Mickey 17: Filosofía para gente con TDAH
POR: FER LOZADA
08-03-2025 16:54:13

Mickey 17, lo nuevo de Bong Joon-Ho, propone, como muchas nuevas producciones, una narrativa futurista que explora las posibles consecuencias de la tecnología y sus avances, sin embargo, siguiendo con la norma, abordamos naturalmente conflictos ya conocidos para el hombre, una vez más tenemos una película que aborda dilemas filosóficos en su rama ética pero disfrazada de una ciencia ficción cargada de elementos fantásticos y llamativos así como cómica para ser digerible por un público mucho más amplio, básicamente, filosofía para gente con TDAH.
El estilo del director surcoreano es palpable en toda su filmografía y en su nueva película de habla inglesa protagonizada por Robert Pattinson demuestra nuevamente que maneja a la perfección la comedia, como ya habíamos visto en su multi premiada Parasites, Joon-Ho utiliza ese medio para abordar temas sociopolíticos actuales, en Mickey 17 además aborda dilemas éticos muy al estilo Jurassic Park demostrando porqué no deberíamos utilizar los avances y progresos tecnológicos para regresar a los dinosaurios a la vida pero en este caso hablando sobre todo lo que conllevaría la clonación humana y las disyuntivas humanistas que igualmente funcionan como alegoría al maltrato, abuso y el poder que ejerce el humano sobre otras especies y su deseo de proliferar en otros ambientes colonizando violenta y brutalmente nuevos lugares sin importar quienes ya podrían estar ahí.
La película también aprovecha para burlarse y obviamente criticar de forma hiper directa a los más poderosos líderes de la historia equiparándolos entre ellos y demostrando cómo el exceso de poder lleva a una megalomanía ridícula. La crítica política en la película es exagerada y queda en manos de Mark Ruffalo quien está ya más que acostumbrado a interpretar a hombres berrinchudos y, francamente, lo hace muy bien; en este caso es una especie de mezcla entre Trump, Hitler y su propio personaje en Poor Things, el villano es tierno y detestable al mismo tiempo, su dirección refleja un tono más bien satírico y retrata perfectamente la crítica a los mandatarios actuales, su dupla es Toni Collette quien francamente se siente desperdiciada considerando el pedazo de actriz que es, incluso en comedias anteriores siempre logra destacar pero esta vez es un personaje más de relleno y que quiere extender la trama de la historia pero desafortunadamente bien podríamos prescindir de ella.
Pasando al tema central de la película volvemos al dilema ético y a su protagonista; Robert Pattinson, quien entra a la lista de actores capaces de actuar consigo mismo, muy al estilo de Juego de Gemelas interpretando dos personajes que son totalmente opuestos entre sí, uno representando una personalidad mucho más atrevida y audaz mientras que el otro es más cauto y temeroso aunque ambos con principios e ideales morales que generan conflicto en el ordinario de la historia donde predomina una especie de sistema dictadura compleja donde quien ostenta todo el poder resulta ser un megalómano poco inteligente que está dispuesto a violentar a quien se interponga en sus planes, pero, ¿cómo llegar a un público amplio acostumbrado a un ritmo incesante y a muchos estímulos por segundo? Pues, disfrazando el tema tras ciencia ficción, alienígenas bonitos, la belleza de Pattinson y comedia negra, elementos suficientes para captar la atención de cualquiera.

Si bien es una película entretenida la carga tan fuerte de estímulos visuales y el ritmo comienza a tornarse un poco larga y tediosa, podríamos deshacernos de media hora o incluso cuarenta minutos de metraje y aun así la historia se contaría perfectamente, Mickey 17 es demasiado en comparación con otras obras del director que manejan la tensión idealmente manteniendo al espectador interesado y activo mientras que lamentablemente en esta película de pronto nos volvemos conscientes del tiempo que hemos pasado sentados.
La narrativa, forma y propuesta de Mickey 17 es buena, sin embargo, es inevitable compararla y medirla con experiencias previas y resulta menor, no es mala pero sí quedó corta considerando las altas expectativas que generó desde su anuncio. Quitando todas las ornamentas que rodean a la premisa es una crítica interesante y bien ejecutada a problemáticas actuales y seguramente futuras, también es una prueba más de la gran capacidad directoral y como contador de historias del surcoreano y la magnitud actoral de Pattinson.
Mickey 17 funciona para quien quiera ver algo que lo haga reflexionar pero también para quien quiera entretenerse un rato.
