“Un lugar en silencio”, suspenso y angustia de principio a fin
POR: ISRAEL YERENA
12-04-2018 09:19:25
El cine de terror actual se ha pervertido poco a poco, dejando de lado buenas –o de mínimo interesantes- historias para darle predilección a la parte visual y visceral. Ejemplo de esto lo tenemos en la sobreexplotada y ya lamentable franquicia de Saw y en la saga El Conjuro, que aunque interesante en un inicio, su director James Wan parece haber quedado estancado en la misma idea y en hacer de los jumpscares el punto fuerte de estos filmes; eso ya sin tomar en cuenta la inclusión de personajes que nada tienen que ver con la trama y son meros pretextos para continuar creando secuelas. Afortunadamente, muy de vez en cuando se asoma una que otra cinta que viene a reivindicar el género, y actualmente la obra que lo demuestra es “Un lugar en silencio”, del director John Krasinski.
En “Un lugar en silencio”, la tierra ha sido devastada por una extraña invasión, sólo quedan pocos sobrevivientes y, sin embargo, su mayor problema no es el combatir con otrosnseres humanos por alimento o resguardo; no, su supervivencia depende única y totalmente de mantenerse en silencio, tratando de hacer el menor ruido posible pues, en las afueras, rondan temibles monstruos –ciegos y carentes de olfato- que están a la espera de cualquier sonido para salir a cazar.
Cabe resaltar desde un inicio el punto fuerte de esta película del director y también protagonista John Krasinski no es el terror, pues si bien es un filme que pertenece a este género no logra causar miedo. Sin embargo, esto no significa algo malo, sino todo lo contrario, pues su trama se centra en generar angustia, tensión y suspenso durante toda la cinta, dejando de lado los trucos baratos y los llamados jumpscares que sólo buscan “asustar” durante breves instantes.
Esto es, precisamente, el punto fuerte de “Un lugar en silencio”, pues desde que comienza vemos a un matrimonio (conformado por Krasinksi y Emily Blunt) junto a sus tres hijos en completa calma, sin proferir una sola palabra y haciendo que nos preguntemos qué está sucediendo y por qué no hablan. Afortunadamente no deben pasar más de cinco minutos para que obtengamos respuesta, pues cuando uno de ellos hace ruido cuando una extraña criatura aparece y termina por asesinar a uno de los suyos.
A raíz de esta escena la tensión de la cinta va en aumento, pues aunque conocemos a la criatura desde los primeros minutos (cosa que la mayoría de las cintas deja hasta la última parte de la trama), ahora sabemos el porqué los sobrevivientes deben mantenerse en silencio. Esto ayuda a que en las escenas posteriores se genere una gran angustia, pues situaciones tan cotidianas como lo es el bajar unas escaleras se convierten en motivo de miedo al saber que el más mínimo rechinido de éstas atraerá a los monstruos.
No es que la película sea carente de diálogos, sino que los personajes sólo hablan lo necesario y bajo determinadas circunstancias, lo cual no es gratis, es gracias a un cruce de palabras entre padre e hijo que, casi al final, se puede crear una (por no decir la única) de las escenas más emotivas que veremos en este filme. De esta forma, podemos decir que el silencio más que un recurso pasa a ser un personaje, y gracias a éste que la película funciona y, sin el cual, no estaríamos hablando más que de una película “palomera” de un domingo por la tarde, pues la tensión y angustia que se experimenta no es por los monstruos ni alguno que otro problema familiar entre los personajes, sino por el esfuerzo de no decir ni una sola palabra o de proferir algún sonido.
Pero no todo puede ser bueno, y hasta cierto punto la película tiene dos fallas principales, siendo la primera de ellas las criaturas, una especie de demogorgon salidos directamente de Stranger Things, lo que provoca que éstos no sean tan impactantes cuando se les muestra completamente. El segundo y más grande error sería, literalmente, el último segundo de la película, ya que terminan por usar una escena por demás cliché y vista en el cine de acción más que en el de terror, pero no sólo eso, sino que dejan un final abierto que podría dar pie a una secuela que, en verdad, no sería necesaria.
En resumen, es importante decir que quienes entren a la sala a ver la cinta esperando salir muertos de miedo saldrán de ésta totalmente decepcionados, pero para quienes busquen una buena historia y pasar un rato lleno de angustia, suspenso y tensión, definitivamente Un lugar en silencio es para ustedes.
