Dicen que, si tienes algo mejor que hacer, evites a toda costa ver una mala película, lo cierto es que a veces el cine nos hace bien, no sólo porque se trate de una buena historia o unas actuaciones memorables, sino simplemente por el placer de desconectarse del mundo y vibrar en una frecuencia diferente a la del trabajo cotidiano.

Eso es más o menos lo que ocurre cuando entras a una sala casi vacía, a ver una película que nunca habías oído mencionar, pero que promete porque te dejas llevar por el hecho de que, al menos, conoces de antemano la banda sonora.

Y es que, por sí mismas, las comedias románticas ya no tienen mucho que ofrecer al espectador, los guionistas se han acabado todo cliché para contar las historias rosas, así que no queda más que resignarse al final felizmente predecible de “el amor lo puede todo” y si acaso disfrutar del plus actoral que puedan imprimirle sus protagonistas.

Love Again (2023) no es la excepción, se trata de una trama romántica predecible que aborda, muy de pasada, temas como el duelo y el abandono, sin profundizar en ninguno, al grado de que lo único rescatable es el muy bien formado torso del actor escocés Sam Heughan (Rob Burns) y la aparición de la diva canadiense Celine Dion, quien había estado retirada de los escenarios desde que en diciembre pasado hablara de la rara enfermedad que padece.

La protagonista, Priyanka Chopra (Mira Ray), es una destacada actriz india que había pasado de ser villana en la cinta Baywatch, a participar en la cuarta película de la saga The Matrix, pero que en esta película no encontró el tono. Su duelo no conmueve y su enamoramiento está lejos de ser convincente.

Salpicada con la música de Céline, la película dirigida por James C. Strouse sólo levanta cuando hace aparición la intérprete de My Hearth Will Go on, cuya presencia y apariencia hablan más del sufrimiento que se vive tras un duelo que la propia Chopra.

Con algunas alusiones a su fallecido esposo Rene, Dione es quien pone los puntos sobre las ies respecto a las emociones, las vivencias y el dolor que conlleva enamorarse y perder al ser amado.

Todo esto la convierte en una película de culto, pero sólo para los amantes de Céline, quienes seguramente disfrutarán de los momentos musicales y uno que otro gag cómico, pero sobre todo, de verla recuperándose con éxito del llamado Síndrome de Persona Rígida que la obligó en diciembre pasado a bajarse de su gira y disculparse con su público por esa pausa obligada.

Es cierto que no será para echar campanas al vuelo, su salud es delicada y su aspecto sigue siendo de fragilidad, pero el ánimo con el que se planta para interpretar una ficción de sí misma, seguro que dejará complacidos a sus fans, a quienes puede no quedarles claro si produce o no la cinta porque la información es confusa.

En fin que, si quieres ver una comedia romántica, seguro que hay mejores, pero si no encontraste otra cosa en la cartelera, desquita tu boleto con la banda sonora de lo más nuevo en cuanto a música de Dione se refiere, cinco temas inéditos interpretados con la misma fuerza de la reina del espectáculo nocturno de Las Vegas.

Después de todo, no puedes ver cada semana exorcismos, aventuras de Mario Bros o Guardianes de la Galaxia.