Saw X recupera su esencia y le pone un toque mexicano
POR: NANCY MORA
02-10-2023 12:04:27
Mantener viva y fresca una franquicia por casi 20 años y 10 entregas no es una tarea sencilla -pocas lo han logrado- y cuando los que hemos seguido a SAW desde la primera película habíamos perdido la esperanza… llega SAW X, que no solo recupera la esencia del filme original, esencia que lo ubica como digno representante del “torture porn”, sino que ahora le agrega un elemento que nos es muy familiar, un toque mexicano.
En 2004 SAW (El juego del Miedo) sorprendió a los amantes del thriller psicológico y el gore con una historia inquietante que se desarrollaba prácticamente en un cuarto de baño y que a pesar del reducido presupuesto nos regalaba altas dosis de suspenso, sangre y giros inesperados, además de presentarnos a John Kramer (Jigsaw) uno de los villanos más ingenioso y sádicos en la historia del cine.
Y es justo el regreso de John Kramer lo que más nos emocionó de entrada, pero más aún la interpretación de un Tobin Bell que se consagra en esta entrega al mostrarnos a un Kramer vulnerable, frágil y hasta ingenuo, al grado de hasta empatizar con él, pero sin perder su esencia sádica y moralina, porque recordemos que él no es un asesino, él solo pone las reglas del juego y los que deciden si viven o mueren son los jugadores.
SAW X también nos trae de regreso a Amanda (Shawnee Smith) la primera sobreviviente del juego y discípula de Kramer, que también nos hizo sonreír al verla nuevamente en pantalla, porque qué mejor manera de recuperar la esencia que trayendo de regreso a los verdaderos protagonistas de la historia original.
Otro gran acierto del director Kevin Greutert y de los guionistas Josh Stolberg y Pete Goldfinger es la creación de la antagonista, en este caso la doctora Cecilia Pederson (Synnøve Macody Lund) quien encabeza al grupo de estafadores que juegan con las esperanzas de un Kramer condenado a morir. Y es que este personaje tiene la sangre tan fría como se requiere en este tipo de películas, así que no defrauda para nada.
En cuanto al toque mexicano que tiene la película, tengo sentimientos encontrados, porque por un lado es emocionante ver en este tipo de producciones hollywoodenses y taquilleras a actores mexicanos, en este caso, a Renata Vaca, Paulette Hernandez, Octavio Hinojosa y Joshua Okamoto, quienes hacen un trabajo destacable y demuestran que hay mucho talento mexicano.
Y es que los actores mexicanos no tienen papeles menores, ellos son los que interpretan al grupo de médicos y anfitriones que reciben a Kramer en su casa-hospital con la promesa de curarlo, pero en realidad son los estafadores que juegan con su última esperanza de vida, pero que al ser descubiertos se convierten en los jugadores que deben hacer lo que sea necesario para salvar sus vidas.
Hay un meme que dice que los mexicanos no le tienen miedo a nada, y que por eso las películas de terror no funcionan, así que el hecho de que sean mexicanos protagonistas de SAW X debía de tener algo de arrojo, desfachatez y hasta de risa, lo cierto es que los personajes mexicanos tampoco nos defraudaron, comenzando por Joshua Okamoto, quien da vida a Diego un taxista y "doctor", cómplice de la despreciable doctora Pederson.
Pero no sólo Joshua, a pesar del miedo, Valentina (Paulette Hernandez) también se echa al ruedo y juega con ferocidad por salvar su vida, igual que Gabriela (Renata Vaca), una drogadicta que, seducida por el dinero, acepta engañar a Kramer, por lo que deberá salvar su vida de una prueba atroz, su valentía y circunstancias hacen que incluso haya una extraña empatía por parte de Amanda, no les diré más.
También se agradece que producciones del extranjero sean filmadas en nuestro país, que podamos ver lugares conocidos y que se haga referencia a elementos nacionales, sin embargo, y eso no se perdona, es que lo hagan con el horrible tono sepia que se ha vuelto una constante en las producciones de Estados Unidos que hacen referencia a nuestro país, porque como diría nuestro querido Juanga “pero qué necesidad”.
En fin, quitando ese mal sabor de boca, SAW X me ha dejado contenta, porque después de esperar por casi 20 años, la saga recupera lo que me conquistó en sus inicios, y aunque no es perfecta y tiene algunos detalles negativos, como el ritmo que a ratos se siente lento, lo ilógico que resulta lo fácil que es para Kramer preparar todo el escenario y sus trampas y lo voluble que es ante la presencia de un niño, la verdad es que ha sido placentero volver a ver esos momentos sangrientos, cuerpos mutilados, personajes memorables, juegos ingeniosos, la grabadora y por supuesto a Billy Saw rodando su triciclo, ah! sin dejar de mencionar esa escena postcreditos que no deben perderse, porque Kramer no deja ningún cabo suelto.
