La masacre de Texas: un perfecto slasher y una pésima secuela
POR: ISRAEL YERENA
05-03-2022 18:10:58

Tras casi 50 años de haber estado en silencio, la sierra volvió a rugir. Luego de casi cinco décadas de cordura, Leatherface enloqueció una vez más, ¡y lo hizo de la forma más brutal posible! en La Masacre de Texas.
Lo que están a punto de leer no es una reseña; no, esto es algo personal. La nueva Masacre de Texas, del director David Blue Garcia y el productor Fede Álvarez, ha recibido críticas mixtas entre los que están de acuerdo en que es una pésima secuela del clásico de culto original y entre aquellos que disfrutaron del baño de sangre que ofrece.
La verdad es que se trata de una mala secuela (o mejor dicho, ¿recuela?), sí, pero también de un gran y satisfactorio slasher como pocos en los últimos años. Por eso, vamos a defender esta cinta como se merece y con todo nuestro amor por Leatherface pero, también, seremos lo más severos que podamos con ella.
Lo bueno de la nueva Masacre de Texas:
- Su contenido gore, aunque no en extremo explícito, muestra una grata y satisfactoria cantidad de sangre. Además, a pesar de que varios de sus efectos especiales se perciben un tanto computarizados, la violencia y sadismo que Leatherface ejerce sobre sus víctimas nos entregan a una de las versiones más salvajes (si no es la que más) de este asesino.
- A lo largo de la película se muestran pequeñas pero notorias referencias a la cinta original, ya sea en forma de objetos (dibujos, periódicos o souvenirs) y hasta de comportamientos: como el que Leatherface arrastre su pierna derecha en alusión a la herida que se hace con la sierra en la cinta del 74; así como su clásico delantal amarillo, corbata y el maquillaje de mujer en su máscara (que cabe decir, es la primera vez que usa un rostro de mujer como rostro principal desde el inicio y hasta el final).
- Debido a su corta duración, la trama no pierde tiempo en buscar ser profunda o crítica, simple y sencillamente se presentan a las víctimas que serán destazadas por el psicópata (aunque a cambio de sacrificar un mejor guion). Es un slasher puro y duro, sin pretensiones de grandeza, sólo de saciar el morbo.
- Sally (Olwen Fouéré) no es una heroína ni tiene por qué serlo. Sally no necesita ser una Laurie Strode (‘Halloween (2018)’) o una Sidney (‘Scream 5’); ¡No! Aquí es un personaje que no copia la idea de ser la mujer que salva el día ni la sobreviviente indestructible; en cambio, es egoísta y ciega de venganza, por lo que afortunadamente su personalidad es diferente a las dos protagonistas anteriores, lo que la hace interesante a su manera y lo bastante alejada de ellas como para no ser una copia de estos personajes.
- Lejos de ser “inclusiva” o “correcta”, la película se burla de este tipo de cosas y hasta critica (muy suavemente) prácticas como la gentrificación. Además, ya haya sido intencional o no, sus protagonistas son tan vacíos y escuetos que además de que es catártico verlos sufrir y perecer, se agradece en extremo que el final de la película no sea un final feliz; al contrario, es incluso sorpresivo e impactante.
- Se sigue respetando la personalidad y motivos de Leatherface en su actuar: es un hombre trastornado que no distingue entre el bien y el mal; es violento, sí, pero sólo cuando se le obliga a serlo.
- La confrontación verbal entre Sally y Leatherface es sencilla pero potente: a él no le importa quiénes sean sus víctimas; Cara de cuero sólo mata porque es la vida que se le enseñó a vivir.
- El pequeño guiño/homenaje al famoso baile de Leatherface con la motosierra al final de la película original fue, sencillamente, hermoso.
Lo malo de la nueva Masacre de Texas:
- Leatherface pierde su esencia de asesino “humano” para convertirse en una especie de “super hombre” capaz de resistir graves daños e incluso pareciera tener “tintes sobrenaturales” por momentos. Lo anterior no es malo para personajes como Jason o Michael Myers, pero sí para uno que durante toda su franquicia fue un simple mortal.
- La presentación tanto de Sally como de Cara de cuero (Mark Burnham) es demasiado pobre e insatisfactoria. No está mal que la cinta entre de lleno en la sangre y el gore, pero tras 48 años de no saber nada del asesino y de la sobreviviente, era necesario conocer un poco más de su historia y cómo es que ambos llegaron a ese punto de su vida.
- La idea de la trama es lo bastante sencilla como para poder funcionar bien, desgraciadamente, el guion tiene graves fallas y varios sin sentidos; además, claro, de que la edición de la cinta es bastante mala en varias escenas y montajes, por lo que hay bastantes cosas que no tienen sentido.
- El canibalismo se deja totalmente de lado, siendo que es uno de los elementos principales de la franquicia.
- El tiempo de Sally en pantalla es casi una ofensa para la importancia del personaje en la cinta original. Como hemos dicho, ella no tiene por qué ser como Laurie o Sidney (además, si hubiera sido como ellas, sería más criticada y comparada), pero tomando en cuenta el peso de esta final girl en la historia del cine de terror, merecía más tiempo a cuadro.
- La escena del autobús, al igual que la película en general, se ama o se odia. Para algunos resultó un festín de gore bien logrado, para otros, un motivo “de pena ajena”.

En pocas palabras: Esta nueva Masacre de Texas no es, ni de cerca, la secuela/recuela que la original Masacre merecía…pero sí es, de principio a fin, un gran, enorme y placentero slasher.
