La anticipada película del afamado director Luca Guadagnino, Challengers (Desafiantes) llega por fin a salas de cine. Una vez más el controvertido italiano se arriesga y expone a la crítica con su particular visión y perspectiva, después de proyectos como Call me by your name o Bones and all, ésta vez decide probar la comedia, eso sí, sin dejar de lado su característico tono melodramático y ahora utilizando como excusa el mundo del deporte con el tenis como personaje protagónico. Así, Desafiantes es una película cómica pero controvertida y llena de matices que seguro dará mucho de qué hablar. 

Sin contar que el elenco protagonista da de por sí ya un plus a la producción al tener a Zendaya, Josh O’Connor y Mike Faist, la película ostenta un guion muy bien escrito, capaz de desarrollar una trama con muy pocos personajes y que no pierde ritmo, un triángulo amoroso con tintes cómicos y una precisión de relojería que se sabe infalible al grado de atreverse a jugar con su presentación; la forma de la película es particular y genera muchas preguntas, abusa de elementos gráficos, está sobre musicalizada y tiene un ritmo de montaje así como una edición poco común. 

Usualmente no se busca que el público se distraiga de la narrativa por elementos de armado, muy al estilo figura fondo, pero pasados algunos minutos de la película nos damos cuenta que todo esto forma parte de la construcción y es un personaje más; la música y el uso de leit motiv, los banners, todo cuenta y aporta, en este caso construye un ritmo y específicamente da la sensación de estar viendo un partido de tenis.

Las actuaciones de los protagonistas son francamente memorables, todos con personajes bien definidos y construidos, muy apegados a un estereotipo pero sin caer en clichés; es ya muy bien sabido que gran parte del sello Guadagnino viene con la sexualidad y sensualidad, y, en esta película juega un papel importante, sin llegar a ser explícitas todas estas escenas tienen una gran carga en la historia y podemos decir que todas están completamente justificadas y muy bien trabajadas, desde coreográficamente hasta en tono pues es totalmente discernible si es un momento serio o uno para destensar y reír un poco.

Si bien la película nos da una idea desde su trailer, en realidad se abordan más temas de los que vemos y la forma de comunicarlos es icónica, se habla de la amistad y el amor a través de un grito de victoria y es a lo largo de la película que vamos entendiendo como es que el mismo deporte juega como uno más, personas sin el más mínimo conocimiento sobre tenis están al borde de la butaca contemplando un partido esperando gestos y movimientos que son clave para el progreso de la historia y es que el director logra interesarte en ello haciendo una referencia clara al paralelismo del juego y lo que pasa fuera de él. 

El personaje de Tashi pasa definitivamente a la lista de las mejores interpretaciones de Zendaya, construye un referente femenino en el cine, una mujer que es capaz y aclamada dentro de un mundo mayoritariamente masculino y además elitista, representa la independencia y sobre todo ostenta un carácter que sale y rompe totalmente con los estándares aceptados y comunes de lo femenino en la pantalla grande; de igual manera se agradece y aplaude que se exploren las masculinidades y, de nuevo, aun más dentro del mundo del deporte donde el machismo afecta a los mismos hombres, incluso recuerda mucho a la mofa de este ambiente que vimos en la segunda temporada de Euphoria donde se aborda el erotismo homosexual dentro del ambiente deportivo y cómo éste es negado rotundamente por los mismos participantes generando tabú y controversia al respecto, tal vez la similitud provenga del hecho de que la misma Zendaya también tiene créditos como productora en la película. 

Challengers tiene lo mejor de todo, grandes actuaciones, el elemento disruptivo del uso de herramientas de forma poco convencional, un gran guion, una fotografía tan bella que de pronto podría volverse pretenciosa o caprichosa pero que definitivamente se disfruta y además uno de los finales más tensos y sensibles de los últimos tiempos.

Desafiantes estrena el 25 de abril en salas comerciales.