Coche: cuando la inocencia es robada por la guerra
POR: NANCY MORA
19-01-2021 15:03:39
Muchos dicen que una de las etapas más bellas de la vida es la infancia porque cuando somos niños solo nos preocupamos por ir a la escuela, jugar con tus amigos, imaginar que eres un soldado, que tienes un batallón, pero ¿qué sucede cuando un niño en realidad tiene que convertirse en un soldado en medio de una guerrilla, cuando ve morir a sus padres, cuando no tiene un hogar, cuando su inocencia es robada por una guerra que no entiende?
Esta es una de las tantas reflexiones que nos deja Coche, cortometraje escrito por Daniel Martínez y dirigido por Santiago Fábregas, que luego de presentarse en el Festival Internacional de Cine de Morelia, ahora se perfila para competir en la entrega de los Premios Ariel 2021 a lo mejor del cine mexicano.
En menos de 15 minutos, Coche nos cuenta la historia de dos niños, Daniel, un niño de clase media con un padre ausente y una madre trabajadora, él juega solo, inventa sus propias historias para pasar el tiempo en casa después de la escuela, hasta que un día llega Domingo, un niño que de primer momento es un intruso para David, un niño guatemalteco que tuvo que aprender a sobrevivir en medio de una guerrilla.
El corto nos remite a la década de 1980 cuando llegaron como refugiados a la Ciudad de México niños soldados de la guerrilla en Guatemala y El Salvador, niños menores de 15 años que les tocó ser paramilitares, utilizar armas y aprender estrategias de guerra.
Aunque de momento la relación entre David y Domingo es tensa, con el paso de los días, aprenden a convivir, juegan juntos y aprenden uno del otro. La amistad que se genera entre estos dos niños nos muestra que sin importar lo complicado que puede ser el mundo de los adultos, ellos siempre tendrán esa inocencia, transparencia y complicidad como sus más grandes tesoros.
Si bien el cortometraje no revela mucha información en un primer plano, lo importante es el subtexto, el trasfondo, hay situaciones que el espectador entiende perfectamente sin necesidad de explicaciones, es ahí donde radica lo más valioso, conmovedor y aterrador de este trabajo.
Daniel Martínez escribió esta historia basado en sus recuerdos de infancia porque su familia fue una de las que brindó asilo a esos niños que fueron arropados por familias mexicanas que no solo les ofrecían techo, comida y atención médica, les dieron un hogar y la oportunidad de conocer de tranquilidad, amistad y de alguna manera recuperar un poco de su inocencia arrebatada por la violencia.
En palabras de Santiago, el director, Coche “está contado desde la mirada infantil porque es una historia real, Daniel, el guionista, es David, y nos cuenta su propia experiencia porque su familia recibió a niños en esa época. Decidimos contar esta historia desde nuestra visión como narradores y contadores de historias, por eso, Coche es una anécdota sobre dos mundos totalmente distintos representados por dos niños que solo quieren jugar”.
Definitivamente Coche es una historia muy fuerte, pero a la ves es tierno, tiene momentos de humor, porque no vemos en pantalla la atrocidad de la guerra en un primer plano, eso queda solo en el subtexto, porque como bien lo explica Saniago, “una de las cosas más bonitas del cine es aquello que no se muestra, lo que puedes ver con las ideas, con la imaginación, más que con las imágenes”.
David y Domingo son los que nos cuentan la historia de Coche, en ellos recae todo el peso de la película, en este sentido los pequeños actores Yubah Ortega y Mateo Iglesias hace un buen trabajo y logran transmitir esa empatía, inocencia y transparencia propia de su edad.
Así es como Santiago Fábregas, apoyado por el ojo de la cinefotógrafa Flavia Martínez, nos muestra una anécdota de infancia inmersa en un contexto particular de nuestro pasado reciente, que trae de regreso la realidad latinoamericana de la década de los 80, lamentablemente de actualidad en muchos aspectos, no solo aquí, sino en el mundo.
