Comunión con el diablo: entre fantasmas y clichés
POR: DE MONSTERMASH
17-02-2023 12:22:11
Los fantasmas y los demonios son dos de los seres sobrenaturales favoritos para explotar en tramas sencillas, pues no requiere pensar mucho para escribir una historia de humanos acechados por espectros. Ésto último es bueno para quienes únicamente buscan un terror que los entretenga por dos horas pero, para los más devotos del género, resulta algo aburrido y, más que predecible, tedioso, y el ejemplo más reciente de esto es la cinta española Comunión con el diablo, del director Víctor García.
El filme, protagonizado por Carla Campra, Aina Quiñones, Marc Soler y Carlos Oviedo, presenta la historia de dos amigas que, tras encontrar una macabra y antigua muñeca en el bosque, comienzan a ser presas de horribles visiones donde el espectro de una niña clama por venganza. Ahora, la misión de ambas será descubrir la razón por la que aquella alma en pena no puede descansar en paz.
Luego de que Alex de la Iglesia creara un clásico de culto como lo es El día de la Bestia en 1995, el cine de terror español parecía haberse quedado estancado hasta que tuvo un potente renacer con Rec (2007) pero que también pareció morir con esa misma “Rec; pues aunque de vez en cuando tiene uno que otro exponente digno, son más los fracasos que llegan desde aquel país.
Basta con ver Comunión con el diablo, un filme repleto de clichés que si bien no es aburrida al 100% tampoco es una obra que apuesta por quedarse en la memoria del público. Parte de esto es por su trama genérica que se diluirá entre otros cientos de filmes sobre fantasmas, ya que al caer en un lugar común tras otro y tras otro y tras otro se convierte en una obra que al final de la misma resulta bastante tediosa de ver.
Sin embargo tiene un punto bueno, y ese es el maquillaje de las criaturas (que al término de la historia apenas se explica algo o nada sobre ellas) y los espectros, pues siempre se agradecerá el uso de maquillaje y efectos prácticos para su creación.
En resumen, Comunión con el diablo es un filme que pasa sin pena ni gloria y que en el mejor de los casos se torna entretenido pero, en el peor, olvidable.
Los fantasmas y los demonios son dos de los seres sobrenaturales favoritos para explotar en tramas sencillas, pues no requiere pensar mucho para escribir una historia de humanos acechados por espectros. Ésto último es bueno para quienes únicamente buscan un terror que los entretenga por dos horas pero, para los más devotos del género, resulta algo aburrido y, más que predecible, tedioso, y el ejemplo más reciente de esto es la cinta española Comunión con el diablo, del director Víctor García.
El filme, protagonizado por Carla Campra, Aina Quiñones, Marc Soler y Carlos Oviedo, presenta la historia de dos amigas que, tras encontrar una macabra y antigua muñeca en el bosque, comienzan a ser presas de horribles visiones donde el espectro de una niña clama por venganza. Ahora, la misión de ambas será descubrir la razón por la que aquella alma en pena no puede descansar en paz.
Luego de que Alex de la Iglesia creara un clásico de culto como lo es El día de la Bestia en 1995, el cine de terror español parecía haberse quedado estancado hasta que tuvo un potente renacer con Rec (2007) pero que también pareció morir con esa misma “Rec; pues aunque de vez en cuando tiene uno que otro exponente digno, son más los fracasos que llegan desde aquel país.
Basta con ver Comunión con el diablo, un filme repleto de clichés que si bien no es aburrida al 100% tampoco es una obra que apuesta por quedarse en la memoria del público. Parte de esto es por su trama genérica que se diluirá entre otros cientos de filmes sobre fantasmas, ya que al caer en un lugar común tras otro y tras otro y tras otro se convierte en una obra que al final de la misma resulta bastante tediosa de ver.
Sin embargo tiene un punto bueno, y ese es el maquillaje de las criaturas (que al término de la historia apenas se explica algo o nada sobre ellas) y los espectros, pues siempre se agradecerá el uso de maquillaje y efectos prácticos para su creación.
En resumen, Comunión con el diablo es un filme que pasa sin pena ni gloria y que en el mejor de los casos se torna entretenido pero, en el peor, olvidable.