Los cuentos de hadas son tan maravillosos como aterradores. Por un lado, nos muestran un mundo de fantasía que, a veces, es aún más perfecto que una utopía; por otro, nos enseñan que las raíces de lo fantástico crecen en tierras de dolor y se riegan con lágrimas de sufrimiento. Observados (The Watchers, 2024) es un reciente ejemplo de esto.

Una joven mujer (Dakota Fanning) se extravía en un bosque sin fin donde encuentra a un grupo de desconocidos, también perdidos. Ya en la naturaleza, todos deberán acatar ciertas reglas por las noches, a menos que quieran perecer a manos de aquello que se oculta entre los árboles.

Dakota Fanning estelariza esta cinta donde Ishana Night Shyamalan (hija de M. Night Shyamalan) se estrena como directora, y lo hace a lo grande al darnos una de las mejores sorpresas del año.

Antes que nada, debemos decir que The Watchers no se trata de un filme de terror; o al menos no al 100%. Si tuviéramos que definirla, sería algo así como un oscuro cuento de hadas que se balancea entre la mente de Guillermo del Toro y la de Issa López (Vuelven, 2017).

Esta cinta será un deleite para quienes adoren más la fantasía que el miedo, aunque tampoco defraudará a los amantes del horror. Si bien no cuenta con elementos que la vuelvan una historia aterradora, sí presenta uno que otro ingrediente propio del género, sobre todo en lo respectivo a “aquello” que amenaza a los protagonistas.

La historia es bastante digerible, pues rápidamente va al punto y entra de lleno en lo extraño.

Aprendiendo de su padre, la joven Shyamalan maneja muy bien el suspenso, entregándonos información a cuentagotas para mantenernos en vilo hasta el final; sólo para revelarnos un desenlace al más puro estilo de M. Night.

Y aunque el filme tiene algunos puntos en contra, como lo puede ser su duración, actuaciones nada memorables y uno que otro cliché que toma del cine de terror, por fortuna, su bella propuesta opaca todo lo anterior.

Y es que cuando uno esperaría ver una obra de terror, conforme pasa poco a poco las páginas de esta historia, se percata que lo que en realidad se está leyendo es un cuento de hadas. Pero no uno donde el mundo es bello y al final los enamorados permanecen juntos, no; más bien, es una de esas historias donde lo humano es amargo y, lo fantasioso, turbio.

Lo más increíble, es que en ningún momento deja de ser una hermosa narración a pesar de su oscuridad. Y al final, terminando de leer su última página, uno desearía que este libro nunca se terminara.

Gran debut de esta joven cineasta que, esperemos, nos traiga más narraciones como esta.