Mickey 17, lo nuevo de Bong Joon-Ho, propone, como muchas nuevas producciones, una narrativa futurista que explora las posibles consecuencias de la tecnología y sus avances, sin embargo, siguiendo con la norma, abordamos naturalmente conflictos ya conocidos para el hombre, una vez más tenemos una película que aborda dilemas filosóficos en su rama ética pero disfrazada de una ciencia ficción cargada de elementos fantásticos y llamativos así como cómica para ser digerible por un público mucho más amplio, básicamente, filosofía para gente con TDAH.
El estilo del director surcoreano es palpable en toda su filmografía y en su nueva película de habla inglesa protagonizada por Robert Pattinson demuestra nuevamente que maneja a la perfección la comedia, como ya habíamos visto en su multi premiada Parasites, Joon-Ho utiliza ese medio para abordar temas sociopolíticos actuales, en Mickey 17 además aborda dilemas éticos muy al estilo Jurassic Park demostrando porqué no deberíamos utilizar los avances y progresos tecnológicos para regresar a los dinosaurios a la vida pero en este caso hablando sobre todo lo que conllevaría la clonación humana y las disyuntivas humanistas que igualmente funcionan como alegoría al maltrato, abuso y el poder que ejerce el humano sobre otras especies y su deseo de proliferar en otros ambientes colonizando violenta y brutalmente nuevos lugares sin importar quienes ya podrían estar ahí.
La película también aprovecha para burlarse y obviamente criticar de forma hiper directa a los más poderosos líderes de la historia equiparándolos entre ellos y demostrando cómo el exceso de poder lleva a una megalomanía ridícula. La crítica política en la película es exagerada y queda en manos de Mark Ruffalo quien está ya más que acostumbrado a interpretar a hombres berrinchudos y, francamente, lo hace muy bien; en este caso es una especie de mezcla entre Trump, Hitler y su propio personaje en Poor Things, el villano es tierno y detestable al mismo tiempo, su dirección refleja un tono más bien satírico y retrata perfectamente la crítica a los mandatarios actuales, su dupla es Toni Collette quien francamente se siente desperdiciada considerando el pedazo de actriz que es, incluso en comedias anteriores siempre logra destacar pero esta vez es un personaje más de relleno y que quiere extender la trama de la historia pero desafortunadamente bien podríamos prescindir de ella.
Pasando al tema central de la película volvemos al dilema ético y a su protagonista; Robert Pattinson, quien entra a la lista de actores capaces de actuar consigo mismo, muy al estilo de Juego de Gemelas interpretando dos personajes que son totalmente opuestos entre sí, uno representando una personalidad mucho más atrevida y audaz mientras que el otro es más cauto y temeroso aunque ambos con principios e ideales morales que generan conflicto en el ordinario de la historia donde predomina una especie de sistema dictadura compleja donde quien ostenta todo el poder resulta ser un megalómano poco inteligente que está dispuesto a violentar a quien se interponga en sus planes, pero, ¿cómo llegar a un público amplio acostumbrado a un ritmo incesante y a muchos estímulos por segundo? Pues, disfrazando el tema tras ciencia ficción, alienígenas bonitos, la belleza de Pattinson y comedia negra, elementos suficientes para captar la atención de cualquiera.
Si bien es una película entretenida la carga tan fuerte de estímulos visuales y el ritmo comienza a tornarse un poco larga y tediosa, podríamos deshacernos de media hora o incluso cuarenta minutos de metraje y aun así la historia se contaría perfectamente, Mickey 17 es demasiado en comparación con otras obras del director que manejan la tensión idealmente manteniendo al espectador interesado y activo mientras que lamentablemente en esta película de pronto nos volvemos conscientes del tiempo que hemos pasado sentados.
La narrativa, forma y propuesta de Mickey 17 es buena, sin embargo, es inevitable compararla y medirla con experiencias previas y resulta menor, no es mala pero sí quedó corta considerando las altas expectativas que generó desde su anuncio. Quitando todas las ornamentas que rodean a la premisa es una crítica interesante y bien ejecutada a problemáticas actuales y seguramente futuras, también es una prueba más de la gran capacidad directoral y como contador de historias del surcoreano y la magnitud actoral de Pattinson.
Mickey 17 funciona para quien quiera ver algo que lo haga reflexionar pero también para quien quiera entretenerse un rato.