La melancolía de Ayer Maravilla Fui llega a MICGénero 2018
POR: VIOLETA ROJAS
12-08-2018 15:15:41
Ayer Maravilla Fui, segundo largometraje del mexicano Gabriel Mariño, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Morelia, donde obtuvo el Premio del jurado a Mejor Segundo Largometraje y despúes fue premiado en el Festival de Cine de Los Cabos, ahora forma parte de la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género MICGénero 2018, en la categoría Cuerpo Atlético, y tuvo una función especial en la Cineteca Nacional, con presencia del cineasta.
En su segundo largometraje, Ayer maravilla fui, Gabriel Mariño ha elegido contarnos una historia sobre un ente que a través de los años se ha dedicado a invadir cuerpos ajenos a su voluntad, los usa y habita en ellos desgastándolos a un grado de dejarles en un estado casi de senectud. La incertidumbre sobre si el día siguiente amanecerá de la misma forma en la que se durmió lo ha llevado a vivir en un estado de melancolía y soledad, contando los días en los que permanece siendo hombre, mujer, viejo o joven, el ente mira melancólicamente unas fotos de las cuales nunca sabemos su historia.
Mariño eligió como escenario principal de la historia la caótica Ciudad de México fotografiada en Blanco y Negro, que él mismo ha señalado como un tercer personaje al hacer un retrato de este lugar lleno de ruido y sobrepoblación, con quien tiene una relación esquizoide de amor odio que muchos compartimos.
La soledad del ente se ve mermada en el momento en que conoce a Louisa, una chica que trabaja en una estética a quien visita cada vez que cambia de identidad usando el pretexto de cortarse el cabello. Sin importar el sexo y la edad temporal en que haya amanecido siempre vuelve a buscarla.
Ayer Maravilla Fui nos invita a la deconstrucción de los conceptos y estereotipos creados alrededor de nuestro físico, retoma el amor como una forma intangible a quien le es ajena la idea de heterosexualidad u homosexualidad; es decir, es una cosa más trascendente que una simple atracción física, un enamoramiento de la esencia misma de alguien, de la energía intangible de una persona.
Louisa se enamora de Ana, pero Ana ha sido un viejo antes y será Pedro un hombre joven después y al final sigue siendo ese ente atrapado en la piel de alguien más que no termina siendo él o ella, porque eso es incorpóreo, etéreo inmaterial, a lo mejor un poco parecido a lo que llamamos alma o espíritu, lo que somos sin la piel que nos representa, nos limita porque nunca sabremos cómo es estar en el otro, habitar un cuerpo diferente del que hemos tenido desde el nacimiento.
Tal vez si nos despojáramos de las barreras físicas descubriríamos eso intangible que se conoce a través de la convivencia, del intercambio de diálogos y experiencias y comprenderíamos en el sentido más genuino la frase del amor es ciego porque no se fija en el mundo de la materialidad.
Ayer Maravilla Fui, segundo largometraje del mexicano Gabriel Mariño, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Morelia, donde obtuvo el Premio del jurado a Mejor Segundo Largometraje y despúes fue premiado en el Festival de Cine de Los Cabos, ahora forma parte de la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género MICGénero 2018, en la categoría Cuerpo Atlético, y tuvo una función especial en la Cineteca Nacional, con presencia del cineasta.
En su segundo largometraje, Ayer maravilla fui, Gabriel Mariño ha elegido contarnos una historia sobre un ente que a través de los años se ha dedicado a invadir cuerpos ajenos a su voluntad, los usa y habita en ellos desgastándolos a un grado de dejarles en un estado casi de senectud. La incertidumbre sobre si el día siguiente amanecerá de la misma forma en la que se durmió lo ha llevado a vivir en un estado de melancolía y soledad, contando los días en los que permanece siendo hombre, mujer, viejo o joven, el ente mira melancólicamente unas fotos de las cuales nunca sabemos su historia.
Mariño eligió como escenario principal de la historia la caótica Ciudad de México fotografiada en Blanco y Negro, que él mismo ha señalado como un tercer personaje al hacer un retrato de este lugar lleno de ruido y sobrepoblación, con quien tiene una relación esquizoide de amor odio que muchos compartimos.
La soledad del ente se ve mermada en el momento en que conoce a Louisa, una chica que trabaja en una estética a quien visita cada vez que cambia de identidad usando el pretexto de cortarse el cabello. Sin importar el sexo y la edad temporal en que haya amanecido siempre vuelve a buscarla.
Ayer Maravilla Fui nos invita a la deconstrucción de los conceptos y estereotipos creados alrededor de nuestro físico, retoma el amor como una forma intangible a quien le es ajena la idea de heterosexualidad u homosexualidad; es decir, es una cosa más trascendente que una simple atracción física, un enamoramiento de la esencia misma de alguien, de la energía intangible de una persona.
Louisa se enamora de Ana, pero Ana ha sido un viejo antes y será Pedro un hombre joven después y al final sigue siendo ese ente atrapado en la piel de alguien más que no termina siendo él o ella, porque eso es incorpóreo, etéreo inmaterial, a lo mejor un poco parecido a lo que llamamos alma o espíritu, lo que somos sin la piel que nos representa, nos limita porque nunca sabremos cómo es estar en el otro, habitar un cuerpo diferente del que hemos tenido desde el nacimiento.
Tal vez si nos despojáramos de las barreras físicas descubriríamos eso intangible que se conoce a través de la convivencia, del intercambio de diálogos y experiencias y comprenderíamos en el sentido más genuino la frase del amor es ciego porque no se fija en el mundo de la materialidad.