Sacúdete las penas, cuando un buen mambo no hace una película
POR: ALEX VANSS
04-05-2018 12:26:41

Cuando se estrenan películas como Sacúdete las penas, solo puedo preguntarme ¿con qué cara le pedimos una pantalla a cinepolis o cinemex cuando se realizan películas con argumentos tan pobres? La única manera de justificar un guion inconexo y secuencias donde los bailarines estrellas se ven más acartonados que Pierce Brosnan intentando cantar y bailar en Mamma Mía, es que todo sea un viaje onírico.
Siendo una película que tiene al baile y la música como elemento central, Sacúdete las penas, cuenta con una disonancia cognitiva seria y no creo sea a propósito, las coreografías son precarias y cuando vemos en escena a un grupo de reos bailando porque equis somos chavos no podemos más que sufrir al ver que cada quien “baila” lo que Dios les da a entender y que poca o nula relación tiene con la música que escuchamos en dicha secuencia.
Y es que hay errores tan elementales como anunciar un danzón y escuchar un mambo, y que decir de decisiones argumentales que provienen de la nada como mostrarnos al protagonista Pepe Frituras hacer churros para así endulzar el corazón de los custodios, las autoridades carcelarias y hasta a la chica enigmática a la que le da clases por... pues porque al director se le antojó.

Y qué decir de sus transiciones espacio temporales para pasar de una época a otra, sí, porque el director no solo no se conforma con no “matchar” bien la historia central y nos presenta otra que tal vez se quedó en el primer tratamiento del guion.
De las actuaciones ni hablar, unas más exageradas que otras, mal dirigidas claro, se salvan sin duda Roberto Sosa, el jefe de los custodios, y Hernán Mendoza, un cubano que controla el tráfico de drogas en la prisión.
Claro que no todo es negativo, hay secuencias interesantes pero, en general, el filme está mal hecho y solo tiene razón de ser si concluimos junto con el narrador del mismo, que todo es producto de la imaginación, todo es simplemente un viaje onírico.
Cuando se estrenan películas como Sacúdete las penas, solo puedo preguntarme ¿con qué cara le pedimos una pantalla a cinepolis o cinemex cuando se realizan películas con argumentos tan pobres? La única manera de justificar un guion inconexo y secuencias donde los bailarines estrellas se ven más acartonados que Pierce Brosnan intentando cantar y bailar en Mamma Mía, es que todo sea un viaje onírico.
Siendo una película que tiene al baile y la música como elemento central, Sacúdete las penas, cuenta con una disonancia cognitiva seria y no creo sea a propósito, las coreografías son precarias y cuando vemos en escena a un grupo de reos bailando porque equis somos chavos no podemos más que sufrir al ver que cada quien “baila” lo que Dios les da a entender y que poca o nula relación tiene con la música que escuchamos en dicha secuencia.
Y es que hay errores tan elementales como anunciar un danzón y escuchar un mambo, y que decir de decisiones argumentales que provienen de la nada como mostrarnos al protagonista Pepe Frituras hacer churros para así endulzar el corazón de los custodios, las autoridades carcelarias y hasta a la chica enigmática a la que le da clases por... pues porque al director se le antojó.
Y qué decir de sus transiciones espacio temporales para pasar de una época a otra, sí, porque el director no solo no se conforma con no “matchar” bien la historia central y nos presenta otra que tal vez se quedó en el primer tratamiento del guion.
De las actuaciones ni hablar, unas más exageradas que otras, mal dirigidas claro, se salvan sin duda Roberto Sosa, el jefe de los custodios, y Hernán Mendoza, un cubano que controla el tráfico de drogas en la prisión.
Claro que no todo es negativo, hay secuencias interesantes pero, en general, el filme está mal hecho y solo tiene razón de ser si concluimos junto con el narrador del mismo, que todo es producto de la imaginación, todo es simplemente un viaje onírico.