El pacto: un viaje del cielo al infierno
POR: ORIANNA PAZ
21-07-2022 14:01:30
En el imaginario colectivo se arraiga con fuerza la idea de que para ser escritor se necesita ser solitario, libre, incomprendido, tener predilección por el alcohol y las sustancias espirituosas, así como vivir bajas y tormentosas pasiones. ¿De qué vas a escribir si no has vivido intensamente? Basta con recordar autores como Hemingway, Scott Fitzgerald, Carver, Malcom Lowry y por supuesto Bukowski, entre muchos otros, que se entregaron al alcohol como fuente de inspiración. A partir de esta máxima y de una absoluta dedicación en cuerpo y alma (literal) a la escritura y su arte, se desprende la trama principal de El pacto (Dinamarca-Bélgica-Noruega-Fin
Basada en las memorias del poeta danés Thorkild Bjørnvig, El pacto, narra la peculiar, retorcida y diabólica relación que se produjo entre Thorkild y la renombrada escritora Karen Blixen, en el ocaso de la vida de la autora, aquejada por la sífilis y enferma de un padecimiento aún más profundo: la amargura y la soledad al haber perdido al amor de su vida.
Blixen, mejor conocida en el universo literario por su seudónimo, Isak Dinesen, fue una de las escritoras más importantes de Dinamarca, distinguida por sus cuentos y novelas, entre ellos, la recordada y autobiográfica Out of Africa (Memorias de África), retrato de sus vivencias en aquel país, que fue llevado a la gran pantalla en 1985 bajo la dirección de Sydney Pollack, con Meryl Streep como Karen Blixen y Robert Redford, como el cazador Denys Finch Hatton, el gran amor de Blixen que falleció trágicamente en un accidente aéreo.
De la mano del cuidado guion de Christian Torpe, que supone un verdadero deleite para los espectadores, con diálogos inteligentes, que permanecen y estimulan la reflexión profunda, y un diseño de arte y fotografía sobresalientes, August confecciona un bello y, al mismo tiempo, perturbador filme acerca de la manipulación, el control, la dependencia, el egoísmo y la codicia.
¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para ser un escritor famoso y reconocido? Ese es el punto de partida de El pacto, ya que la tranquila, “aburrida” y convencional vida del poeta Thorkild, casado y con un niño pequeño, se transforma cuando acepta el trato que le ofrece Blixen, quien como si se tratara del mismísimo diablo, promete protegerlo y apoyarlo en todo para convertirlo en un verdadero artista bajo la condición de obtener su confianza absoluta, sin cuestionamientos.
Lo que inicia como una propuesta aparentemente normal entre alumno y mentora, pronto se transforma en un trato enfermizo, en el que Blixen, como si se tratara de una diosa griega, juega a su antojo con el destino tanto de Thorkild, como de su esposa Greta, su hijo y Benedecte, una de sus amigas aristócratas. Poco a poco Blixen, logra separar a Thorkild de su esposa y su hijo, a quienes considera un lastre que jamás le permitirá explotar su talento como escritor. “¿Conoces a algún escritor que escriba acerca de su esposa?”, le replica cuando Thorkild desea regresar a casa con su familia después de pasar una larga estancia con Blixen en su granja familiar para concentrarse únicamente en escribir. “Deberías tener una aventura” le sugiere en otra ocasión y prácticamente orquesta todo para arrojar a Benedecte, quien también es casada, en sus brazos. Thorkild, cegado por la profunda admiración y respeto que siente por Blixen sucumbe a su oscura manipulación, lo que destrozará su vida, su corazón y su estabilidad.
Una de las mayores virtudes y aciertos del filme es sin duda el ritmo de la narrativa, que lentamente va envolviendo al espectador, al tiempo que Blixen aprisiona poco a poco a su víctima hasta adueñarse de su alma, en un juego siniestro que revela también sus propios demonios y vulnerabilidades y del cual no saldrá ilesa. Asimismo, los encuadres son siempre una delicia para la mirada, así como la ambientación de época y el detenimiento en los primeros planos que están al servicio de la espectacular actuación de Birthe Neumann como la excéntrica protagonista, así como del resto del elenco.
Asimismo, la adaptación está muy bien lograda, apegándose a hechos reales, ya que diversas fuentes y biógrafos de la autora, han resaltado que tenía un carácter iracundo y extravagante, como se retrata en la película, quizás debido a su salud tan frágil, ya que además de la sífilis que le contagió a temprana edad su marido, el Barón Bror Blixen-Finecke, sufrió una cirugía de estómago que la dejó en sus últimos años prácticamente en los huesos, pesando sólo 35 kilos. Además, varios biógrafos destacan este episodio tan extraño y perturbador que vivió con Thorkild y que El pacto consigue transmitir con una fuerza arrolladora de la viva voz del propio poeta, en una relación de codependencia francamente espeluznante.
