La maldición de la casa Winchester, para pasar un buen rato
POR: ISRAEL YERENA
11-03-2018 17:30:47
Sarah Winchester (Helen Mirren) es una viuda atormentada por los espíritus de aquellos que murieron bajo el disparo de los rifles que su compañía construye. Para calmar el enojo de las ánimas, la mujer aprovecha su fortuna para construir una mansión interminable con una habitación para cada espectro. Esto hará que sus socios comiencen a preocuparse por su salud mental, cuestionándose si aún es capaz de estar al frente de los negocios; por ello contratarán al doctor Eric Price (Jason Clarke) para que pase una temporada en dicha casa y evalúe mentalmente a su dueña. Lamentablemente el médico pronto se percatará que la locura de su paciente no se trata de una demencia senil, sino que alrededor de ella existe algo completamente maligno y sobrenatural.
Esta película de los hermanos Spierig (Jigsaw) cuenta eficazmente una historia de fantasmas que, sorprendentemente, resulta por demás entretenida y que fácilmente podría pasar como una secuela más de El Conjuro; ya que nos demuestra una vez más que el mayor fuerte del cine de terror contemporáneo se ha quedado estancado en el llamado “jumpscare”, es decir, aquellas escenas donde un espectro aparece de pronto o un estrepitoso ruido hace que el espectador salte de la butaca.
Esto no quiere decir que sea mala, pues como mencionamos, al menos es entretenida. Esto se debe en gran parte a la leyenda en la que está inspirada la cinta, ya que tan sólo el saber que en verdad existió la mansión Winchester y la historia que se nos presenta sobre ella es la verdadera, resulta ya un gancho para mirar eta película.
Ahora bien, el desarrollo de la misma ocurre con un muy buen ritmo, pues la trama de la historia en un inicio deja de lado el trasfondo de los personajes para entrar enseguida con los hechos sobrenaturales, lo cual desde el principio atrapará a la audiencia. De hecho, uno de los mejores sustos del filme se presenta durante el primer cuarto de hora.
En cuanto a los personajes, los únicos que importan son los de la señora Winchester y el doctor Price, pues es en ellos en quienes recae todo el peso de la trama. Y si bien dijimos que la cinta no se detiene tanto en explicar la historia de estos dos, no es que los protagonistas no tengan un trasfondo, sino que este se explica muy brevemente casi al término de la cinta, dando sólo la información que se requiere para entender el porqué sólo ellos son capaces de percatarse de lo que en realidad para en dicha mansión.
Esto hace que la evolución de la historia sea bueno, pues siendo una película que no aborda una crítica se enfoca únicamente en darle al espectador lo que la mayoría busca en una cinta de terror: un susto y nada más.
Con esto queremos decir que no se trata de una cinta que haya que tomarse en serio y que mucho menos se convertirá en un clásico, pues su historia y desenlace son, incluso, bastante previsibles. Sin embargo, es importante resaltar que los jumpscares están muy bien empleados, por lo que La maldición de la casa Winchester se convierte en una muy buena opción para aquellos que gusten de pasar un rato de miedo en el cine.
Sarah Winchester (Helen Mirren) es una viuda atormentada por los espíritus de aquellos que murieron bajo el disparo de los rifles que su compañía construye. Para calmar el enojo de las ánimas, la mujer aprovecha su fortuna para construir una mansión interminable con una habitación para cada espectro. Esto hará que sus socios comiencen a preocuparse por su salud mental, cuestionándose si aún es capaz de estar al frente de los negocios; por ello contratarán al doctor Eric Price (Jason Clarke) para que pase una temporada en dicha casa y evalúe mentalmente a su dueña. Lamentablemente el médico pronto se percatará que la locura de su paciente no se trata de una demencia senil, sino que alrededor de ella existe algo completamente maligno y sobrenatural.
Esta película de los hermanos Spierig (Jigsaw) cuenta eficazmente una historia de fantasmas que, sorprendentemente, resulta por demás entretenida y que fácilmente podría pasar como una secuela más de El Conjuro; ya que nos demuestra una vez más que el mayor fuerte del cine de terror contemporáneo se ha quedado estancado en el llamado “jumpscare”, es decir, aquellas escenas donde un espectro aparece de pronto o un estrepitoso ruido hace que el espectador salte de la butaca.
Esto no quiere decir que sea mala, pues como mencionamos, al menos es entretenida. Esto se debe en gran parte a la leyenda en la que está inspirada la cinta, ya que tan sólo el saber que en verdad existió la mansión Winchester y la historia que se nos presenta sobre ella es la verdadera, resulta ya un gancho para mirar eta película.
Ahora bien, el desarrollo de la misma ocurre con un muy buen ritmo, pues la trama de la historia en un inicio deja de lado el trasfondo de los personajes para entrar enseguida con los hechos sobrenaturales, lo cual desde el principio atrapará a la audiencia. De hecho, uno de los mejores sustos del filme se presenta durante el primer cuarto de hora.
En cuanto a los personajes, los únicos que importan son los de la señora Winchester y el doctor Price, pues es en ellos en quienes recae todo el peso de la trama. Y si bien dijimos que la cinta no se detiene tanto en explicar la historia de estos dos, no es que los protagonistas no tengan un trasfondo, sino que este se explica muy brevemente casi al término de la cinta, dando sólo la información que se requiere para entender el porqué sólo ellos son capaces de percatarse de lo que en realidad para en dicha mansión.
Esto hace que la evolución de la historia sea bueno, pues siendo una película que no aborda una crítica se enfoca únicamente en darle al espectador lo que la mayoría busca en una cinta de terror: un susto y nada más.
Con esto queremos decir que no se trata de una cinta que haya que tomarse en serio y que mucho menos se convertirá en un clásico, pues su historia y desenlace son, incluso, bastante previsibles. Sin embargo, es importante resaltar que los jumpscares están muy bien empleados, por lo que La maldición de la casa Winchester se convierte en una muy buena opción para aquellos que gusten de pasar un rato de miedo en el cine.