El color púrpura: Acercando clásicos a las nuevas generaciones
POR: FERNANDA LOZADA
06-02-2024 11:14:23
La película multipremiada El color púrpura (1985), dirigida por Steven Spielberg, quien llevó a la pantalla grande el relato del libro homónimo escrito por Alice Walker, está de vuelta en el cine; ahora teniendo como productor a su ex director. La historia de Celie vuelve para acercar los grandes clásicos a las nuevas generaciones.
Con la dirección de Blitz Bazawule -mejor conocido como “Blitz The Ambassador”-, esta película anteriormente protagonizada por Whoopi Goldberg vuelve a ser tema de conversación entre los espectadores, principalmente, los jóvenes, pues, si bien la narrativa siempre ha sido relevante y contundente en cuanto a su mensaje, esta vez su director imprimió su sello y experiencia volviendo la cinta un musical.
Últimamente se ha analizado el extraño rechazo al género dentro de la industria con casos de estudio como las estrategias de marketing para Wonka y Mean Girls por ejemplo, donde las casas productoras prefieren no revelar la verdadera naturaleza de las películas al percibir el desagrado del público, sin embargo, también se ha constatado contrariamente que los musicales están remontando en popularidad.
Es bien sabido que la música siempre ha sido una gran herramienta para la progresión, ambientación y sobre todo emocional para el cine desde su sonorización y no es casualidad que también desde ese momento se haya decidido montar adaptaciones de su predecesor, el teatro, y, eso incluye sin lugar a dudas al teatro musical.
La nueva adaptación de The color purple no es solo del libro si no que también adapta la versión del musical de Broadway de la misma historia y, es que, sinceramente no se le da el suficiente crédito a la autora original por tan buen relato.
Con Fantasia, la ganadora del programa American Idol en su edición de 2004 en el papel protagónico, re exploramos la historia de una mujer afroamericana bajo el yugo de una sociedad machista y racista durante la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos. La historia de Celie Harris es un relato cruel sobre el trato injusto que sufrían las personas negras, sobre todo las mujeres; conocemos a Celie y a su hermana Nettie quienes viven violentadas y son posteriormente separadas brutalmente después que un hombre compra literalmente a Celie para desposarla o más bien esclavizarla; a lo largo de su vida la mujer va conociendo a otras con una visión diferente y de carácter fuerte quienes la inspiran a defenderse y salir del infierno en que vive.
A través de la puesta en escena al estilo del musical de Broadway, la película consigue transmitir el mensaje y evocar los sentimientos pretendidos a todo público. Con la decisión de traer esta versión (teatro musical) a la pantalla grande obtenemos como ventaja momentos que sin perder la fuerza innata de ciertas escenas, se vuelven más digeribles e incluso consiguen empatizar mejor con algunas audiencias gracias a su acompañamiento musical; francamente las canciones están magníficamente escritas y ejecutadas de forma que nunca arrebatan la atención ni roban protagonismo al qué con el cómo.
Las actuaciones están en un tono perfecto para coexistir con un relato de esta naturaleza en conjunto con lo musical, además de ser memorables actoral como musicalmente hablando.
Con todo el estilo del Blues y el Gospel en canciones como Push the button o Miss Celie’s pants entre otras recibimos números entrañables, momentos hiper dramáticos que llevarán a más de uno al borde de las lágrimas así comotambién otros cargados de comedia a manos de personajes como Sofia e incluso del mismo villano (quien tiene uno de los desarrollos de personaje más clásicos del storytellingpero aun así muy bien interpretado) que encarna el actor Colman Domingo además de un ritmo muy bien pensado para no sentir ni un momento las casi dos horas y media que dura, la película podría existir perfectamente y sostenerse sola sin necesidad de su antecesora aunque ambas son dignas representantes de su género (respectivamente) y de la lista de aquellas obras que retratan el verdadero propósito y significado del feminismo.
El color púrpura llega a salas mexicanas el día 9 de febrero de este año y es un ‘must’ para los fanáticos de los musicales, los nostálgicos de los clásicos fílmicos de los ochenta e igualmente los gustosos del cine en general.
