FEMALE PLEASURE. La sexualidad femenina como problemática global
POR: VIOLETA ROJAS
27-10-2019 13:57:06
Recientemente hemos escuchado con mayor frecuencia en medios temas de discusión relacionados al género y la participación de las mujeres en diversas actividades, debates que giran en torno a sus derechos, sin duda han tenido auge y mayor difusión problemáticas que van desde el boom de las denuncias por acoso en redes sociales, hasta la cobertura de las manifestaciones que han creado polémica por la forma en la que se han realizado.
Sin ser una excepción Bárbara Miller ha trabajado en el documental Female pleasure el cual retrata la historia de 5 mujeres de orígenes geográficos y religiones diferentes. La cinta tiene la finalidad de exponer que la sexualidad de la mujer es y ha sido reprimida con diferentes argumentos principalmente sustentados en la religión. Bárbara ha declarado que la decisión de hacer estas películas tiene la intención de luchar por justicia.
En palabras de la directora la sexualidad femenina en siglo XXI sigue siendo difícil para la mayoría de las mujeres, no es una cuestión de placer, por el contrario sus experiencias son de violencia y represión.
El trabajo de Miller está perfectamente narrado tanto en lo visual como en las entrevistas que realiza a las mujeres activistas que provienen de diferentes países como Japón, Somalia, Alemania, Estados Unidos e India, en todos los casos encontramos que las estructuras sociales principalmente fundamentadas en la religión afirman que "el cuerpo de la mujer es el origen de todos los males", y que existe una especia de "demonización del cuerpo femenino", situación que sólo nos demuestra que la represión y la violencia hacia la sexualidad de las mujeres es un asunto global.
Las protagonistas han tenido el coraje de enfrentar y rechazar las reglas de su cultura y religión, el valor de romper el silencio y de crear programas que impacten de manera positiva en la construcción de nuevas formas de relacionarse afectiva y sexualmente.
Bárbara Miller consigue hacer un retrato perfecto de las mujeres que protagonizan esta cinta, plasma las injusticias por las que han pasado, de la misma forma resalta las propuestas en las que han trabajado y los logros que han tenido; no obstante, es un largo camino para la construcción de instituciones que aseguren la plenitud de la sexualidad de las mujeres, debido a que seguimos en un mundo que nos afirma una y otra vez que somos objetos no personas, que niegan derechos que son incuestionables, tenemos medios como la pornografía que normalizan el placer masculino únicamente, que normalizan la violencia, cuya narrativa incluso sugiere que es erótico el maltrato, tenemos medios que nos reafirman todos los días que la meta en la vida de una mujer está en función de satisfacer al otro por medio de su cuerpo y que su razón de vida siempre está en función del otro, ya sea de forma espiritual, intelectual, sexual, etc.
Sin duda, hay un camino largo por recorrer, el primer paso sería destruir un patrón sustentado en una verdad universal que surgió en las religiones. Las mujeres somos personas libres e independientes, con derechos incuestionables aunque las instituciones no los garanticen y a pesar de que el mundo lo dude tenemos derecho a ejercer nuestra sexualidad sin que esto ponga en peligro nuestra salud mental, emocional o incluso nuestra vida.
Recientemente hemos escuchado con mayor frecuencia en medios temas de discusión relacionados al género y la participación de las mujeres en diversas actividades, debates que giran en torno a sus derechos, sin duda han tenido auge y mayor difusión problemáticas que van desde el boom de las denuncias por acoso en redes sociales, hasta la cobertura de las manifestaciones que han creado polémica por la forma en la que se han realizado.
Sin ser una excepción Bárbara Miller ha trabajado en el documental Female pleasure el cual retrata la historia de 5 mujeres de orígenes geográficos y religiones diferentes. La cinta tiene la finalidad de exponer que la sexualidad de la mujer es y ha sido reprimida con diferentes argumentos principalmente sustentados en la religión. Bárbara ha declarado que la decisión de hacer estas películas tiene la intención de luchar por justicia.
En palabras de la directora la sexualidad femenina en siglo XXI sigue siendo difícil para la mayoría de las mujeres, no es una cuestión de placer, por el contrario sus experiencias son de violencia y represión.
El trabajo de Miller está perfectamente narrado tanto en lo visual como en las entrevistas que realiza a las mujeres activistas que provienen de diferentes países como Japón, Somalia, Alemania, Estados Unidos e India, en todos los casos encontramos que las estructuras sociales principalmente fundamentadas en la religión afirman que "el cuerpo de la mujer es el origen de todos los males", y que existe una especia de "demonización del cuerpo femenino", situación que sólo nos demuestra que la represión y la violencia hacia la sexualidad de las mujeres es un asunto global.
Las protagonistas han tenido el coraje de enfrentar y rechazar las reglas de su cultura y religión, el valor de romper el silencio y de crear programas que impacten de manera positiva en la construcción de nuevas formas de relacionarse afectiva y sexualmente.
Bárbara Miller consigue hacer un retrato perfecto de las mujeres que protagonizan esta cinta, plasma las injusticias por las que han pasado, de la misma forma resalta las propuestas en las que han trabajado y los logros que han tenido; no obstante, es un largo camino para la construcción de instituciones que aseguren la plenitud de la sexualidad de las mujeres, debido a que seguimos en un mundo que nos afirma una y otra vez que somos objetos no personas, que niegan derechos que son incuestionables, tenemos medios como la pornografía que normalizan el placer masculino únicamente, que normalizan la violencia, cuya narrativa incluso sugiere que es erótico el maltrato, tenemos medios que nos reafirman todos los días que la meta en la vida de una mujer está en función de satisfacer al otro por medio de su cuerpo y que su razón de vida siempre está en función del otro, ya sea de forma espiritual, intelectual, sexual, etc.
Sin duda, hay un camino largo por recorrer, el primer paso sería destruir un patrón sustentado en una verdad universal que surgió en las religiones. Las mujeres somos personas libres e independientes, con derechos incuestionables aunque las instituciones no los garanticen y a pesar de que el mundo lo dude tenemos derecho a ejercer nuestra sexualidad sin que esto ponga en peligro nuestra salud mental, emocional o incluso nuestra vida.