May December: La retórica de los “rape jokes”

POR: JOSÉ LUIS SALAZAR

09-12-2023 17:15:31

May December: La retórica de los “rape jokes”


En 1996 Mary Kay Letourneau se convirtió en noticia nacional; la imagen de una mujer descrita como una dedicada y amorosa madre de familia, jovial profesora de secundaria y una amigable vecina caía ante el arresto de Letourneau por dormir con uno de sus estudiantes de nombre Vili Fualaau de tan solo 13 años. El suceso parecía enterrado tras la muerte de Leoturneau en 2020 por cáncer de colón, sin embargo, el director Todd Haynes y la guionista Samy Burch reviven el tema en su nueva película May December, que tuvo un estreno para las audiencias mexicanas en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia y llegará a salas comerciales el próximo 25 de enero y posteriormente al catálogo de Netflix.

En 1949 la película Neptune´s Daughter se llevó el premio Oscar a mejor canción original por Baby It´s Cold Outside, una canción utilizada en dos ocasiones en números musicales de la película y que, en los últimos años, así como otros temas de la época ha estado en la mira por la manera en que romantiza el abuso sexual. La premisa del número musical y de la canción es exactamente la misma: un hombre que no acepta el rechazo y busca forzar a su pretendiente con la excusa de que “hace frío afuera”, en la película con un hombre que le quita una y otra vez el abrigo a la mujer y la lleva de nuevo al sofá ante su determinación de salir de casa. Y en el final de ésta, con dicho número musical de nuevo, pero con los géneros invertidos siendo él quien busca escapar y que, en su miedo termina apresurado tomando por equivocación el abrigo y sombrero de su agresora, para la risa del público de la época que mira a un hombre con ropa tradicionalmente atribuida a la mujer.


Tomo esta escena para explicar una forma en que el abuso sexual perpetrado por mujeres es representado en las películas: a través del cambio de roles. En una cultura patriarcal como la nuestra hay ciertos valores que se atribuyen a ambos géneros en torno al sexo: al hombre la agresividad y la dominación, en la mujer la sumisión.


Este tipo de roles sociales crean el mito de si un hombre puede en realidad ser violado. La respuesta corta y obvia es sí, pero en una sociedad en la que, aunque sí sucede, no está ni cerca de ocurrir con la regularidad de casos de abuso sexual hacia las mujeres y que, felicita y resalta la hazaña de los hombres que mantienen una vida sexual muy activa, es lógico que la representación del abuso en los medios esté más cerca de la fantasía sexual típica de la pornografía que de la pesadilla que realmente es.


Por esto, aunque hay dos tipos de tratamientos al abuso sexual: aquella que al mostrar mujeres hegemónicamente atractivas y en escenarios de fantasía apelan a convertirla en una aspiración sexual masculina; y la que por otro lado al tener como perpetradora a una mujer que no cumple con cierto estándar de belleza hacen del abuso sexual un castigo para el villano en turno o un sketch de comedia al ridiculizar a la víctima como alguien patético, indefenso y pasivo mientras condena a las mujeres con deseo sexual o que ejercen su sexualidad de formas que se escapan de la fantasía masculina al convertirlas en depredadoras. Ambas tienen el mismo resultado: reforzar la idea de que el hombre siempre quiere tener sexo, por ende, no puede ser violado y tachar de afeminados, cobardes, patéticos y ridículos a aquellos que no posean deseo sexual, que el valor de una mujer depende de su deseabilidad sexual y validar el ejercicio de la sexualidad siempre que se atañe a la mirada y deseo del varón.


May December estrena el 25 de enero en Netflix


Y como siempre sucede, el discurso visto en los medios es el que ocurre día con día en este tipo de abusos. Regresando al caso en concreto de Mary Kay Letourneau y Vili Fualaauu, el propio abogado de Letourneau en una de sus defensas en la corte expresó lo siguiente: “Este niño por el que ella se interesó, no es muy diferente a uno de nosotros, de la misma forma él podría haberse interesado por cualquier otro de los profesores”.


Que, aunque suena escandaloso en 2023, en 1996 era visto como una defensa normal, basta con ver la cantidad de notas y atención que recibía en televisión nacional, no la victima sino su violadora, quien incluso en el episodio de Oprah al que fue como invitada especial describió a detalle la rutina de grooming que extendió por años a través de atenciones especiales, salidas a cenar y pequeños viajes a escondidas con el chico llamándolo “el amor de su vida”.