En el imaginario colectivo se arraiga con fuerza la idea de que para ser escritor se necesita ser solitario, libre, incomprendido, tener predilección por el alcohol y las sustancias espirituosas, así como vivir bajas y tormentosas pasiones. ¿De qué vas a escribir si no has vivido intensamente? Basta con recordar autores como Hemingway, Scott Fitzgerald, Carver, Malcom Lowry y por supuesto Bukowski, entre muchos otros, que se entregaron al alcohol como fuente de inspiración. A partir de esta máxima y de una absoluta dedicación en cuerpo y alma (literal) a la escritura y su arte, se desprende la trama principal de El pacto (Dinamarca-Bélgica-Noruega-Fin
Basada en las memorias del poeta danés Thorkild Bjørnvig, El pacto, narra la peculiar, retorcida y diabólica relación que se produjo entre Thorkild y la renombrada escritora Karen Blixen, en el ocaso de la vida de la autora, aquejada por la sífilis y enferma de un padecimiento aún más profundo: la amargura y la soledad al haber perdido al amor de su vida.
Blixen, mejor conocida en el universo literario por su seudónimo, Isak Dinesen, fue una de las escritoras más importantes de Dinamarca, distinguida por sus cuentos y novelas, entre ellos, la recordada y autobiográfica Out of Africa (Memorias de África), retrato de sus vivencias en aquel país, que fue llevado a la gran pantalla en 1985 bajo la dirección de Sydney Pollack, con Meryl Streep como Karen Blixen y Robert Redford, como el cazador Denys Finch Hatton, el gran amor de Blixen que falleció trágicamente en un accidente aéreo.
De la mano del cuidado guion de Christian Torpe, que supone un verdadero deleite para los espectadores, con diálogos inteligentes, que permanecen y estimulan la reflexión profunda, y un diseño de arte y fotografía sobresalientes, August confecciona un bello y, al mismo tiempo, perturbador filme acerca de la manipulación, el control, la dependencia, el egoísmo y la codicia.
¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para ser un escritor famoso y reconocido? Ese es el punto de partida de El pacto, ya que la tranquila, “aburrida” y convencional vida del poeta Thorkild, casado y con un niño pequeño, se transforma cuando acepta el trato que le ofrece Blixen, quien como si se tratara del mismísimo diablo, promete protegerlo y apoyarlo en todo para convertirlo en un verdadero artista bajo la condición de obtener su confianza absoluta, sin cuestionamientos.
Lo que inicia como una propuesta aparentemente normal entre alumno y mentora, pronto se transforma en un trato enfermizo, en el que Blixen, como si se tratara de una diosa griega, juega a su antojo con el destino tanto de Thorkild, como de su esposa Greta, su hijo y Benedecte, una de sus amigas aristócratas. Poco a poco Blixen, logra separar a Thorkild de su esposa y su hijo, a quienes considera un lastre que jamás le permitirá explotar su talento como escritor. “¿Conoces a algún escritor que escriba acerca de su esposa?”, le replica cuando Thorkild desea regresar a casa con su familia después de pasar una larga estancia con Blixen en su granja familiar para concentrarse únicamente en escribir. “Deberías tener una aventura” le sugiere en otra ocasión y prácticamente orquesta todo para arrojar a Benedecte, quien también es casada, en sus brazos. Thorkild, cegado por la profunda admiración y respeto que siente por Blixen sucumbe a su oscura manipulación, lo que destrozará su vida, su corazón y su estabilidad.
Una de las mayores virtudes y aciertos del filme es sin duda el ritmo de la narrativa, que lentamente va envolviendo al espectador, al tiempo que Blixen aprisiona poco a poco a su víctima hasta adueñarse de su alma, en un juego siniestro que revela también sus propios demonios y vulnerabilidades y del cual no saldrá ilesa. Asimismo, los encuadres son siempre una delicia para la mirada, así como la ambientación de época y el detenimiento en los primeros planos que están al servicio de la espectacular actuación de Birthe Neumann como la excéntrica protagonista, así como del resto del elenco.
Asimismo, la adaptación está muy bien lograda, apegándose a hechos reales, ya que diversas fuentes y biógrafos de la autora, han resaltado que tenía un carácter iracundo y extravagante, como se retrata en la película, quizás debido a su salud tan frágil, ya que además de la sífilis que le contagió a temprana edad su marido, el Barón Bror Blixen-Finecke, sufrió una cirugía de estómago que la dejó en sus últimos años prácticamente en los huesos, pesando sólo 35 kilos. Además, varios biógrafos destacan este episodio tan extraño y perturbador que vivió con Thorkild y que El pacto consigue transmitir con una fuerza arrolladora de la viva voz del propio poeta, en una relación de codependencia francamente espeluznante.
