Restos de viento triunfa en el FICG
POR: ULISES CASTAÑEDA EN GUADALAJARA
16-03-2018 15:07:20
La cineasta mexicana Jimena Montemayor se tardó cuatro años para estrenar su ópera prima En la sangre, en el 2016, un drama sobre la creación de vínculos en las relaciones de pareja. A finales del 2017, la cineasta regresó con su película Restos de viento, un retrato autobiográfico sobre el proceso de duelo tras la muerte de su padre, Carlos Montemayor, que la llevó a ganar en diciembre el Coral a la Mejor Fotografía del Festival Internacional de Cine de La Habana
Esta tarde continuó con el reconocimiento al filme protagonizado por Dolores Fonzi, Diego Aguilar y Paulina Gil, cuando el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), le entregó los premios a Mejor Dirección y Mejor Película de su edición 33. Zita Erffa obtuvo Mención Especial de Dirección por parte del jurado del Premio Mezcal, por su filme The best thing you can do with your life.
El filme cuenta la historia de una familia que intenta reconstruirse tras la ausencia del padre. Carmen (39 años), la madre, deprimida e incapaz de hacerse cargo de la situación, le dice a sus hijos que su padre volverá. Daniel (7) recibe una visita inesperada, que rebasa los límites de la realidad y de su imaginación. Ana (10), la hija mayor, vive un rechazo hacia la vida adulta. Los dos hermanos tratarán de ayudar a su madre a aceptar lo que no quiere ver.
Dos primos suyos que habían perdido a sus padres fueron la primera inspiración de Restos de viento, cuyo guion había iniciado hace ya un tiempo. Y en esa investigación que la involucró en el proceso de duelo que ellos vivían, también Montemayor tuvo que enfrentar la muerte de su padre.
Por eso es que este largometraje de 95 minutos de duración, fotografiado por María Secco, tiene mucho de autobiográfico, aunque el peso recae completamente en los dos protagonistas, cuya visión de la vida se va tornando más compleja en la misma medida en que se vuelven más adultos.
“La anécdota la escribo hace muchos años porque en mi familia hay dos pérdidas de la figura paterna con dos primitos de distintas edades y empiezo a vivir con ellos su duelo, escribo sus diálogos y comienzo a preguntarles cosas. Durante ese tiempo me doy cuenta de que viven procesos distintos y al poco tiempo muere mi padre y comienzo a escribir también mi proceso de pérdida adulta”, compartió la cineasta en una entrevista.
Otra de las películas que figuraron en el palmarés del festival este año fue la cinta Ocho de cada diez, de Sergio Umansky, un filme que lleva en su título una estadística impactante en México. Se refiere al número de asesinatos que quedan impunes, los que no se investigan y sobre los que no hay consecuencias. En medio de este contexto, el realizador ofrece una historia en la que espera que muestre el amor como la única forma de esperanza para soportar la terrible realidad.
La película fue la ganadora de los premios a Mejor Actor para Noé Hernández y Mejor Actriz para Daniela Schmidt, quien compartió con Encuadres la importancia del filme: “Es una especie de grito sobre estar vivo en este país; son los asesinatos que no se investigan, el título le da voz a esta estadística: nos habla de un lugar en el que no nos importan esos crímenes, desaparecen en la historia sin mayor huella, es una película que sí refleja un lado de México, pero también es una historia de amor improbable y trata de cómo, cuando tomamos las cosas en nuestras manos, podemos hacer grandes cosas”, explicó la actriz. En la categoría de actuación femenina hubo una mención especial para Concepción Márquez, de la cinta Cría puercos, de Ehécatl García del Centro de Capacitación Cinematográfica.
Ocho de cada diez cuenta la historia de Aurelio y Citlali. Ellos se conocen en un pequeño hotel de la Ciudad de México en el momento más oscuro de sus vidas. Él acaba de enterrar a su hijo, asesinado a plena luz del día. Ella tuvo que abandonar a su hija con su violento padre. Aurelio busca que la policía haga su trabajo y capture a los asesinos. Citlali busca obtener un documento que le permita recuperar a su hija. La búsqueda de justicia pronto se transforma en deseo de venganza. Poco a poco crece el amor entre ellos al tiempo que se forja un pacto: ayudar al otro a hacer justicia por su propia mano.
Dentro del palmarés de las categorías mexicanas también figuró La negrada con su premio a la Mejor Fotografía para César Gutiérrez Miranda; y el Premio del Público para el documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga.
Paula, una joven estudiante, presencia el asesinato de su padre, Después de enfrentar la indolencia oficial, accidentalmente se topa con el asesino. Llevada por el enojo y el dolor, la venganza parece ser su única opción. Este es el argumento de la película Matar a Jesús, inspirada en hechos reales, que se llevó el Premio a la Mejor Película Iberoamericana en el FICG.
Otros premios fueron para la peruana Wiñaypacha, a la Mejor Opera Prima; la argentina Anahí Berneri se llevó la Mejor Dirección por Alanis; el Premio Especial del Jurado fue para la española Vivir y otras ficciones; y también destaca el premio a Mejor Actor para Luis Gerardo Méndez por su trabajo en Tiempo compartido, quien empató con Giovanni Rodríguez de la cinta Matar a Jesús; en el caso de las mujeres la ganadora fue Sofía Gala Castiglione, por el filme Alanis.