La película multipremiada El color púrpura (1985), dirigida por Steven Spielberg, quien llevó a la pantalla grande el relato del libro homónimo escrito por Alice Walker, está de vuelta en el cine; ahora teniendo como productor a su ex director. La historia de Celie vuelve para acercar los grandes clásicos a las nuevas generaciones.
Con la dirección de Blitz Bazawule -mejor conocido como “Blitz The Ambassador”-, esta película anteriormente protagonizada por Whoopi Goldberg vuelve a ser tema de conversación entre los espectadores, principalmente, los jóvenes, pues, si bien la narrativa siempre ha sido relevante y contundente en cuanto a su mensaje, esta vez su director imprimió su sello y experiencia volviendo la cinta un musical.
Últimamente se ha analizado el extraño rechazo al género dentro de la industria con casos de estudio como las estrategias de marketing para Wonka y Mean Girls por ejemplo, donde las casas productoras prefieren no revelar la verdadera naturaleza de las películas al percibir el desagrado del público, sin embargo, también se ha constatado contrariamente que los musicales están remontando en popularidad.
Es bien sabido que la música siempre ha sido una gran herramienta para la progresión, ambientación y sobre todo emocional para el cine desde su sonorización y no es casualidad que también desde ese momento se haya decidido montar adaptaciones de su predecesor, el teatro, y, eso incluye sin lugar a dudas al teatro musical.
La nueva adaptación de The color purple no es solo del libro si no que también adapta la versión del musical de Broadway de la misma historia y, es que, sinceramente no se le da el suficiente crédito a la autora original por tan buen relato.
Con Fantasia, la ganadora del programa American Idol en su edición de 2004 en el papel protagónico, re exploramos la historia de una mujer afroamericana bajo el yugo de una sociedad machista y racista durante la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos. La historia de Celie Harris es un relato cruel sobre el trato injusto que sufrían las personas negras, sobre todo las mujeres; conocemos a Celie y a su hermana Nettie quienes viven violentadas y son posteriormente separadas brutalmente después que un hombre compra literalmente a Celie para desposarla o más bien esclavizarla; a lo largo de su vida la mujer va conociendo a otras con una visión diferente y de carácter fuerte quienes la inspiran a defenderse y salir del infierno en que vive.
A través de la puesta en escena al estilo del musical de Broadway, la película consigue transmitir el mensaje y evocar los sentimientos pretendidos a todo público. Con la decisión de traer esta versión (teatro musical) a la pantalla grande obtenemos como ventaja momentos que sin perder la fuerza innata de ciertas escenas, se vuelven más digeribles e incluso consiguen empatizar mejor con algunas audiencias gracias a su acompañamiento musical; francamente las canciones están magníficamente escritas y ejecutadas de forma que nunca arrebatan la atención ni roban protagonismo al qué con el cómo.
Las actuaciones están en un tono perfecto para coexistir con un relato de esta naturaleza en conjunto con lo musical, además de ser memorables actoral como musicalmente hablando.
Con todo el estilo del Blues y el Gospel en canciones como Push the button o Miss Celie’s pants entre otras recibimos números entrañables, momentos hiper dramáticos que llevarán a más de uno al borde de las lágrimas así comotambién otros cargados de comedia a manos de personajes como Sofia e incluso del mismo villano (quien tiene uno de los desarrollos de personaje más clásicos del storytellingpero aun así muy bien interpretado) que encarna el actor Colman Domingo además de un ritmo muy bien pensado para no sentir ni un momento las casi dos horas y media que dura, la película podría existir perfectamente y sostenerse sola sin necesidad de su antecesora aunque ambas son dignas representantes de su género (respectivamente) y de la lista de aquellas obras que retratan el verdadero propósito y significado del feminismo.
El color púrpura llega a salas mexicanas el día 9 de febrero de este año y es un ‘must’ para los fanáticos de los musicales, los nostálgicos de los clásicos fílmicos de los ochenta e igualmente los gustosos del cine en general.