Una Historia de Amor y Guerra, satirizarnos se nos da natural
POR: FERNANDA LOZADA
18-06-2024 01:45:51
Es bien sabido que la comedia mexicana tiene sello de garantía y sobre todo aquella que resulta controvertida, esa que usualmente crítica a nuestro propio país y a quienes lo habitamos, satirizarnos es algo que se nos da perfecta y naturalmente, algo que nos demuestra Una Historia de Amor y Guerra.
Una Historia de Amor y Guerra es una película que se burla de dos periodos lejísimos el uno del otro de nuestra propia historia, de alguna manera Santiago Mohar, el director, logra fusionar en una misma narración la época del segundo imperio mexicano y la actual generación milenial y Z.
Resulta impresionante lo bien que funciona la mezcla del imperialismo y la era de las redes sociales, a través del personaje de Pepe Sánchez-Campo, un arquitecto privilegiado de familia rica con un estilo monárquico y de glamour aristocrático pero con un marcadisimo tono o acento “fresa” que está dispuesto a todo con tal de construir un centro comercial en un terreno que deliberadamente quiere poseer pese a ser un área natural protegida y a las personas que habitan en sus alrededores, y, todo connacional sabe que esta premisa es más real de lo que nos gustaría admitir y es por eso que es el tema perfecto para procesar a través de la comedia.
Seguimos la vida del arquitecto que es una burla directa y dura a aquellos personajes de la vida real que sabemos han sido capaces de pagar cantidades absurdas de dinero con tal de conseguir contratos y concesiones, en otro hilo de la película seguimos su intimidad donde conocemos que por más poder adquisitivo que tenga siempre habrá cosas fuera de su control (usualmente sin que él lo sepa aunque sea más que obvio) como su relación amorosa, de hecho conocemos a su conyugue, Constanza, en una escena donde claramente acaba de serle tremendamente infiel en su cara, aquí también se aprovecha otro tema “tabú” o incluso ya considerado chiste nacional, el incesto normalizado en el norte del territorio, pues, el amante de Constanza es su propio primo quien tratando de impedir la boda de Pepe y su pariente *SPOILER ALERT* graba un video en la despedida de soltero del arquitecto que lo señala como desleal de su relación y a partir de ese evento la vida de Pepe toma un giro inesperado que, de una vez se advierte, no sigue ni obedece a ningún tipo de lógica pero que precisamente vuelve todavía mejor esta narración meramente burlesca satírica.
Mofándose de las guerrillas campesinas revolucionarias y del mismo narco, la película los convierte en el villano principal de la historia pues tratando de defender su territorio capturan a Pepe y a partir de eso la película no tiene miedo de tomar un camino totalmente experimental sin abandonar en ningún momento la comedia y decide tornarse casi Dantesca, agregando a los ingredientes un Xoloitzcuintle que habla y exorbitantes cantidades de sopa Maruchan.
Definitivamente las actuaciones de Una Historia de Amor y Guerra están en un tono perfecto para el género y la dirección es impecable, y, la historia es un certero “diez de diez”, totalmente absurda e inteligente, además todos los otros elementos que conforman la película están perfectamente cuidados y tienen una especial atención al detalle, destacando el diseño de producción en su departamento de vestuario y maquillaje, alabándolo personalmente, así como su fotografía, que es francamente espectacular.
Es bien sabido que la comedia mexicana tiene sello de garantía y sobre todo aquella que resulta controvertida, esa que usualmente crítica a nuestro propio país y a quienes lo habitamos, satirizarnos es algo que se nos da perfecta y naturalmente, algo que nos demuestra Una Historia de Amor y Guerra.
Una Historia de Amor y Guerra es una película que se burla de dos periodos lejísimos el uno del otro de nuestra propia historia, de alguna manera Santiago Mohar, el director, logra fusionar en una misma narración la época del segundo imperio mexicano y la actual generación milenial y Z.
Resulta impresionante lo bien que funciona la mezcla del imperialismo y la era de las redes sociales, a través del personaje de Pepe Sánchez-Campo, un arquitecto privilegiado de familia rica con un estilo monárquico y de glamour aristocrático pero con un marcadisimo tono o acento “fresa” que está dispuesto a todo con tal de construir un centro comercial en un terreno que deliberadamente quiere poseer pese a ser un área natural protegida y a las personas que habitan en sus alrededores, y, todo connacional sabe que esta premisa es más real de lo que nos gustaría admitir y es por eso que es el tema perfecto para procesar a través de la comedia.
Seguimos la vida del arquitecto que es una burla directa y dura a aquellos personajes de la vida real que sabemos han sido capaces de pagar cantidades absurdas de dinero con tal de conseguir contratos y concesiones, en otro hilo de la película seguimos su intimidad donde conocemos que por más poder adquisitivo que tenga siempre habrá cosas fuera de su control (usualmente sin que él lo sepa aunque sea más que obvio) como su relación amorosa, de hecho conocemos a su conyugue, Constanza, en una escena donde claramente acaba de serle tremendamente infiel en su cara, aquí también se aprovecha otro tema “tabú” o incluso ya considerado chiste nacional, el incesto normalizado en el norte del territorio, pues, el amante de Constanza es su propio primo quien tratando de impedir la boda de Pepe y su pariente *SPOILER ALERT* graba un video en la despedida de soltero del arquitecto que lo señala como desleal de su relación y a partir de ese evento la vida de Pepe toma un giro inesperado que, de una vez se advierte, no sigue ni obedece a ningún tipo de lógica pero que precisamente vuelve todavía mejor esta narración meramente burlesca satírica.
Mofándose de las guerrillas campesinas revolucionarias y del mismo narco, la película los convierte en el villano principal de la historia pues tratando de defender su territorio capturan a Pepe y a partir de eso la película no tiene miedo de tomar un camino totalmente experimental sin abandonar en ningún momento la comedia y decide tornarse casi Dantesca, agregando a los ingredientes un Xoloitzcuintle que habla y exorbitantes cantidades de sopa Maruchan.