Tiempo compartido, o de las frustraciones aspiracionales
POR: MARÍA DEL CARMEN VARELA
29-08-2018 16:41:26
Con unas 200 copias, el próximo viernes se estrena en todo el país la película Tiempo compartido, del multipremiado Sebastián Hofmann, quien entre la comedia y el drama pone en la mesa la ferocidad del sistema capitalista al que no le importa socavar dignidades a cambio de vender.
Un relato oscuro, con algunos tintes de thriller, que aborda además la fragilidad de aquellos que son embaucados en sus aspiraciones de acceder a paraísos playeros como salida a sus miserias y debacles personales.
Ganadora en el Festival de Cine de Sundance del premio a Mejor Guion, la cinta tiene entre sus aciertos las actuaciones de Luis Gerardo Méndez y Miguel Rodarte, quienes tuvieron ante sí el gran reto de sacudirse sus más populares interpretaciones, la de Javi Noble y la de Zacarías III, de Los héroes del Norte, respectivamente.
La trama cuenta de manera paralela las historias de una familia y su víacrusis al comprar un tiempo compartido, y de una pareja cuya relación se desmorona ante varios sucesos, una enfermedad, una tragedia y la necesidad de ser anestesiados de ese dolor, por la vorágine laboral.
Filmada en locaciones de Acapulco, Guerrero, la película acabaría siendo muy convencional de no ser por la construcción de sus personajes y la solvencia de los actores que llenan de matices la pantalla.
Entre Méndez (Pedro) y Rodarte (Andrés), el que mejor libra el reto de romper su propio cliché es el segundo, con su interpretación de un animador de hotel venido a menos, que aun con sus limitaciones lucha por no ser desplazado por la modernidad, por una gran corporación que pretende lucrar hasta con sus conciencias.
Rodarte, de hecho, ya obtuvo este año el Ariel a Mejor coactuación masculina por este papel.
Méndez también aporta, dejando atrás al joven fresa, para dar vida a un “godín” que busca remendar su deteriorado matrimonio con unas vacaciones “inolvidables”, que lo llevan al borde de la locura y al mismo tiempo a la conciencia de que él sólo no puede luchar contra el sistema.
Destaca además la participación de Andrés Almeida (Abel), quien ganó el Ariel a Mejor actor de cuadro por su trabajo como jefe de una familia que aún cuando también es embaucada con el fraude de los tiempos compartidos y la mentira de hacer realidad sus sueños, simplemente se deja llevar por los beneficios de la situación.
Completan el elenco RJ Mitte (Tom), Cassandra Ciangherotti (Eva) y Montserrat Marañón (Gloria), el líder de esta corporación capitalista Eversfield y encargado del lavado de cerebros a los trabajadores de este paraíso playero; la esposa emocionalmente frágil de Pedro y la esposa insensible de Andrés, quien para paliar su dolor de madre se entrega en cuerpo y alma a su trabajo, aunque ello implique dejar de sentir y de pensar.
De acuerdo con el director, la cinta fue filmada en prestigiado hotel acapulqueño de la zona dorada, en el periodo vacacional de Semana Santa, por lo que tuvo que ser mayormente filmada de noche y en espacios cerrados, lo cual finalmente ayudó a darle un toque sombrío que contrastara con los paraísos prometidos.
Esta es la segunda película con la que Hofmann representa a México en Sundance, la primera fue Halley, que tras recorrer diversos festivales resultó ganadora de 15 premios internacionales; hasta ahora, Tiempo compartido ya luce tres reconocimientos (1 en Sundance y dos Arieles), a ver cómo le va en taquilla.
Con unas 200 copias, el próximo viernes se estrena en todo el país la película Tiempo compartido, del multipremiado Sebastián Hofmann, quien entre la comedia y el drama pone en la mesa la ferocidad del sistema capitalista al que no le importa socavar dignidades a cambio de vender.
Un relato oscuro, con algunos tintes de thriller, que aborda además la fragilidad de aquellos que son embaucados en sus aspiraciones de acceder a paraísos playeros como salida a sus miserias y debacles personales.
Ganadora en el Festival de Cine de Sundance del premio a Mejor Guion, la cinta tiene entre sus aciertos las actuaciones de Luis Gerardo Méndez y Miguel Rodarte, quienes tuvieron ante sí el gran reto de sacudirse sus más populares interpretaciones, la de Javi Noble y la de Zacarías III, de Los héroes del Norte, respectivamente.
La trama cuenta de manera paralela las historias de una familia y su víacrusis al comprar un tiempo compartido, y de una pareja cuya relación se desmorona ante varios sucesos, una enfermedad, una tragedia y la necesidad de ser anestesiados de ese dolor, por la vorágine laboral.
Filmada en locaciones de Acapulco, Guerrero, la película acabaría siendo muy convencional de no ser por la construcción de sus personajes y la solvencia de los actores que llenan de matices la pantalla.
Entre Méndez (Pedro) y Rodarte (Andrés), el que mejor libra el reto de romper su propio cliché es el segundo, con su interpretación de un animador de hotel venido a menos, que aun con sus limitaciones lucha por no ser desplazado por la modernidad, por una gran corporación que pretende lucrar hasta con sus conciencias.
Rodarte, de hecho, ya obtuvo este año el Ariel a Mejor coactuación masculina por este papel.
Méndez también aporta, dejando atrás al joven fresa, para dar vida a un “godín” que busca remendar su deteriorado matrimonio con unas vacaciones “inolvidables”, que lo llevan al borde de la locura y al mismo tiempo a la conciencia de que él sólo no puede luchar contra el sistema.
Destaca además la participación de Andrés Almeida (Abel), quien ganó el Ariel a Mejor actor de cuadro por su trabajo como jefe de una familia que aún cuando también es embaucada con el fraude de los tiempos compartidos y la mentira de hacer realidad sus sueños, simplemente se deja llevar por los beneficios de la situación.
Completan el elenco RJ Mitte (Tom), Cassandra Ciangherotti (Eva) y Montserrat Marañón (Gloria), el líder de esta corporación capitalista Eversfield y encargado del lavado de cerebros a los trabajadores de este paraíso playero; la esposa emocionalmente frágil de Pedro y la esposa insensible de Andrés, quien para paliar su dolor de madre se entrega en cuerpo y alma a su trabajo, aunque ello implique dejar de sentir y de pensar.
De acuerdo con el director, la cinta fue filmada en prestigiado hotel acapulqueño de la zona dorada, en el periodo vacacional de Semana Santa, por lo que tuvo que ser mayormente filmada de noche y en espacios cerrados, lo cual finalmente ayudó a darle un toque sombrío que contrastara con los paraísos prometidos.
Esta es la segunda película con la que Hofmann representa a México en Sundance, la primera fue Halley, que tras recorrer diversos festivales resultó ganadora de 15 premios internacionales; hasta ahora, Tiempo compartido ya luce tres reconocimientos (1 en Sundance y dos Arieles), a ver cómo le va en taquilla.