¡Prepara pañuelos! Llegó el Pinocho de Guillermo del Toro
POR: THALÍA BALLESTEROS
14-12-2022 12:28:51
Pinocho, una historia infantil con la que muchos crecimos, con la creamos un gran temor por convertirnos en burros y sentimos gran ternura por un sueño tan básico como lo es ser “un niño de verdad”… Esa historia ha tenido varias adaptaciones pero Netflix nos trajo la del ganador del Oscar, Guillermo del Toro y rápidamente se convirtió en la película más vista en plataformas.
La evolución de la animación siempre ha sido un deleite visual y es que ver hasta las costuras de los vestidos de los personajes es, hoy en día, un gran logro. Dejando de lado la magia digital, está está técnica muy especial y artesanal como lo es el stop motion, un montón de monitos moviéndose cuadro por cuadro para crear magia visual.
La historia de Pinocho está situada en Italia, durante la promoción de Benito Mussolini, es un relato sobre la muerte y el duelo, pero también sobre el amor y el significado de ser madre o padre.
Al morir su hijo Carlo, Gepetto cae en la desesperación y crea un muñeco de madera que pueda tomar su lugar; el espíritu del bosque le mete vida y lo nombra Pinocho, convirtiendo a Sebastián J. Grillo en su guía moral.
Pero nuestro protagonista es mucho más entusiasta y un poco rebelde, por lo que su curiosidad por el mundo no puede ser controlada, dando paso a un increíble viaje que pondrá a prueba su corazón.
Es una película que se disfruta de principio a fin, como adulto la ves desde otra perspectiva, un lado emocional donde comprendes de lleno las frustraciones y tristezas de Gepetto, pero también recuerdas con nostalgia las travesuras y la inocencia de un ser niño.
En el lado visual es una experiencia increíble, los detalles, los escenarios, el tiempo invertido en crear esta magia valió totalmente la pena. No por nada ya se encuentra nominada a los Globos de Oro en tres categorías: Mejor Película Animada, Mejor Canción Original y Mejor Banda Sonora.
Recomiendo esta película para niños y grandes, para reír y llorar de ser necesario, apreciar el arte visual, el stop motion que nos trajo este director y claro disfrutar un cuento que tantas veces ha sido contado pero no de esta manera.
Es por eso que le doy 5 Thalíestrellas.
Pinocho, una historia infantil con la que muchos crecimos, con la creamos un gran temor por convertirnos en burros y sentimos gran ternura por un sueño tan básico como lo es ser “un niño de verdad”… Esa historia ha tenido varias adaptaciones pero Netflix nos trajo la del ganador del Oscar, Guillermo del Toro y rápidamente se convirtió en la película más vista en plataformas.
La evolución de la animación siempre ha sido un deleite visual y es que ver hasta las costuras de los vestidos de los personajes es, hoy en día, un gran logro. Dejando de lado la magia digital, está está técnica muy especial y artesanal como lo es el stop motion, un montón de monitos moviéndose cuadro por cuadro para crear magia visual.
La historia de Pinocho está situada en Italia, durante la promoción de Benito Mussolini, es un relato sobre la muerte y el duelo, pero también sobre el amor y el significado de ser madre o padre.
Al morir su hijo Carlo, Gepetto cae en la desesperación y crea un muñeco de madera que pueda tomar su lugar; el espíritu del bosque le mete vida y lo nombra Pinocho, convirtiendo a Sebastián J. Grillo en su guía moral.
Pero nuestro protagonista es mucho más entusiasta y un poco rebelde, por lo que su curiosidad por el mundo no puede ser controlada, dando paso a un increíble viaje que pondrá a prueba su corazón.
Es una película que se disfruta de principio a fin, como adulto la ves desde otra perspectiva, un lado emocional donde comprendes de lleno las frustraciones y tristezas de Gepetto, pero también recuerdas con nostalgia las travesuras y la inocencia de un ser niño.
En el lado visual es una experiencia increíble, los detalles, los escenarios, el tiempo invertido en crear esta magia valió totalmente la pena. No por nada ya se encuentra nominada a los Globos de Oro en tres categorías: Mejor Película Animada, Mejor Canción Original y Mejor Banda Sonora.
Recomiendo esta película para niños y grandes, para reír y llorar de ser necesario, apreciar el arte visual, el stop motion que nos trajo este director y claro disfrutar un cuento que tantas veces ha sido contado pero no de esta manera.
Es por eso que le doy 5 Thalíestrellas.