La cineasta mexicana Jimena Montemayor se tardó cuatro años para estrenar su ópera prima En la sangre, en el 2016, un drama sobre la creación de vínculos en las relaciones de pareja. A finales del 2017, la cineasta regresó con su película Restos de viento, un retrato autobiográfico sobre el proceso de duelo tras la muerte de su padre, Carlos Montemayor, que la llevó a ganar en diciembre el Coral a la Mejor Fotografía del Festival Internacional de Cine de La Habana
Esta tarde continuó con el reconocimiento al filme protagonizado por Dolores Fonzi, Diego Aguilar y Paulina Gil, cuando el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), le entregó los premios a Mejor Dirección y Mejor Película de su edición 33. Zita Erffa obtuvo Mención Especial de Dirección por parte del jurado del Premio Mezcal, por su filme The best thing you can do with your life.
El filme cuenta la historia de una familia que intenta reconstruirse tras la ausencia del padre. Carmen (39 años), la madre, deprimida e incapaz de hacerse cargo de la situación, le dice a sus hijos que su padre volverá. Daniel (7) recibe una visita inesperada, que rebasa los límites de la realidad y de su imaginación. Ana (10), la hija mayor, vive un rechazo hacia la vida adulta. Los dos hermanos tratarán de ayudar a su madre a aceptar lo que no quiere ver.
Dos primos suyos que habían perdido a sus padres fueron la primera inspiración de Restos de viento, cuyo guion había iniciado hace ya un tiempo. Y en esa investigación que la involucró en el proceso de duelo que ellos vivían, también Montemayor tuvo que enfrentar la muerte de su padre.
Por eso es que este largometraje de 95 minutos de duración, fotografiado por María Secco, tiene mucho de autobiográfico, aunque el peso recae completamente en los dos protagonistas, cuya visión de la vida se va tornando más compleja en la misma medida en que se vuelven más adultos.
“La anécdota la escribo hace muchos años porque en mi familia hay dos pérdidas de la figura paterna con dos primitos de distintas edades y empiezo a vivir con ellos su duelo, escribo sus diálogos y comienzo a preguntarles cosas. Durante ese tiempo me doy cuenta de que viven procesos distintos y al poco tiempo muere mi padre y comienzo a escribir también mi proceso de pérdida adulta”, compartió la cineasta en una entrevista.
Otra de las películas que figuraron en el palmarés del festival este año fue la cinta Ocho de cada diez, de Sergio Umansky, un filme que lleva en su título una estadística impactante en México. Se refiere al número de asesinatos que quedan impunes, los que no se investigan y sobre los que no hay consecuencias. En medio de este contexto, el realizador ofrece una historia en la que espera que muestre el amor como la única forma de esperanza para soportar la terrible realidad.
La película fue la ganadora de los premios a Mejor Actor para Noé Hernández y Mejor Actriz para Daniela Schmidt, quien compartió con Encuadres la importancia del filme: “Es una especie de grito sobre estar vivo en este país; son los asesinatos que no se investigan, el título le da voz a esta estadística: nos habla de un lugar en el que no nos importan esos crímenes, desaparecen en la historia sin mayor huella, es una película que sí refleja un lado de México, pero también es una historia de amor improbable y trata de cómo, cuando tomamos las cosas en nuestras manos, podemos hacer grandes cosas”, explicó la actriz. En la categoría de actuación femenina hubo una mención especial para Concepción Márquez, de la cinta Cría puercos, de Ehécatl García del Centro de Capacitación Cinematográfica.
Ocho de cada diez cuenta la historia de Aurelio y Citlali. Ellos se conocen en un pequeño hotel de la Ciudad de México en el momento más oscuro de sus vidas. Él acaba de enterrar a su hijo, asesinado a plena luz del día. Ella tuvo que abandonar a su hija con su violento padre. Aurelio busca que la policía haga su trabajo y capture a los asesinos. Citlali busca obtener un documento que le permita recuperar a su hija. La búsqueda de justicia pronto se transforma en deseo de venganza. Poco a poco crece el amor entre ellos al tiempo que se forja un pacto: ayudar al otro a hacer justicia por su propia mano.
Dentro del palmarés de las categorías mexicanas también figuró La negrada con su premio a la Mejor Fotografía para César Gutiérrez Miranda; y el Premio del Público para el documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga.
Paula, una joven estudiante, presencia el asesinato de su padre, Después de enfrentar la indolencia oficial, accidentalmente se topa con el asesino. Llevada por el enojo y el dolor, la venganza parece ser su única opción. Este es el argumento de la película Matar a Jesús, inspirada en hechos reales, que se llevó el Premio a la Mejor Película Iberoamericana en el FICG.
Otros premios fueron para la peruana Wiñaypacha, a la Mejor Opera Prima; la argentina Anahí Berneri se llevó la Mejor Dirección por Alanis; el Premio Especial del Jurado fue para la española Vivir y otras ficciones; y también destaca el premio a Mejor Actor para Luis Gerardo Méndez por su trabajo en Tiempo compartido, quien empató con Giovanni Rodríguez de la cinta Matar a Jesús; en el caso de las mujeres la ganadora fue Sofía Gala Castiglione, por el filme Alanis.