El mundo no veía una historia de abuso, solo un amor incomprendido y a un chico afortunado. La revista People dedicó una de sus portadas a ella cargando en sus brazos el primer hijo nacido de la violación de Fulauu junto al encabezado “La maestra y el alumno de sexto grado: su extraña historia de amor obsesivo", Steve Letourneau (esposo de Mary Kay) confrontando verbal y físicamente a Fualaau en su casa al enterarse por la correspondencia que intercambiaban, de lo que él entendió como un “amorío”, como si de otro hombre se tratara y no un menor de edad, la madre de Fualaau describiendo al Seattle Times a su hijo como “más allá de la edad una persona muy madura” y “un alma vieja atrapada en un cuerpo joven”, Fulauu recibiendo por la corte la custodia del hijo nacido de la violación mientras Letourneau iba a prisión, aquella descripción publicada en el Times tras haber sido atrapada de nuevo con Fulauu rompiendo el acuerdo de no mantener contacto con él y enviada nuevamente a prisión “Mary Kay Letourneau, de 36 años, ha vuelto a prisión... y sigue desafiante” y sobretodo que en el juicio las declaraciones de Fualaau fueran tomadas en cuenta en la defensa de Letourneau alegando que eran prueba de una relación consensuada. Como si realmente eso fuera posible con el desbalance de poder entre ambos.


La historia no es nueva. Los casos de abuso sexual por profesoras a estudiantes como el de Lisa Lavoie, Alissa McCommon, Melissa Rockensies o Tana Perkins Reneau también han ocupado bastante tiempo los periódicos y la televisión, sin embargo, cuando los guionistas detrás de May December anunciaron que el caso Letourneau sería una inspiración para la película, existía la duda de si una comedia en torno a un caso real de violación podría desafiar la noción del tema en lugar de, como en la mayoría, reforzar el status quo y qué tan necesario era revivir un caso “glamorizado” por la prensa hasta los últimos días de vida de Letourneau.


El director detrás de Carol, Safe o Velvet Goldmine ha hecho una carrera que desde sus inicios con cortometrajes modestos como Superstar: The Karen Carpenter Story mostraba su interés por confrontar a personajes de la esfera pública más allá de la ficción. Su formación no es la de un cineasta sino la de un semiólogo, por eso no es raro encontrar que en sus biopics o adaptaciones literarias infunde sus propios significados más allá de limitarse al mero homenaje o al filme académico que muchos de sus compañeros de generación realizan, y en general el que se populariza en la industria fílmica norteamericana cuya única gracia está en la maestría técnica para que sus imágenes sean una fiel y bella recreación compilatoria de los hechos.



Haynes por ejemplo, en la ya mencionada Superstar: The Karen Carpenter Story, tanto por el reducido presupuesto como por decisión creativa, planta un doble significado ya que, el corto que sigue la vida de la fallecida ex miembro de The Carpenters lo hace a través de una muñeca Barbie y siendo una marca representante del modelo físico hegemónico femenino al progresivamente mostrarla moldeada de forma esquelética con un cuchillo se habla en lo explícito del trastorno dismórfico corporal y la anorexia de su protagonista, y en lo implícito de la ruptura de esta aspiración física en la mujer y la creación de un nuevo modelo aún más peligroso. Mismo que sucede con Richard Carpenter, interpretado por una muñeca Ken que, así como incluye todos los aditamentos para ser un modelo aspiracional masculino lo es también en su actuar; la violencia misógina, el narcisismo, la homofobia y la homosexualidad reprimida y practicada a oscuras.


Una y otra vez, Haynes ha repetido la doble significación: la de Poison y la respuesta conservadora a la homosexualidad, la de Safe y la crisis del VIH a mediados de los 80´s. En su más reciente obra May December ésta no es tan clara de identificar y tropieza atentando contra su propio discurso.


Gracie (Jualianne Moore) fue a prisión hace algunos años tras haber abusado de un joven menor de edad llamado Joe (Charles Melton) mientras ambos trabajaban juntos en una tienda de mascotas. Al salir a la luz el caso, al igual que Letourneau, fue a prisión, su esposo se divorció y sus hijos se mudaron, salió unos años después para casarse y criar los hijos que tuvo con Joe cuando la ley ya no se lo impedía y vivir años en matrimonio con su nueva familia.


En esta vida idílica de familia suburbana de clase alta es en la que se inserta Elizabeth (Natalie Portman), una joven actriz que busca interpretar a Gracie en una película sobre su caso, quien se muda a Savannah, Georgia para acercarse a ellos y en el proceso termina alterando su estabilidad familiar.


Elizabeth al ser alguien externo al núcleo familiar-escolar-vecinal de Gracie y Joe en apariencia sería un narrador y testigo más imparcial en torno a lo acontecido entre ambos, pero tan pronto como aparece en pantalla se nos deja en claro, que ella miente y pone en práctica conductas igual o más abusivas que las que Gracie utiliza con la gente de su entorno para controlarlas y que, gradualmente tras mezclarse con ellos comienza a ser una abusadora más en la vida de otras personas.


La comedia viene de la exageración: Gracie llorando desconsoladamente por no poder vender un pastel, dando comentarios gordofóbicos en la prueba de vestuario para la graduación de su hija, Elizabeth fingiendo tener sexo en donde se cometió el abuso años atrás, o la explicación de ésta ante un grupo de alumnos que le preguntan cómo es interpretar escenas de sexo.


La Crítica de May December


Haynes va a contracorriente de una de las formas en que se retratan a las perpetradoras de abuso sexual pues en lugar de invertir las conductas y roles de género a fin de humillar a las víctimas y al sobreviviente de la violación, él lo hace con la edad.