El cine de terror actual se ha pervertido poco a poco, dejando de lado buenas –o de mínimo interesantes- historias para darle predilección a la parte visual y visceral. Ejemplo de esto lo tenemos en la sobreexplotada y ya lamentable franquicia de Saw y en la saga El Conjuro, que aunque interesante en un inicio, su director James Wan parece haber quedado estancado en la misma idea y en hacer de los jumpscares el punto fuerte de estos filmes; eso ya sin tomar en cuenta la inclusión de personajes que nada tienen que ver con la trama y son meros pretextos para continuar creando secuelas. Afortunadamente, muy de vez en cuando se asoma una que otra cinta que viene a reivindicar el género, y actualmente la obra que lo demuestra es “Un lugar en silencio”, del director John Krasinski.
En “Un lugar en silencio”, la tierra ha sido devastada por una extraña invasión, sólo quedan pocos sobrevivientes y, sin embargo, su mayor problema no es el combatir con otrosnseres humanos por alimento o resguardo; no, su supervivencia depende única y totalmente de mantenerse en silencio, tratando de hacer el menor ruido posible pues, en las afueras, rondan temibles monstruos –ciegos y carentes de olfato- que están a la espera de cualquier sonido para salir a cazar.
Cabe resaltar desde un inicio el punto fuerte de esta película del director y también protagonista John Krasinski no es el terror, pues si bien es un filme que pertenece a este género no logra causar miedo. Sin embargo, esto no significa algo malo, sino todo lo contrario, pues su trama se centra en generar angustia, tensión y suspenso durante toda la cinta, dejando de lado los trucos baratos y los llamados jumpscares que sólo buscan “asustar” durante breves instantes.
Esto es, precisamente, el punto fuerte de “Un lugar en silencio”, pues desde que comienza vemos a un matrimonio (conformado por Krasinksi y Emily Blunt) junto a sus tres hijos en completa calma, sin proferir una sola palabra y haciendo que nos preguntemos qué está sucediendo y por qué no hablan. Afortunadamente no deben pasar más de cinco minutos para que obtengamos respuesta, pues cuando uno de ellos hace ruido cuando una extraña criatura aparece y termina por asesinar a uno de los suyos.
A raíz de esta escena la tensión de la cinta va en aumento, pues aunque conocemos a la criatura desde los primeros minutos (cosa que la mayoría de las cintas deja hasta la última parte de la trama), ahora sabemos el porqué los sobrevivientes deben mantenerse en silencio. Esto ayuda a que en las escenas posteriores se genere una gran angustia, pues situaciones tan cotidianas como lo es el bajar unas escaleras se convierten en motivo de miedo al saber que el más mínimo rechinido de éstas atraerá a los monstruos.
No es que la película sea carente de diálogos, sino que los personajes sólo hablan lo necesario y bajo determinadas circunstancias, lo cual no es gratis, es gracias a un cruce de palabras entre padre e hijo que, casi al final, se puede crear una (por no decir la única) de las escenas más emotivas que veremos en este filme. De esta forma, podemos decir que el silencio más que un recurso pasa a ser un personaje, y gracias a éste que la película funciona y, sin el cual, no estaríamos hablando más que de una película “palomera” de un domingo por la tarde, pues la tensión y angustia que se experimenta no es por los monstruos ni alguno que otro problema familiar entre los personajes, sino por el esfuerzo de no decir ni una sola palabra o de proferir algún sonido.
Pero no todo puede ser bueno, y hasta cierto punto la película tiene dos fallas principales, siendo la primera de ellas las criaturas, una especie de demogorgon salidos directamente de Stranger Things, lo que provoca que éstos no sean tan impactantes cuando se les muestra completamente. El segundo y más grande error sería, literalmente, el último segundo de la película, ya que terminan por usar una escena por demás cliché y vista en el cine de acción más que en el de terror, pero no sólo eso, sino que dejan un final abierto que podría dar pie a una secuela que, en verdad, no sería necesaria.
En resumen, es importante decir que quienes entren a la sala a ver la cinta esperando salir muertos de miedo saldrán de ésta totalmente decepcionados, pero para quienes busquen una buena historia y pasar un rato lleno de angustia, suspenso y tensión, definitivamente Un lugar en silencio es para ustedes.