Si yo fuera tú, no iría a verla
POR: JESSICA MENDOZA
11-10-2018 13:12:30
El cine comercial mexicano se ha estancado en un mismo sitio desde hace tiempo. Dramas de la clase media mexicana hechos película han acaparado las pantallas de cine. Si yo fuera tú, no es la excepción.
Escenas iluminadas, con una paleta de colores cálidos y planos equilibrados dieron vida a este film dirigido por Alejandro Lubezki, hermano del director de fotografía Emmanuel “El Chivo” Lubezki.
Se Eu Fosse Vocé' es el título original de la película brasileña en la que se basa este remake. Imaginar un cambio de identidad hombre-mujer dentro del contexto mexicano puede resultar interesante. Sin embargo, encasillarse en la típica familia de clase media, convirtió a esta película en una más del montón. En total, 90 minutos de cliché tras cliché.
La película nos muestra la vida de Claudia (Sophie Alexander-Katz) y Antonio (Juan Manuel Bernal), una pareja hundida en la monotonía de un matrimonio de 15 años. Ninguno de los dos comprende la vida del otro y menosprecian sus actividades. Las discusiones son la base de su convivencia diaria hasta que una mañana cambian los papeles. Desde entonces se ven en la necesidad de intentar comprender la perspectiva de su compañero y desenvolverse en su mundo. Claudia trabajando en la Agencia de Publicidad de su esposo y Antonio dando clases de ballet.
Si yo fuera tú es una película que si bien no prometía una historia profunda o compleja, si aseguraba arrancar carcajadas a los espectadores, algo que tampoco no logró.
Las actuaciones, principalmente la de Sophie Alexander se disfrutan. El problema no es la interpretación sino la carencia de elementos atractivos en el largometraje, las que impiden que una buena actuación pueda destacar.
¿Pero cómo se podía esperar más? Cambiar de cuerpo con alguien de personalidad totalmente diferente es una historia que se ha explorado anteriormente y el problema no es ese sino el cómo se aborda.
Además de Se Eu Fosse Vocé' tenemos Un viernes de Locos (2003) o Ese cuerpo no es mío (2002), películas con una historia superficial que se pueden resumir en pocas palabras: Dos personas totalmente opuestas que intercambian cuerpos en un momento inesperado, se ven obligados a vivir la realidad del otro, enfrentándose a nuevos retos que los harán comprender y valorar la vida del prójimo. Con estas líneas se evitaría perder el tiempo con 88 minutos de secuencias predecibles.
Madre que cuida de su familia, da clases de ballet por hobby y se junta con las amigas para platicar. Padre y jefe de familia, que pone el dinero en la casa, trabajador incansable para brindarle lo mejor a su esposa e hija. Hija, adolescente promedio con características de alguna tribu urbana y por si fuera poco, el personaje de “La suegra”. Nada nuevo.
El problema más allá de ser una historia predecible es que no logra conectar con la audiencia mexicana real que todos los días se enfrenta a situaciones intensas y hasta cómicas, con los dramas clasemedieros de Claudia y Antonio. Tanto que para el epílogo la mayoría de las personas ya habían salido de la sala.
México está lleno de tradiciones y costumbres interesantes y situaciones del día a día que bien pueden resultar lo suficientemente risibles y adecuadas para una comedia. Sin embargo, pareciera que la tropicalización de esta película se realizó de manera superficial, sólo apareciendo un baile de salsa muy a la mexicana en la parte final, que por supuesto no veríamos en otra versión.
Si yo fuera tú es, sin duda alguna, una película que queda debiendo al público. Por eso, si yo fuera tú, no iría a verla.
El cine comercial mexicano se ha estancado en un mismo sitio desde hace tiempo. Dramas de la clase media mexicana hechos película han acaparado las pantallas de cine. Si yo fuera tú, no es la excepción.
Escenas iluminadas, con una paleta de colores cálidos y planos equilibrados dieron vida a este film dirigido por Alejandro Lubezki, hermano del director de fotografía Emmanuel “El Chivo” Lubezki.
Se Eu Fosse Vocé' es el título original de la película brasileña en la que se basa este remake. Imaginar un cambio de identidad hombre-mujer dentro del contexto mexicano puede resultar interesante. Sin embargo, encasillarse en la típica familia de clase media, convirtió a esta película en una más del montón. En total, 90 minutos de cliché tras cliché.
La película nos muestra la vida de Claudia (Sophie Alexander-Katz) y Antonio (Juan Manuel Bernal), una pareja hundida en la monotonía de un matrimonio de 15 años. Ninguno de los dos comprende la vida del otro y menosprecian sus actividades. Las discusiones son la base de su convivencia diaria hasta que una mañana cambian los papeles. Desde entonces se ven en la necesidad de intentar comprender la perspectiva de su compañero y desenvolverse en su mundo. Claudia trabajando en la Agencia de Publicidad de su esposo y Antonio dando clases de ballet.
Si yo fuera tú es una película que si bien no prometía una historia profunda o compleja, si aseguraba arrancar carcajadas a los espectadores, algo que tampoco no logró.
Las actuaciones, principalmente la de Sophie Alexander se disfrutan. El problema no es la interpretación sino la carencia de elementos atractivos en el largometraje, las que impiden que una buena actuación pueda destacar.
¿Pero cómo se podía esperar más? Cambiar de cuerpo con alguien de personalidad totalmente diferente es una historia que se ha explorado anteriormente y el problema no es ese sino el cómo se aborda.
Además de Se Eu Fosse Vocé' tenemos Un viernes de Locos (2003) o Ese cuerpo no es mío (2002), películas con una historia superficial que se pueden resumir en pocas palabras: Dos personas totalmente opuestas que intercambian cuerpos en un momento inesperado, se ven obligados a vivir la realidad del otro, enfrentándose a nuevos retos que los harán comprender y valorar la vida del prójimo. Con estas líneas se evitaría perder el tiempo con 88 minutos de secuencias predecibles.
Madre que cuida de su familia, da clases de ballet por hobby y se junta con las amigas para platicar. Padre y jefe de familia, que pone el dinero en la casa, trabajador incansable para brindarle lo mejor a su esposa e hija. Hija, adolescente promedio con características de alguna tribu urbana y por si fuera poco, el personaje de “La suegra”. Nada nuevo.
El problema más allá de ser una historia predecible es que no logra conectar con la audiencia mexicana real que todos los días se enfrenta a situaciones intensas y hasta cómicas, con los dramas clasemedieros de Claudia y Antonio. Tanto que para el epílogo la mayoría de las personas ya habían salido de la sala.
México está lleno de tradiciones y costumbres interesantes y situaciones del día a día que bien pueden resultar lo suficientemente risibles y adecuadas para una comedia. Sin embargo, pareciera que la tropicalización de esta película se realizó de manera superficial, sólo apareciendo un baile de salsa muy a la mexicana en la parte final, que por supuesto no veríamos en otra versión.
Si yo fuera tú es, sin duda alguna, una película que queda debiendo al público. Por eso, si yo fuera tú, no iría a verla.