Tras casi 50 años de haber estado en silencio, la sierra volvió a rugir. Luego de casi cinco décadas de cordura, Leatherface enloqueció una vez más, ¡y lo hizo de la forma más brutal posible! en La Masacre de Texas.
Lo que están a punto de leer no es una reseña; no, esto es algo personal. La nueva Masacre de Texas, del director David Blue Garcia y el productor Fede Álvarez, ha recibido críticas mixtas entre los que están de acuerdo en que es una pésima secuela del clásico de culto original y entre aquellos que disfrutaron del baño de sangre que ofrece.
La verdad es que se trata de una mala secuela (o mejor dicho, ¿recuela?), sí, pero también de un gran y satisfactorio slasher como pocos en los últimos años. Por eso, vamos a defender esta cinta como se merece y con todo nuestro amor por Leatherface pero, también, seremos lo más severos que podamos con ella.
Lo bueno de la nueva Masacre de Texas:
- Su contenido gore, aunque no en extremo explícito, muestra una grata y satisfactoria cantidad de sangre. Además, a pesar de que varios de sus efectos especiales se perciben un tanto computarizados, la violencia y sadismo que Leatherface ejerce sobre sus víctimas nos entregan a una de las versiones más salvajes (si no es la que más) de este asesino.
- A lo largo de la película se muestran pequeñas pero notorias referencias a la cinta original, ya sea en forma de objetos (dibujos, periódicos o souvenirs) y hasta de comportamientos: como el que Leatherface arrastre su pierna derecha en alusión a la herida que se hace con la sierra en la cinta del 74; así como su clásico delantal amarillo, corbata y el maquillaje de mujer en su máscara (que cabe decir, es la primera vez que usa un rostro de mujer como rostro principal desde el inicio y hasta el final).
- Debido a su corta duración, la trama no pierde tiempo en buscar ser profunda o crítica, simple y sencillamente se presentan a las víctimas que serán destazadas por el psicópata (aunque a cambio de sacrificar un mejor guion). Es un slasher puro y duro, sin pretensiones de grandeza, sólo de saciar el morbo.
- Sally (Olwen Fouéré) no es una heroína ni tiene por qué serlo. Sally no necesita ser una Laurie Strode (‘Halloween (2018)’) o una Sidney (‘Scream 5’); ¡No! Aquí es un personaje que no copia la idea de ser la mujer que salva el día ni la sobreviviente indestructible; en cambio, es egoísta y ciega de venganza, por lo que afortunadamente su personalidad es diferente a las dos protagonistas anteriores, lo que la hace interesante a su manera y lo bastante alejada de ellas como para no ser una copia de estos personajes.
- Lejos de ser “inclusiva” o “correcta”, la película se burla de este tipo de cosas y hasta critica (muy suavemente) prácticas como la gentrificación. Además, ya haya sido intencional o no, sus protagonistas son tan vacíos y escuetos que además de que es catártico verlos sufrir y perecer, se agradece en extremo que el final de la película no sea un final feliz; al contrario, es incluso sorpresivo e impactante.
- Se sigue respetando la personalidad y motivos de Leatherface en su actuar: es un hombre trastornado que no distingue entre el bien y el mal; es violento, sí, pero sólo cuando se le obliga a serlo.
- La confrontación verbal entre Sally y Leatherface es sencilla pero potente: a él no le importa quiénes sean sus víctimas; Cara de cuero sólo mata porque es la vida que se le enseñó a vivir.
- El pequeño guiño/homenaje al famoso baile de Leatherface con la motosierra al final de la película original fue, sencillamente, hermoso.
Lo malo de la nueva Masacre de Texas:
- Leatherface pierde su esencia de asesino “humano” para convertirse en una especie de “super hombre” capaz de resistir graves daños e incluso pareciera tener “tintes sobrenaturales” por momentos. Lo anterior no es malo para personajes como Jason o Michael Myers, pero sí para uno que durante toda su franquicia fue un simple mortal.
- La presentación tanto de Sally como de Cara de cuero (Mark Burnham) es demasiado pobre e insatisfactoria. No está mal que la cinta entre de lleno en la sangre y el gore, pero tras 48 años de no saber nada del asesino y de la sobreviviente, era necesario conocer un poco más de su historia y cómo es que ambos llegaron a ese punto de su vida.
- La idea de la trama es lo bastante sencilla como para poder funcionar bien, desgraciadamente, el guion tiene graves fallas y varios sin sentidos; además, claro, de que la edición de la cinta es bastante mala en varias escenas y montajes, por lo que hay bastantes cosas que no tienen sentido.
- El canibalismo se deja totalmente de lado, siendo que es uno de los elementos principales de la franquicia.
- El tiempo de Sally en pantalla es casi una ofensa para la importancia del personaje en la cinta original. Como hemos dicho, ella no tiene por qué ser como Laurie o Sidney (además, si hubiera sido como ellas, sería más criticada y comparada), pero tomando en cuenta el peso de esta final girl en la historia del cine de terror, merecía más tiempo a cuadro.
- La escena del autobús, al igual que la película en general, se ama o se odia. Para algunos resultó un festín de gore bien logrado, para otros, un motivo “de pena ajena”.
En pocas palabras: Esta nueva Masacre de Texas no es, ni de cerca, la secuela/recuela que la original Masacre merecía…pero sí es, de principio a fin, un gran, enorme y placentero slasher.