Exorcismo: Russell Crowe contra su propia carrera
POR: DE MONSTERMASH
07-08-2024 00:17:35
Cuando uno queda ligera, pero gratamente sorprendido de una cinta comercial sobre exorcismos como lo fue El exorcista del Papa (2023), protagonizada por Russell Crowe como un cura exorcista, no es raro pensar que su nuevo trabajo, también sobre posesiones y de nuevo dando vida a otro cura exorcista, fuera igual de entretenido. Lastimera y penosamente, Exorcismo (2024) es una de esas películas que uno desearía no haber mirado. Y no por aterradora, sino porque llega a ser tan mala, que a uno no le queda más que enojarse consigo mismo por haber creído falsamente que podría ser, de mínimo, entretenida.
Un actor en decadencia (Crowe) tiene una última oportunidad para demostrar su valía. Su misión es interpretar a un exorcista en una nueva cinta de terror que, irónicamente, sufre la aparición de una verdadera entidad diabólica en el set de grabación. Ahora, el sacerdote actor es la única barrera entre el bien y el mal antes de que las fuerzas del infierno se desaten.
Cuando uno mira Exorcismo es difícil preguntarse si Crowe interpreta a un actor en sus últimos momentos de penosa gloria o si, por el contrario, el actor realmente está en la decadencia de su carrera en la vida real. Y es que en verdad pareciera que la gran estrella de Hollywood aceptó este papel por no poder conseguir trabajos mejores.
Toda la trama es un sinfín de clichés mal trabajados y usados. Un vaivén de lugares comunes que ya no sorprenden, más bien aburren. Actuaciones pésimas en todo momento, con una trama que no se entiende si intenta ser comedia o, peor aún, se lo está tomando en serio.
El mayor mérito de Exorcismo es competir junto con The Exorcist: Believer para ver cuál de las dos es la peor cinta de posesiones en los últimos años.
Cuando uno queda ligera, pero gratamente sorprendido de una cinta comercial sobre exorcismos como lo fue El exorcista del Papa (2023), protagonizada por Russell Crowe como un cura exorcista, no es raro pensar que su nuevo trabajo, también sobre posesiones y de nuevo dando vida a otro cura exorcista, fuera igual de entretenido. Lastimera y penosamente, Exorcismo (2024) es una de esas películas que uno desearía no haber mirado. Y no por aterradora, sino porque llega a ser tan mala, que a uno no le queda más que enojarse consigo mismo por haber creído falsamente que podría ser, de mínimo, entretenida.
Un actor en decadencia (Crowe) tiene una última oportunidad para demostrar su valía. Su misión es interpretar a un exorcista en una nueva cinta de terror que, irónicamente, sufre la aparición de una verdadera entidad diabólica en el set de grabación. Ahora, el sacerdote actor es la única barrera entre el bien y el mal antes de que las fuerzas del infierno se desaten.
Cuando uno mira Exorcismo es difícil preguntarse si Crowe interpreta a un actor en sus últimos momentos de penosa gloria o si, por el contrario, el actor realmente está en la decadencia de su carrera en la vida real. Y es que en verdad pareciera que la gran estrella de Hollywood aceptó este papel por no poder conseguir trabajos mejores.
Toda la trama es un sinfín de clichés mal trabajados y usados. Un vaivén de lugares comunes que ya no sorprenden, más bien aburren. Actuaciones pésimas en todo momento, con una trama que no se entiende si intenta ser comedia o, peor aún, se lo está tomando en serio.
El mayor mérito de Exorcismo es competir junto con The Exorcist: Believer para ver cuál de las dos es la peor cinta de posesiones en los últimos años.