Inexperiencia y decisiones incorrectas: ¡Ánimo juventud!
POR: THALIA BALLESTEROS
22-09-2021 17:54:26

Todos pasamos por la etapa de ser jóvenes e inexpertos. Ese período donde se quiere apurar la vida adulta y evitar la parte que nos aburre pero sin dejar de encajar en la sociedad, en un grupo de “amigos” o, simplemente, trascender de la mejor manera posible. ¡Ánimo, juventud!, película dirigida por Carlos Armella, sigue la historia de cuatro adolescentes se enfrentan a situaciones absurdas y dolorosas en el difícil paso de dejar de ser niños.
La cinta entrelaza estas 4 vidas sin experiencia, nos hace sentir y recordar lo que vivimos a esa edad. Esa sensación de no saber qué hacer, de sentir “amor” y de querer siempre ser vista o visto aun cuando no se hace lo correcto. Todos ellos coinciden en una cosa: se enfrentan al difícil paso de convertirse en adultos.
Martín, un grafitero romántico, tras esperar mucho tiempo, decide conocer y expresar sus sentimientos a su amor platónico, hecho que lo meterá en problemas. Daniel, por su parte, ha aguantado a las malas experiencias y se ha mantenido firme en sus convicciones, pero un traspié con autoridades corruptas cambia su forma de pensar.
Dulce es una pseudolíder entre su grupo de amigas de la escuela. Se muestra sarcástica y matona, cuando en realidad solo busca aceptación, pero no sabe bien como expresarlo. Pedro, negándose a ser “normal” en un mundo donde eso se exige, inventa su propio lenguaje hablado, enloqueciendo a maestros y a su propia familia disfuncional.
Este film de una hora 45 minutos, nos brinda una ola de emociones desbordadas, y un dedo mutilado que nos mantendrán pegados a la pantalla esperando que estos chicos resuelvan sus problemas existenciales, sabiendo que en la realidad no se resuelve nada con satisfacción. Siempre habrá una constante lucha por estar mejor.
¡Ánimo juventud! nos muestra también que podemos redescubrir la sexualidad, que tampoco es una tarea fácil, no solo es sentir amor si no placer, en un país como México, lleno de tabúes donde a los hijos solo se les habla de religión pero nunca de sexo, con tasas tan grandes de embarazos en adolescentes.
El hecho de que se trate de personas de entre 16 y 18 años de edad, nos remonta a épocas y situaciones tan comunes en nuestro país, donde las cosas se complican al doble, la moral no es suficiente, y en este largometraje salen a la luz los topes de ser joven y no tener rumbo, o tener rumbo pero no tener el poder o tener el poder pero no tener la empatía.
Todos pasamos por la etapa de ser jóvenes e inexpertos. Ese período donde se quiere apurar la vida adulta y evitar la parte que nos aburre pero sin dejar de encajar en la sociedad, en un grupo de “amigos” o, simplemente, trascender de la mejor manera posible. ¡Ánimo, juventud!, película dirigida por Carlos Armella, sigue la historia de cuatro adolescentes se enfrentan a situaciones absurdas y dolorosas en el difícil paso de dejar de ser niños.
La cinta entrelaza estas 4 vidas sin experiencia, nos hace sentir y recordar lo que vivimos a esa edad. Esa sensación de no saber qué hacer, de sentir “amor” y de querer siempre ser vista o visto aun cuando no se hace lo correcto. Todos ellos coinciden en una cosa: se enfrentan al difícil paso de convertirse en adultos.
Martín, un grafitero romántico, tras esperar mucho tiempo, decide conocer y expresar sus sentimientos a su amor platónico, hecho que lo meterá en problemas. Daniel, por su parte, ha aguantado a las malas experiencias y se ha mantenido firme en sus convicciones, pero un traspié con autoridades corruptas cambia su forma de pensar.
Dulce es una pseudolíder entre su grupo de amigas de la escuela. Se muestra sarcástica y matona, cuando en realidad solo busca aceptación, pero no sabe bien como expresarlo. Pedro, negándose a ser “normal” en un mundo donde eso se exige, inventa su propio lenguaje hablado, enloqueciendo a maestros y a su propia familia disfuncional.
Este film de una hora 45 minutos, nos brinda una ola de emociones desbordadas, y un dedo mutilado que nos mantendrán pegados a la pantalla esperando que estos chicos resuelvan sus problemas existenciales, sabiendo que en la realidad no se resuelve nada con satisfacción. Siempre habrá una constante lucha por estar mejor.
¡Ánimo juventud! nos muestra también que podemos redescubrir la sexualidad, que tampoco es una tarea fácil, no solo es sentir amor si no placer, en un país como México, lleno de tabúes donde a los hijos solo se les habla de religión pero nunca de sexo, con tasas tan grandes de embarazos en adolescentes.
El hecho de que se trate de personas de entre 16 y 18 años de edad, nos remonta a épocas y situaciones tan comunes en nuestro país, donde las cosas se complican al doble, la moral no es suficiente, y en este largometraje salen a la luz los topes de ser joven y no tener rumbo, o tener rumbo pero no tener el poder o tener el poder pero no tener la empatía.