Un filósofo en la arena y los dilemas de la tauromaquia
POR: ULISES CASTAÑEDA
21-03-2018 04:24:52
“La moraleja de las corridas de toros es que nadie tiene derecho a matar al animal respetado si no pone su vida en juego”, dice el filósofo francés Francis Wolf, protagonista del documental Un filósofo en la arena, en el que cuestiona la controversia que existe en torno a la tauromaquia, en el nuevo filme de los cineastas Jesús Muñoz y Aarón Fernández, que recientemente se estrenó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
El filme comienza con su jubilación y el momento en el que acepta formar parte del filme. Él es un gran aficionado a los toros, decide emprender un viaje por Francia, México y España junto a los dos cineastas mexicanos que nada saben de ese mundo que parece tener los días contados, y por lo que el Dr. Wolff ha escrito un libro sobre el tema: Filosofía de las corridas de toros, en el que defiende esta práctica sin hacer apología.
A lo largo del viaje, se encuentran con varios personajes con los que reflexionan sobre la relación de los seres humanos con los animales y la naturaleza, sobre el sentido de este viaje que es la vida y sobre nuestra relación con la muerte. Juan Ramón de la Fuente, Eduardo Matos Moctezuma, José Cueli, Mario Vargas Llosa, Joselito Adame, Miquel Barceló, Claude Lanzmann, Georges Didi-Huberman, Catherine Millet, Agustín Díaz Yanez y Antonio Calera-Grobet, son algunos de los entrevistados.
El viaje tiene como principal interés no las corridas de toros sino la búsqueda filosófica que explora preguntas profundas: ¿Por qué las personas tratan cada vez más a sus mascotas como personas en cuanto la sociedad trata a los marginados como si fueran animales, como es el caso de los inmigrantes? ¿Qué estatus debemos darle a los animales, ya sea los que pertenecen a la aristocracia de las mascotas, o al proletariado de la ganadería industrial? ¿Por qué la muerte, sea ésta de los seres humanos o de los animales, no queremos más verla y está confinada en los asilos para ancianos o en los mataderos? ¿La diversidad cultural es todavía compatible con los valores morales universales?
Con mucha lucidez y un poco de melancolía, Francis Wolff contempla el ocaso de su pasión en cuanto desarrolla una charla intelectual con los cineastas que alterna momentos de gran reflexión y otros de franca camaradería y humor. Más que una película sobre las corridas de toros o un debate estéril del pro y contra, este viaje que atraviesa ciudades y culturas fascinantes en Europa y América Latina nos sumerge en una reflexión de cómo la sociedad hoy en día ha escogido vivir en un mundo cada vez más globalizado y sobre una realidad que a todos molesta: la ineludible muerte.
“No es cierto que ahora ocultamos la muerte como una enfermedad vergonzosa? Nuestra época secularizada exalta una existencia libre de riesgos, una juventud eterna, una vida sin muerte. Lo humano es acompañar la muerte del animal respetado con un ritual o una ceremonia expiatoria…
“Nuestras sociedades productivistas prefieren la muerte en los mataderos, mecanizada e industrial. Muerte fría, oculta. En ese mundo de violencia aséptica yo no quiero vivir. Y ustedes qué tanto se identifican con el toro ¿Preferirían una vida de esclavos o morir en el matadero? ¿O vivir libres y morir peleando?”, concluye el filósofo en el filme.
“La moraleja de las corridas de toros es que nadie tiene derecho a matar al animal respetado si no pone su vida en juego”, dice el filósofo francés Francis Wolf, protagonista del documental Un filósofo en la arena, en el que cuestiona la controversia que existe en torno a la tauromaquia, en el nuevo filme de los cineastas Jesús Muñoz y Aarón Fernández, que recientemente se estrenó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
El filme comienza con su jubilación y el momento en el que acepta formar parte del filme. Él es un gran aficionado a los toros, decide emprender un viaje por Francia, México y España junto a los dos cineastas mexicanos que nada saben de ese mundo que parece tener los días contados, y por lo que el Dr. Wolff ha escrito un libro sobre el tema: Filosofía de las corridas de toros, en el que defiende esta práctica sin hacer apología.
A lo largo del viaje, se encuentran con varios personajes con los que reflexionan sobre la relación de los seres humanos con los animales y la naturaleza, sobre el sentido de este viaje que es la vida y sobre nuestra relación con la muerte. Juan Ramón de la Fuente, Eduardo Matos Moctezuma, José Cueli, Mario Vargas Llosa, Joselito Adame, Miquel Barceló, Claude Lanzmann, Georges Didi-Huberman, Catherine Millet, Agustín Díaz Yanez y Antonio Calera-Grobet, son algunos de los entrevistados.
El viaje tiene como principal interés no las corridas de toros sino la búsqueda filosófica que explora preguntas profundas: ¿Por qué las personas tratan cada vez más a sus mascotas como personas en cuanto la sociedad trata a los marginados como si fueran animales, como es el caso de los inmigrantes? ¿Qué estatus debemos darle a los animales, ya sea los que pertenecen a la aristocracia de las mascotas, o al proletariado de la ganadería industrial? ¿Por qué la muerte, sea ésta de los seres humanos o de los animales, no queremos más verla y está confinada en los asilos para ancianos o en los mataderos? ¿La diversidad cultural es todavía compatible con los valores morales universales?
Con mucha lucidez y un poco de melancolía, Francis Wolff contempla el ocaso de su pasión en cuanto desarrolla una charla intelectual con los cineastas que alterna momentos de gran reflexión y otros de franca camaradería y humor. Más que una película sobre las corridas de toros o un debate estéril del pro y contra, este viaje que atraviesa ciudades y culturas fascinantes en Europa y América Latina nos sumerge en una reflexión de cómo la sociedad hoy en día ha escogido vivir en un mundo cada vez más globalizado y sobre una realidad que a todos molesta: la ineludible muerte.
“No es cierto que ahora ocultamos la muerte como una enfermedad vergonzosa? Nuestra época secularizada exalta una existencia libre de riesgos, una juventud eterna, una vida sin muerte. Lo humano es acompañar la muerte del animal respetado con un ritual o una ceremonia expiatoria…
“Nuestras sociedades productivistas prefieren la muerte en los mataderos, mecanizada e industrial. Muerte fría, oculta. En ese mundo de violencia aséptica yo no quiero vivir. Y ustedes qué tanto se identifican con el toro ¿Preferirían una vida de esclavos o morir en el matadero? ¿O vivir libres y morir peleando?”, concluye el filósofo en el filme.