Si en el cine y el folclore existen seres tanto enigmáticos como aterradores, esas son las brujas: personajes que pueden ser encantadoras y benditas u horribles y malditas. En este caso, Baba Yaga, del director Sviatoslav Podgaevsky, se inclina por éstas últimas.

Tras la muerte de su madre, Egor y su nueva familia se mudan a otro condado para dejar atrás su doloroso pasado. Por desgracia, su nuevo pueblo ha sido presa de una horrible maldición durante años: los niños desparecen súbitamente sin ser recordados por nadie. Cuando Egor se entera que la causante de la tragedia es una antigua bruja, decide enfrentarla antes de que él y su hermana sean olvidados por sus padres.

Como el título de la película lo adelanta, Podgaevsky se vale de la leyenda de Baba Yaga para contar una trama sobrenatural que gustará a quienes busquen pasar un rato de miedo en familia, pero no a quienes deseen aterrarse al extremo.

Lo anterior es porque la película, como cualquier cinta genérica de terror, prefiere los sustos rápidos y simples antes que una historia sólida y profunda. Si a esto sumamos que su trama se adentra rápidamente en un terreno sobrenatural, entonces podría ser una buena opción para quien desee experimentar un poco de miedo y nada más.

Si, por el contrario, se desea encontrar sustos bien construidos y una buena historia, Baba Yaga no es una opción.

Gran parte de esto se debe a la pobreza de todos sus personajes. Así, los protagonistas no sólo son planos y clichés (incluso sobreactuados), sino que es bastante difícil crear un mínimo de empatía hacia ellos, lo que provoca que se tome muy poca seriedad hacia lo que se está mirando.

En cuanto a la villana principal, es decir, la bruja, es bastante desaprovechada tanto en la leyenda en que se inspira como en su esencia sobrenatural. Así, ni se explota el mito de Baba Yaga ni tampoco las características más conocidas de las brujas, tales como los hechizos, la apariencia aterradora o los elementos tan clichés como un simple caldero.

Y si bien esto último podría ser algo muy “infantil”, esta película lo habría permitido, pues como dijimos, su trama tan simple (casi familiar) daba la libertad para exagerar de los lugares comunes. En cambio, comente el error de querer ser más profunda de lo que es, lo que hace que su ritmo y trama tengan demasiados altibajos.

En resumen, Baba Yaga es una película muy irregular que decepcionará a los amantes de las brujas y lo perturbador, pero que podría ser una buena opción para quienes únicamente deseen experimentar unos cuantos sustos para divertirse.