Aquaman 2, un superhéroe cumplidor
POR: ALEX VANSS
20-12-2023 16:07:05
En el mundo de los superhéroes hay algunos que son icónicos, necesarios, sus universos no se explican sin ellos, pero hay otros que… pues realmente si los sacas de la ecuación no pasa nada, en el mundo de DC uno de ellos es, sin duda, Aquaman, un superhéroe cumplidor.
En la primera película de Aquaman conocimos a un personaje principal de esta la Liga de la Justicia, sus orígenes, traumas y sus sueños, interpretado por Jason Momoa, un actor con cierto carisma y ángel, una buena mezcla que hizo que la película fuera bien aceptada por los fanáticos de DC.
En esta segunda entrega conocemos a un Aquaman que es padre -tras los eventos de la primera parte, cuando derrota a su hermano, se queda con la chica y con el reino- un hombre que disfruta de una cerveza (sí, notamos el comercialote), pasar tiempo con su hijo y su padre, más que atender su trabajo como rey.
Al margen de las actividades paternas y reales de nuestro protagonista, al Reino perdido regresa Manta Negra pero ahora con mayor relevancia pues en su sed de venganza ha pasado mucho tiempo buscando tecnología atlantiana para derrotar a Arthur y acabar con su familia así como con toda la Atlántida, este sueño comienza a tomar forma cuando en una expedición por la Antártida se encuentra un tridente negro que oculta a un ente maligno que le dice qué debe hacer para derrotar a Aquaman con la condición de liberarlo.
A partir de este punto comenzamos a ver el desarrollo de la trama, la incursión de Manta en el reino atlantiano, la ignorancia de Arthur y su gente que no saben que sucede, ni con los invasores ni con el clima en general -una forma burda de hablar del calentamiento global pero en fin- batallas, descubrimientos y planes para resolver el problema que significa Manta.
La película a lapsos se vuelve cansina, secuencias de mucho bla bla bla y poco desarrollo, poca acción, que es algo que uno busca en las películas de este corte porque seamos sinceros, cuando uno decide ver una cinta de superhéroes no espera ver una disertación filosófica ni profundidad en los personajes, queremos ver acción, explosiones, batallas épicas y momentos de risa.
Y no me mal entiendan, si los hay, pero están espaciados, separados por charlas como la de Arthur con su padre, con su hermano o hasta con un pulpo que más que una montaña rusa de emociones se parece al juego del gusanito que se pone en las fiestas patronales.
Sí, Aquaman y el Reino Perdido tiene sus vueltecitas de tuerca, sus momentos dramáticos y algunos de acción, siendo estos últimos los más marginales, cumple pero no es algo extraordinario ni fuera de este mundo, es una película con la que te la puedes pasar bien a secas.
Ya pensándolo bien tal vez eso es algo más malo que bueno, es la mediocridad en las películas de superhéroes, que recurren a la formula ya conocida para llevar a buen puerto una película que bien te puedes ahorrar y esperar a que llegue a plataformas y ahí la veas un sabadito por la tarde noche mientras doblas la ropa y ordenas la sala.
En el mundo de los superhéroes hay algunos que son icónicos, necesarios, sus universos no se explican sin ellos, pero hay otros que… pues realmente si los sacas de la ecuación no pasa nada, en el mundo de DC uno de ellos es, sin duda, Aquaman, un superhéroe cumplidor.
En la primera película de Aquaman conocimos a un personaje principal de esta la Liga de la Justicia, sus orígenes, traumas y sus sueños, interpretado por Jason Momoa, un actor con cierto carisma y ángel, una buena mezcla que hizo que la película fuera bien aceptada por los fanáticos de DC.
En esta segunda entrega conocemos a un Aquaman que es padre -tras los eventos de la primera parte, cuando derrota a su hermano, se queda con la chica y con el reino- un hombre que disfruta de una cerveza (sí, notamos el comercialote), pasar tiempo con su hijo y su padre, más que atender su trabajo como rey.
Al margen de las actividades paternas y reales de nuestro protagonista, al Reino perdido regresa Manta Negra pero ahora con mayor relevancia pues en su sed de venganza ha pasado mucho tiempo buscando tecnología atlantiana para derrotar a Arthur y acabar con su familia así como con toda la Atlántida, este sueño comienza a tomar forma cuando en una expedición por la Antártida se encuentra un tridente negro que oculta a un ente maligno que le dice qué debe hacer para derrotar a Aquaman con la condición de liberarlo.
A partir de este punto comenzamos a ver el desarrollo de la trama, la incursión de Manta en el reino atlantiano, la ignorancia de Arthur y su gente que no saben que sucede, ni con los invasores ni con el clima en general -una forma burda de hablar del calentamiento global pero en fin- batallas, descubrimientos y planes para resolver el problema que significa Manta.
La película a lapsos se vuelve cansina, secuencias de mucho bla bla bla y poco desarrollo, poca acción, que es algo que uno busca en las películas de este corte porque seamos sinceros, cuando uno decide ver una cinta de superhéroes no espera ver una disertación filosófica ni profundidad en los personajes, queremos ver acción, explosiones, batallas épicas y momentos de risa.
Y no me mal entiendan, si los hay, pero están espaciados, separados por charlas como la de Arthur con su padre, con su hermano o hasta con un pulpo que más que una montaña rusa de emociones se parece al juego del gusanito que se pone en las fiestas patronales.
Sí, Aquaman y el Reino Perdido tiene sus vueltecitas de tuerca, sus momentos dramáticos y algunos de acción, siendo estos últimos los más marginales, cumple pero no es algo extraordinario ni fuera de este mundo, es una película con la que te la puedes pasar bien a secas.
Ya pensándolo bien tal vez eso es algo más malo que bueno, es la mediocridad en las películas de superhéroes, que recurren a la formula ya conocida para llevar a buen puerto una película que bien te puedes ahorrar y esperar a que llegue a plataformas y ahí la veas un sabadito por la tarde noche mientras doblas la ropa y ordenas la sala.