Panorama hacia la reactivación de las filmaciones
POR: ALEX VANSS
15-08-2020 14:42:55
Los fondos públicos han constituido un apoyo fundamental para la producción cinematográfica nacional, sin embargo, las recientes desapariciones de algunos fideicomisos dedicados al cine, los reajustes presupuestales y la pandemia, ha provocado incertidumbre en la comunidad cinematográfica que no ha podido regresar a los sets de filmación debido a las medidas sanitarias impuestas para evitar el contagio y propagación del COVID19, aunque ya se han establecido protocolos que permitan regresar a trabajar.
Esta preocupación fue abordada en la mesa “Reiniciar la Industria. Transformaciones ineludibles en la producción cinematográfica”, que se realizó en el marco de la 16 edición del Festival Internacional de Cine de Monterrey (FICMonterrey) y en la cual participaron María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Tábata Vilar, directora de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE) y Hugo Villa, director de la Filmoteca UNAM, además de Juan Manuel González, director del FICMonterrey, quien moderó la charla.
Y es que a pesar de los buenos números y la disposición de instituciones como el IMCINE, continúa la preocupación ante las dificultades presupuestales que tendrá el cine para reactivarse luego del parón por el COVID19.
Hay varios factores que pueden elevar los costos en las producciones, como las Pruebas PCR que pueden oscilar entre los mil y dos mil pesos, la negativa de los seguros para otorgar una pólizas y la aplicación del protocolo de Seguridad Audiovisual COVID19 - el cual puede ser consultado en la página seguridadaudiovisual.mx - sin embargo, Tábata Vilar se mostró positiva de cara al 2021, año que puede representar un momento de oportunidad para la industria audiovisual la cual en esta pandemia ha demostrado su valía y ahora deberá satisfacer la demanda generada.
"El IMCINE tiene sus presupuestos del EFICINE, que es lo más importante y yo creo que el gran reto va a ser administrar que no todos comiencen a filmar al mismo tiempo, y yo estoy segura que esto va a generar oportunidades en otros polos del país que no sean la Ciudad de México", señaló la directora de la CANACINE, quien precisó que las filmaciones en la CDMX aún no se han reactivado.
Pero en el tema de los fideicomisos aún hay fantasmas que inquietan a la comunidad fílmica a pesar de que María Novaro ha ratificado su continuación y fortalecimiento, tema que ya se trabaja en el legislativo, "el número de películas producidas el año pasado (2019) fue el número récord de la historia del cine mexicano (...) la producción cinematográfica en México, de acuerdo al Anuario del 2019, registró muy claramente que la mitad de la producción cinematográfica se hacía con apoyos públicos, lo cual habla de que la industria ha despegado y de que la mitad se hace de manera privada, de esa mitad (apoyos públicos) la mayoría se hace con el apoyo del Eficine", compartió la también cineasta María Novaro.
Quien fue un tanto más escéptico con las reactivaciones tanto de las salas de cine como de las filmaciones fue Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM, quien hizo una analogía de la industria con un enfermo de tuberculosis, el cual ante una nueva ola del COVID19 - la cual se espera en octubre de este año- podría matar al cine nacional, "nuestra industria es un enfermo de tuberculosis, es una industria extremadamente frágil que trabaja con muchas ganas y un profesionalismo enorme, con cada vez más voces desde más lugares que están participando pero la situación sí es grave".
Villa Smythe confía en que la reactivación provenga de las grandes historias que se puedan realizar con presupuestos bajos y crews reducidos que permitan continuar haciendo cine, así como de la distribución y exhibición pero también de los gobiernos municipales y estatales, quienes coadyuven como copartícipes financieros "si se buscan fondos en el gobierno federal que haya una contraparte aunque sea mucho menor pero que esté fomentando al cine local", compartió.
Es importante que para la tranquilidad de los miembros de la industria fílmica nacional, desde la Canacine se han articulado mecanismos de supervisión cuyo objetivo es evitar malas prácticas en los rodajes, se trata de un Supervisor COVID, quien será el responsable de vigilar que los protocolos se cumplan y que no se ponga en riesgo a ningún miembro del crew o el elenco, esto ante cartas que han circulado en grupos de producción y postproducción en Facebook donde se exenta de responsabilidad a las Productoras si alguien llegara a enfermar de COVID.
Este Supervisor reportará a un Comité de Vigilancia, el cual si bien no cuenta con "dientes" para otorgar un castigo jurídico, sí podrá hacer recomendaciones de carácter moral. Sin embargo, Vilar Vila confía en que estas prácticas no se presenten en las productoras cinematográficas aunque confiesa que esto sucede con mayor facilidad en el área de la publicidad donde los contratos son más cortos.
