Lograr que una película de terror oscile perfectamente entre dos subgéneros, es más difícil de conseguir a que la cordura encuentre un escape en la locura o, más aún, a que lo diabólico halle un compañero en la inocencia y, a pesar de eso, Longlegs: coleccionista de almas se alza como uno de los más potentes conjuros fílmicos de la actualidad.

Con una mezcla entre el thriller y lo sobrenatural, la más reciente película del director Osgood Perkins, protagonizada por Nicolas Cage y Maika Monroe, se posiciona como una de las grandes propuestas del horror actual. Claro, es una obra que reclutará a una santa trinidad entre quienes la amarán, los que la odiaran y aquellos a quienes les será totalmente indiferente.

Una novata del FBI (Monroe) pondrá a prueba su temple y a sus demonios cuando le sea asignada la misión de atrapar a un perverso asesino serial (Cage). Conforme su investigación avance, saldrán a flote elementos diabólicos que, para su desgracia, serán el menor de sus problemas conforme se adentre en la mente y el pasado del psicópata.

Con una clara influencia de The Silence of the Lambs (1991) y el miedo más puro al estilo de The Amityville Horror (1979), Perkins nos entrega una historia con una trama oscura, héroes desequilibrados y uno de los villanos más retorcidos y enigmáticos de la década.

La primera mitad de Longlegs se desarrolla en el mismo camino de El silencio de los inocentes, mirando el duro camino de una agente que recuerda a una joven ClariceStarling dando caza a un Nicolas Cage que, sí, por momentos también evoca a un enfermizo Buffalo Bill.

Este primer tramo nos introduce en un exquisito suspenso 100% policiaco, con todo lo que ello conlleva. Desde investigaciones, crímenes bizarros y mentes perturbadas, hasta la revelación de oscuros secretos y la conjetura de elementos que llevan a una macabra resolución.

La segunda mitad es la que, por su naturaleza satánica, conseguirá que esta cinta sume adeptos o detractores a su culto. Esto, debido a que lo que se cocina poco a poco como un thriller psicológico, culmina en un clímax sumergido en elementos sobrenaturales y diabólicos.

El último tercio del metraje está impregnado de estos, encontrando cierto equilibrio entre el terror psicológico y el jump scare.

Longlegs será amada por los que buscan que el terror tome un nuevo y atrevido rumbo, contando las mismas historias pero de forma diferente, arriesgándose a entrar en terrenos peligrosos. Sin embargo, su mezcla entre ambos géneros también puede hacer que la cinta se sienta como “un producto a medias” o sin sentido para otros; los menos, la tomarán como una película meramente entretenida, pero, eso sí, dará mucho de qué hablar.

Y, no obstante, en lo que podremos estar de acuerdo, es que este filme nos trae una de las mejores y más enfermas actuaciones de Cage en su etapa “espeluznante”. Su actuación y, más aún, ¡su caracterización!, lo vuelven uno de los personajes más repugnantes (mas no perturbador) que, para bien o para mal, estará rodeado de un diabólico misterio gracias a que no se profundiza demasiado en su mente.