Mantener viva y fresca una franquicia por casi 20 años y 10 entregas no es una tarea sencilla -pocas lo han logrado- y cuando los que hemos seguido a SAW desde la primera película habíamos perdido la esperanza… llega SAW X, que no solo recupera la esencia del filme original, esencia que lo ubica como digno representante del “torture porn”, sino que ahora le agrega un elemento que nos es muy familiar, un toque mexicano.
En 2004 SAW (El juego del Miedo) sorprendió a los amantes del thriller psicológico y el gore con una historia inquietante que se desarrollaba prácticamente en un cuarto de baño y que a pesar del reducido presupuesto nos regalaba altas dosis de suspenso, sangre y giros inesperados, además de presentarnos a John Kramer (Jigsaw) uno de los villanos más ingenioso y sádicos en la historia del cine.
Y es justo el regreso de John Kramer lo que más nos emocionó de entrada, pero más aún la interpretación de un Tobin Bell que se consagra en esta entrega al mostrarnos a un Kramer vulnerable, frágil y hasta ingenuo, al grado de hasta empatizar con él, pero sin perder su esencia sádica y moralina, porque recordemos que él no es un asesino, él solo pone las reglas del juego y los que deciden si viven o mueren son los jugadores.
SAW X también nos trae de regreso a Amanda (Shawnee Smith) la primera sobreviviente del juego y discípula de Kramer, que también nos hizo sonreír al verla nuevamente en pantalla, porque qué mejor manera de recuperar la esencia que trayendo de regreso a los verdaderos protagonistas de la historia original.
Otro gran acierto del director Kevin Greutert y de los guionistas Josh Stolberg y Pete Goldfinger es la creación de la antagonista, en este caso la doctora Cecilia Pederson (Synnøve Macody Lund) quien encabeza al grupo de estafadores que juegan con las esperanzas de un Kramer condenado a morir. Y es que este personaje tiene la sangre tan fría como se requiere en este tipo de películas, así que no defrauda para nada.
En cuanto al toque mexicano que tiene la película, tengo sentimientos encontrados, porque por un lado es emocionante ver en este tipo de producciones hollywoodenses y taquilleras a actores mexicanos, en este caso, a Renata Vaca, Paulette Hernandez, Octavio Hinojosa y Joshua Okamoto, quienes hacen un trabajo destacable y demuestran que hay mucho talento mexicano.
Y es que los actores mexicanos no tienen papeles menores, ellos son los que interpretan al grupo de médicos y anfitriones que reciben a Kramer en su casa-hospital con la promesa de curarlo, pero en realidad son los estafadores que juegan con su última esperanza de vida, pero que al ser descubiertos se convierten en los jugadores que deben hacer lo que sea necesario para salvar sus vidas.
Hay un meme que dice que los mexicanos no le tienen miedo a nada, y que por eso las películas de terror no funcionan, así que el hecho de que sean mexicanos protagonistas de SAW X debía de tener algo de arrojo, desfachatez y hasta de risa, lo cierto es que los personajes mexicanos tampoco nos defraudaron, comenzando por Joshua Okamoto, quien da vida a Diego un taxista y "doctor", cómplice de la despreciable doctora Pederson.
Pero no sólo Joshua, a pesar del miedo, Valentina (Paulette Hernandez) también se echa al ruedo y juega con ferocidad por salvar su vida, igual que Gabriela (Renata Vaca), una drogadicta que, seducida por el dinero, acepta engañar a Kramer, por lo que deberá salvar su vida de una prueba atroz, su valentía y circunstancias hacen que incluso haya una extraña empatía por parte de Amanda, no les diré más.
También se agradece que producciones del extranjero sean filmadas en nuestro país, que podamos ver lugares conocidos y que se haga referencia a elementos nacionales, sin embargo, y eso no se perdona, es que lo hagan con el horrible tono sepia que se ha vuelto una constante en las producciones de Estados Unidos que hacen referencia a nuestro país, porque como diría nuestro querido Juanga “pero qué necesidad”.
En fin, quitando ese mal sabor de boca, SAW X me ha dejado contenta, porque después de esperar por casi 20 años, la saga recupera lo que me conquistó en sus inicios, y aunque no es perfecta y tiene algunos detalles negativos, como el ritmo que a ratos se siente lento, lo ilógico que resulta lo fácil que es para Kramer preparar todo el escenario y sus trampas y lo voluble que es ante la presencia de un niño, la verdad es que ha sido placentero volver a ver esos momentos sangrientos, cuerpos mutilados, personajes memorables, juegos ingeniosos, la grabadora y por supuesto a Billy Saw rodando su triciclo, ah! sin dejar de mencionar esa escena postcreditos que no deben perderse, porque Kramer no deja ningún cabo suelto.