Muchos dicen que una de las etapas más bellas de la vida es la infancia porque cuando somos niños solo nos preocupamos por ir a la escuela, jugar con tus amigos, imaginar que eres un soldado, que tienes un batallón, pero ¿qué sucede cuando un niño en realidad tiene que convertirse en un soldado en medio de una guerrilla, cuando ve morir a sus padres, cuando no tiene un hogar, cuando su inocencia es robada por una guerra que no entiende?
Esta es una de las tantas reflexiones que nos deja Coche, cortometraje escrito por Daniel Martínez y dirigido por Santiago Fábregas, que luego de presentarse en el Festival Internacional de Cine de Morelia, ahora se perfila para competir en la entrega de los Premios Ariel 2021 a lo mejor del cine mexicano.
En menos de 15 minutos, Coche nos cuenta la historia de dos niños, Daniel, un niño de clase media con un padre ausente y una madre trabajadora, él juega solo, inventa sus propias historias para pasar el tiempo en casa después de la escuela, hasta que un día llega Domingo, un niño que de primer momento es un intruso para David, un niño guatemalteco que tuvo que aprender a sobrevivir en medio de una guerrilla.
El corto nos remite a la década de 1980 cuando llegaron como refugiados a la Ciudad de México niños soldados de la guerrilla en Guatemala y El Salvador, niños menores de 15 años que les tocó ser paramilitares, utilizar armas y aprender estrategias de guerra.
Aunque de momento la relación entre David y Domingo es tensa, con el paso de los días, aprenden a convivir, juegan juntos y aprenden uno del otro. La amistad que se genera entre estos dos niños nos muestra que sin importar lo complicado que puede ser el mundo de los adultos, ellos siempre tendrán esa inocencia, transparencia y complicidad como sus más grandes tesoros.
Si bien el cortometraje no revela mucha información en un primer plano, lo importante es el subtexto, el trasfondo, hay situaciones que el espectador entiende perfectamente sin necesidad de explicaciones, es ahí donde radica lo más valioso, conmovedor y aterrador de este trabajo.
Daniel Martínez escribió esta historia basado en sus recuerdos de infancia porque su familia fue una de las que brindó asilo a esos niños que fueron arropados por familias mexicanas que no solo les ofrecían techo, comida y atención médica, les dieron un hogar y la oportunidad de conocer de tranquilidad, amistad y de alguna manera recuperar un poco de su inocencia arrebatada por la violencia.
En palabras de Santiago, el director, Coche “está contado desde la mirada infantil porque es una historia real, Daniel, el guionista, es David, y nos cuenta su propia experiencia porque su familia recibió a niños en esa época. Decidimos contar esta historia desde nuestra visión como narradores y contadores de historias, por eso, Coche es una anécdota sobre dos mundos totalmente distintos representados por dos niños que solo quieren jugar”.
Definitivamente Coche es una historia muy fuerte, pero a la ves es tierno, tiene momentos de humor, porque no vemos en pantalla la atrocidad de la guerra en un primer plano, eso queda solo en el subtexto, porque como bien lo explica Saniago, “una de las cosas más bonitas del cine es aquello que no se muestra, lo que puedes ver con las ideas, con la imaginación, más que con las imágenes”.
David y Domingo son los que nos cuentan la historia de Coche, en ellos recae todo el peso de la película, en este sentido los pequeños actores Yubah Ortega y Mateo Iglesias hace un buen trabajo y logran transmitir esa empatía, inocencia y transparencia propia de su edad.
Así es como Santiago Fábregas, apoyado por el ojo de la cinefotógrafa Flavia Martínez, nos muestra una anécdota de infancia inmersa en un contexto particular de nuestro pasado reciente, que trae de regreso la realidad latinoamericana de la década de los 80, lamentablemente de actualidad en muchos aspectos, no solo aquí, sino en el mundo.