cinta española estrenada en el 2017, dirigida por Paco Plaza, titulada Verónica que, además, obtuvo 7 nominaciones a los Premios Goya de España. En fin… Verónica es una película de sustos, como le llamamos acá en México y ¿Te asustas? Sí y no, porque es una historia un tanto predecible que tiene el gancho de que lo que estamos dispuestos a ver se realizo basado en un hecho real en Madrid en 1991…
Se sabe que el cine de terror, ha dado giros paradigmáticos desde que se estrenó en 1973 El Exorcista… después vendrían las fórmulas de los japoneses, el cine gore sin medida, y el cine de la cámara casera, sin faltar, claro la cámara subjetiva al hombro y su memorable representante fílmico El proyecto de la Bruja de Blair… Pues en esas andamos cuando a mediados de los 2000 el cine español se volcó de nuevo sobre el género y mando al mundo una cosa llamada Milagros prohibidos (2009, Elio Quiroga), en la que hace un homenaje claro a las bestias Lovecraftianas y el cine de terror clásico volcado en fantasmas que no dejan casas viejas y espíritus malignos salidos del mismísimo averno… Tienen que verla.
Verónica no se sale de los clichés urbanos y de los fantasmas en cualquier casa habitable de hecho el director se va a la yugular con la protagonista de 15 años de edad y sus tres hermanos pequeños, escolares de primaria y el llamado bebé quién resultará más inteligente que cualquier otro personaje pese a su condición notablemente discapacitada de entendimiento.
Verónica extraña a su padre muerto y está hasta la madre de ser la segunda progenitora de sus carnales pues la mamá tiene un bar que reditúa varo sólo en las noches, así que por el día debe dormir para poder mantenerse física y mentalmente sana para darles de comer a sus 4 críos. Ante este panorama Verónica jugará a la OUIJA con dos compañeras y ahí, justo ahí empezará el desmadre porque en lugar de invocar al padre invocará a un espíritu maligno que lo único que querrá es la muerte de Verónica.
La chica y sus hermanos padecerán en carne propia los ataques graduales del ser y el giro dramático para intentar devolver a la cosa esa a su lugar de origen será lo que mantendrá al espectador y su alma en un hilo, porque una cosa es ver a unos niños echando desmadre y llorando sin saber qué pedo y otra es verlos involucrados al cien en una ceremonia y ritual que, intuimos no acabará muy bien que digamos.
Paco Plaza juega con el espectador, con el modernismo del fin de siglo pasado y con la advertencia espiritual del presente siglo en el que cualquier cosa puede suceder y en el que lo paranormal se ha vuelto, así como la pandemia el pan nuestro de cada día.
Bien llevada; Verónica tiene advertencias materiales, espirituales y emocionales… Pero esas moralejas no son dignas de un texto filmico y caeríamos en lo simple… Lo mejor es disfrutar de esta buena cinta de Horror, porque es Terror y horror y estar dispuestos, como siempre a ser presa de nuestras emociones y nuestros más profundos miedos.
Ahí los ven…
Una de las ventajas de estar en un estado de emergencia a nivel mundial ha sido el poder mirar desde lo más cómodo de nuestra casa un sinfín de películas que no necesariamente son estrenos, pero que bien vale la pena recomendar, criticar, destrozar o simplemente comentar, algo así como para tener tema de plática ante la desesperación individual del encierro y el hecho de convivir las 24 horas del día durante semanas, meses y ya vamos para años, con las mismas adorables criatura que llamamos familias, parejas, amigos, parientes u lo que sea con lo que convivimos y sobrevivimos.
Así que, entrados en este contexto es necesario retomar esa vieja costumbre de ver pelis como simples espectadores y dejarnos llevar para ver si eso que tenemos enfrente nos llena el espíritu, la emoción y nos mata, sobre todo, el tiempo… Aparece entonces en una de las plataformas (NETFLIX, pues) una cinta española estrenada en el 2017, dirigida por Paco Plaza, titulada Verónica que, además, obtuvo 7 nominaciones a los Premios Goya de España. En fin… Verónica es una película de sustos, como le llamamos acá en México y ¿Te asustas? Sí y no, porque es una historia un tanto predecible que tiene el gancho de que lo que estamos dispuestos a ver se realizo basado en un hecho real en Madrid en 1991…
Se sabe que el cine de terror, ha dado giros paradigmáticos desde que se estrenó en 1973 El Exorcista… después vendrían las fórmulas de los japoneses, el cine gore sin medida, y el cine de la cámara casera, sin faltar, claro la cámara subjetiva al hombro y su memorable representante fílmico El proyecto de la Bruja de Blair… Pues en esas andamos cuando a mediados de los 2000 el cine español se volcó de nuevo sobre el género y mando al mundo una cosa llamada Milagros prohibidos (2009, Elio Quiroga), en la que hace un homenaje claro a las bestias Lovecraftianas y el cine de terror clásico volcado en fantasmas que no dejan casas viejas y espíritus malignos salidos del mismísimo averno… Tienen que verla.
Verónica no se sale de los clichés urbanos y de los fantasmas en cualquier casa habitable de hecho el director se va a la yugular con la protagonista de 15 años de edad y sus tres hermanos pequeños, escolares de primaria y el llamado bebé quién resultará más inteligente que cualquier otro personaje pese a su condición notablemente discapacitada de entendimiento.
Verónica extraña a su padre muerto y está hasta la madre de ser la segunda progenitora de sus carnales pues la mamá tiene un bar que reditúa varo sólo en las noches, así que por el día debe dormir para poder mantenerse física y mentalmente sana para darles de comer a sus 4 críos. Ante este panorama Verónica jugará a la OUIJA con dos compañeras y ahí, justo ahí empezará el desmadre porque en lugar de invocar al padre invocará a un espíritu maligno que lo único que querrá es la muerte de Verónica.
La chica y sus hermanos padecerán en carne propia los ataques graduales del ser y el giro dramático para intentar devolver a la cosa esa a su lugar de origen será lo que mantendrá al espectador y su alma en un hilo, porque una cosa es ver a unos niños echando desmadre y llorando sin saber qué pedo y otra es verlos involucrados al cien en una ceremonia y ritual que, intuimos no acabará muy bien que digamos.
Paco Plaza juega con el espectador, con el modernismo del fin de siglo pasado y con la advertencia espiritual del presente siglo en el que cualquier cosa puede suceder y en el que lo paranormal se ha vuelto, así como la pandemia el pan nuestro de cada día.
Bien llevada; Verónica tiene advertencias materiales, espirituales y emocionales… Pero esas moralejas no son dignas de un texto filmico y caeríamos en lo simple… Lo mejor es disfrutar de esta buena cinta de Horror, porque es Terror y horror y estar dispuestos, como siempre a ser presa de nuestras emociones y nuestros más profundos miedos.
Ahí los ven…