Alex (Michael Socha) y Jim (Danny Morgan) son dos amigos en busca de un único objetivo: lograr que el segundo pierda su virginidad antes de cumplir 30 años. Ambos podrían conseguir su objetivo gracias a Kitty (Kelly Wenham) y Lulu (Georgia Groome), dos hermanas en busca de un virginal soltero para exprimirle hasta la última gota… de sangre. 

Cita sangrienta (Double date, 2017) es una muy graciosa y sangrienta comedia del director Benjamin Barfoot. Sus extravagantes situaciones y sus entrañables personajes la convierten en la perfecta mezcla de risas, gore y suspenso.

Gran parte de esto se debe, sobre todo, a la relación fraternal entre Alex y Jim, quienes son el claro estereotipo (pero también retrato) de la relación más pura entre dos amigos. Así, ambos están dispuestos a sacrificarse por el otro, pero también a dejarlo en ridículo en cada oportunidad que se tenga.

En el otro extremo tenemos a Kitty y Lulu, un par de mujeres cuya aura irradia sensualidad y misterio, además, claro, de tener un peculiar gusto por la sangre de hombres vírgenes para cumplir un extraño ritual familiar.

Todos ellos conforman una mezcla perfecta para el desastre, aunque uno con mucha comedia y momentos gore bastante dignos. Con esto queremos decir que si bien Cita sangrienta presenta diversas situaciones exageradas y hasta ridículas, provocan varias carcajadas de forma natural y no por pena ajena.

Otro gran punto a favor son los momentos finales del metraje, pues aunque el 90 por ciento de este se desenvuelve entre elementos cómicos, sus últimos minutos se desarrollan completamente en el terreno del terror; uno muy sorpresivo, a decir verdad.

En resumen, Cita sangrienta es una sencilla pero efectiva comedia, con una historia fresca construida sobre risas y sustos.