Gracie es una mujer arriba de los 50 incapaz de mantenerse a sí misma, cuyo mejor trabajo y época presume fue “teniendo un amorío con Joe en la tienda de mascotas”, que vende pasteles a vecinos y familiares quienes le compran más por lástima que por gusto, que hace berrinches cuando las cosas que no salen como ella quiere y que tanto sus hijos con su anterior esposo como los que cría con Joe la encuentran manipuladora, patética y por momentos insoportable. Elizabeth es una actriz de la misma forma de poco renombre y seriedad que a la menor provocación termina contando intimidades a muchachos de secundaria, que en su preparación para un papel termina mezclando sus problemas familiares y siendo invasiva, que se involucra sexualmente con quienes entrevista y que da cátedras de pena ajena de actuación frente a las cámaras.


Joe por otro lado, es un hombre de 38 años que ha sabido sacar adelante a sus 3 hijos pese a los descuidos y maltratos de su esposa con ellos, así como de lo joven en que fue convertido en padre, y que, pese a sus obligaciones ha encontrado consuelo en grupos en internet con los que comparte consejos para formar criaderos caseros de mariposas monarca que luego ha de liberar.


Aquí es donde entran los signos confusos. A simple vista al revertir la humillación ejercida por años a los sobrevivientes de agresiones sexuales y burlarse de los problemáticos comportamientos de sus maltratadores como la inmadurez, la irresponsabilidad, su inadaptación social y lo penoso de sus coqueteos, acercamientos y de su misma voluntad por vulnerar a los demás, es una retribución para quienes por años han sido retratados de la misma manera solo por haber sufrido hostilidades y denunciarlas.


Pero hay un doble significado muy riesgoso que se alcanza a colar: al ser Gracie una mujer vista como niña berrinchuda e inmadura que jamás creció justificara lo que hizo y que Joe al ser una persona socialmente responsable y funcional desde temprana edad tuviera las herramientas verbales y psicológicas para continuar la relación y consentir lo que sucedía. Lo que la mamá de Fualaau, el ex esposo de Letourneur y ella misma argumentaron.


Sería osado afirmar que Haynes defiende la narrativa de autonomía, plena consciencia y determinación de Fualaau que lo hacían capaz de consentir. La película no lo dice explícitamente y, al contrario, utiliza a Joe en sus últimos minutos para entender la violencia que ha sufrido por ambas, Gracie y Elizabeth, pero en este punto deja tras de sí una cantidad de significados desconcertantes que terminan haciendo tropezar el discurso final que plantea.


May December con Natalie Portman


En 2006 Fualaau de 22 años y cumpliendo su primer aniversario con Letourneur declaró: “Siento que realmente no tengo un lugar excepto que soy el marido de su madre”. En ese momento atravesaba una severa depresión, problemas con las drogas y de conducción bajo la influencia del alcohol; todo mientras intentaba integrarse a la familia de Letourneur, con quien era solamente un año mayor que uno de sus hijos.


En el décimo aniversario de matrimonio Fualaau comentó en entrevista con Barbara Walters en ABC News que creía que “el sistema la había fallado como niño”. Aunque seguían juntos, tenían hijos y una vida (en sus palabras) complaciente, se sentía decepcionado.


Tal vez la incertidumbre y la desprotección en la que Haynes abandona a su personaje es la misma que su homologo sufrió y desafortunadamente sufre pues, apenas hace 3 años en la última entrevista concedida a Dr. Oz por Fualaau tras la muerte de Leoturneur, éste le pregunta “¿Todo va a estar bien?” a lo que él responde “No lo sé”.


El abuso sexual hacia los hombres no es tomado en serio, eso no significa que el de las mujeres sí. La representación en cine y televisión importa porque nos ayuda a confrontar y cuestionar lo cotidiano, ahí se asoma el fracaso del sistema educativo y el poderío de los medios. Rondan historias de pueblitos escandalizados por la exhibición de una obra o procesos legales iniciados a partir de ficciones como prueba del efecto que tienen fuera de la pantalla.


May December llega justo en el momento en que la complacencia y el espectáculo de los denominados “autores” buscan suplir el desinterés del público por el cine de pastelazo al que nos acostumbraron los superhéroes con pobres resultados. Véase la taquilla de Napoleón o Beau is Afraid, quienes con su despliegue de extras y escenarios se asemejaban más al empacho de Marvel o DC que al tipo de cine que presumen hacer. De su calidad y su discurso ni se diga que en su pereza mental y su egolatría han cedido a lo moralista.


May December, basada en hechos reales


Por eso se aprecia que el Haynes de ahora como el de los 90´s da pie a la interpretación, nos concede la facultad de significar lo que vemos sin reducirnos a receptores. Cabe en nosotros llenar el resto.


Ese es el riesgo del intérprete, algo que perdimos al ser espectador tanto en la pantalla como en la vida diaria. Las vejaciones lejanas decidimos reírnos y disfrutarlas cómodamente en la sala de cine, así como a diario invertimos horas haciendo lo mismo a las que ocurren del otro lado de la cámara de un teléfono. Como se hizo con Fualaau.



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