Los fondos públicos han constituido un apoyo fundamental para la producción cinematográfica nacional, sin embargo, las recientes desapariciones de algunos fideicomisos dedicados al cine, los reajustes presupuestales y la pandemia, ha provocado incertidumbre en la comunidad cinematográfica que no ha podido regresar a los sets de filmación debido a las medidas sanitarias impuestas para evitar el contagio y propagación del COVID19, aunque ya se han establecido protocolos que permitan regresar a trabajar.
Esta preocupación fue abordada en la mesa “Reiniciar la Industria. Transformaciones ineludibles en la producción cinematográfica”, que se realizó en el marco de la 16 edición del Festival Internacional de Cine de Monterrey (FICMonterrey) y en la cual participaron María Novaro, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Tábata Vilar, directora de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE) y Hugo Villa, director de la Filmoteca UNAM, además de Juan Manuel González, director del FICMonterrey, quien moderó la charla.
Y es que a pesar de los buenos números y la disposición de instituciones como el IMCINE, continúa la preocupación ante las dificultades presupuestales que tendrá el cine para reactivarse luego del parón por el COVID19.
Hay varios factores que pueden elevar los costos en las producciones, como las Pruebas PCR que pueden oscilar entre los mil y dos mil pesos, la negativa de los seguros para otorgar una pólizas y la aplicación del protocolo de Seguridad Audiovisual COVID19 - el cual puede ser consultado en la página seguridadaudiovisual.mx - sin embargo, Tábata Vilar se mostró positiva de cara al 2021, año que puede representar un momento de oportunidad para la industria audiovisual la cual en esta pandemia ha demostrado su valía y ahora deberá satisfacer la demanda generada.
"El IMCINE tiene sus presupuestos del EFICINE, que es lo más importante y yo creo que el gran reto va a ser administrar que no todos comiencen a filmar al mismo tiempo, y yo estoy segura que esto va a generar oportunidades en otros polos del país que no sean la Ciudad de México", señaló la directora de la CANACINE, quien precisó que las filmaciones en la CDMX aún no se han reactivado.
Pero en el tema de los fideicomisos aún hay fantasmas que inquietan a la comunidad fílmica a pesar de que María Novaro ha ratificado su continuación y fortalecimiento, tema que ya se trabaja en el legislativo, "el número de películas producidas el año pasado (2019) fue el número récord de la historia del cine mexicano (...) la producción cinematográfica en México, de acuerdo al Anuario del 2019, registró muy claramente que la mitad de la producción cinematográfica se hacía con apoyos públicos, lo cual habla de que la industria ha despegado y de que la mitad se hace de manera privada, de esa mitad (apoyos públicos) la mayoría se hace con el apoyo del Eficine", compartió la también cineasta María Novaro.
Quien fue un tanto más escéptico con las reactivaciones tanto de las salas de cine como de las filmaciones fue Hugo Villa, director de la Filmoteca de la UNAM, quien hizo una analogía de la industria con un enfermo de tuberculosis, el cual ante una nueva ola del COVID19 - la cual se espera en octubre de este año- podría matar al cine nacional, "nuestra industria es un enfermo de tuberculosis, es una industria extremadamente frágil que trabaja con muchas ganas y un profesionalismo enorme, con cada vez más voces desde más lugares que están participando pero la situación sí es grave".
Villa Smythe confía en que la reactivación provenga de las grandes historias que se puedan realizar con presupuestos bajos y crews reducidos que permitan continuar haciendo cine, así como de la distribución y exhibición pero también de los gobiernos municipales y estatales, quienes coadyuven como copartícipes financieros "si se buscan fondos en el gobierno federal que haya una contraparte aunque sea mucho menor pero que esté fomentando al cine local", compartió.
Es importante que para la tranquilidad de los miembros de la industria fílmica nacional, desde la Canacine se han articulado mecanismos de supervisión cuyo objetivo es evitar malas prácticas en los rodajes, se trata de un Supervisor COVID, quien será el responsable de vigilar que los protocolos se cumplan y que no se ponga en riesgo a ningún miembro del crew o el elenco, esto ante cartas que han circulado en grupos de producción y postproducción en Facebook donde se exenta de responsabilidad a las Productoras si alguien llegara a enfermar de COVID.
Este Supervisor reportará a un Comité de Vigilancia, el cual si bien no cuenta con "dientes" para otorgar un castigo jurídico, sí podrá hacer recomendaciones de carácter moral. Sin embargo, Vilar Vila confía en que estas prácticas no se presenten en las productoras cinematográficas aunque confiesa que esto sucede con mayor facilidad en el área de la publicidad donde los contratos son más cortos.