Se apagó la voz elegante, falleció el actor Enrique Rocha
POR: ENCUADRES
07-11-2021 20:10:45
Enrique Rocha, el de voz elegante, el que se convirtió en uno de los villanos más odiados en las telenovelas, el que trabajó con directores como Arturo Ripstein, Juan Ibáñez y René Cardona, el que protagonizó películas como Pistoleros del oeste, El proceso de Cristo y Tiempo de morir, el Rochón como le decián sus amigos, falleció este domingo (7 noviembre) a los 81 años de edad.
Aunque no se han dado a conocer mayores detalles de su deceso, la noticia ha circulado en redes sociales donde colegas y amigos han manifestado sus condolencias, como el actor Alfonso Herrera, la plataforma FilminLatino y la La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México quien lo recordó como “Destacado histrión de cine, teatro, televisión y doblaje. Descanse en paz. #CreadoresDeCultura”.
Enrique Miguel Rocha Ruiz nació el 5 de enero de 1940 en Silao, Guanajuato y la mayor parte se su trayectoria se desarrollo en la televisión, donde se caracterizó por ser uno de los villanos más odiados por papeles como el de Nicolás Obregón en El Privilegio de Amar, o Rodrigo Montes de Oca en Yo compro esa mujer, por mencionar solo algunos.
En cine, Enrique Rocha también tuvo una destaca presencia, sobre todo en las décadas de los 60 y 70, cuando fue dirigido por cineastas de la talla de Juan Ibañez en Alma Rota (1965); René Cardona en Pistoleros del Oeste (1965) y Los Sheriffs de la frontera (1965).
En 1966 Julio Bracho lo invitó a interpretar a Cristo en la cinta El proceso de Cristo, donde compartió créditos con Julián Soler, Germán Robles, Tito Junco, Andrea Palma y Wolf Ruvinskis; ese mismo año trabajó bajo la dirección de Arturo Ripstein en la película Tiempo de Morir; y con Gilberto Martínez Solares en el filme Marcelo y María.
Enrique Rocha también participó en cine de género, pues en 1968 interpretó el papel de un vampiro que le devuelve la vida a su amante, una bruja, en la película La Endemoniada (1968); mientras que en la película El caudillo (1968) actuó al lado de Luis Aguilar, Rodolfo de Anda, Emilio Fernández e Irma Serrano. Un año después también tuvo un papel en la emblemática película Santa, dirigida por Emilio Gómez Muriel y en la que comparte créditos con Julissa.
Rochón, como le decían sus amigos, también fue testigo y participe del declive de la industria cinematográfica en México que inició a finales de los años 60, cuando la producción se enfocó en películas de serie B o bajo presupuesto, de este periodo destaca su participación en cintas como Lío de Faldas, Las infieles, Modisto de señoras, Siete Evas para un Adán, Espérame en Siberia, vida mía, Satanico Pandemonium: La Sexorcista y Satanás de todos los horrores, entre otras.
Para la década de los 80, su carrera se inclinó más hacía las telenovelas, de este periodo destacan Cuando los hijos se van, Como duele callar, El ángel caído, Pasión y Poder, Yo compro esa mujer; además de algunos episodios de Mujer Casos de la vida real.
Su voz, tan característica y elegante, también lo llevó a ser narrador en series de televisión como Objetos Perdidos, Érase una vez, Rubí y en la miniserie dedicada a Silvia Pinal, siento éste su último trabajo en televisión.
Enrique Rocha, el de voz elegante, el que se convirtió en uno de los villanos más odiados en las telenovelas, el que trabajó con directores como Arturo Ripstein, Juan Ibáñez y René Cardona, el que protagonizó películas como Pistoleros del oeste, El proceso de Cristo y Tiempo de morir, el Rochón como le decián sus amigos, falleció este domingo (7 noviembre) a los 81 años de edad.
Aunque no se han dado a conocer mayores detalles de su deceso, la noticia ha circulado en redes sociales donde colegas y amigos han manifestado sus condolencias, como el actor Alfonso Herrera, la plataforma FilminLatino y la La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México quien lo recordó como “Destacado histrión de cine, teatro, televisión y doblaje. Descanse en paz. #CreadoresDeCultura”.
Enrique Miguel Rocha Ruiz nació el 5 de enero de 1940 en Silao, Guanajuato y la mayor parte se su trayectoria se desarrollo en la televisión, donde se caracterizó por ser uno de los villanos más odiados por papeles como el de Nicolás Obregón en El Privilegio de Amar, o Rodrigo Montes de Oca en Yo compro esa mujer, por mencionar solo algunos.
En cine, Enrique Rocha también tuvo una destaca presencia, sobre todo en las décadas de los 60 y 70, cuando fue dirigido por cineastas de la talla de Juan Ibañez en Alma Rota (1965); René Cardona en Pistoleros del Oeste (1965) y Los Sheriffs de la frontera (1965).
En 1966 Julio Bracho lo invitó a interpretar a Cristo en la cinta El proceso de Cristo, donde compartió créditos con Julián Soler, Germán Robles, Tito Junco, Andrea Palma y Wolf Ruvinskis; ese mismo año trabajó bajo la dirección de Arturo Ripstein en la película Tiempo de Morir; y con Gilberto Martínez Solares en el filme Marcelo y María.
Enrique Rocha también participó en cine de género, pues en 1968 interpretó el papel de un vampiro que le devuelve la vida a su amante, una bruja, en la película La Endemoniada (1968); mientras que en la película El caudillo (1968) actuó al lado de Luis Aguilar, Rodolfo de Anda, Emilio Fernández e Irma Serrano. Un año después también tuvo un papel en la emblemática película Santa, dirigida por Emilio Gómez Muriel y en la que comparte créditos con Julissa.
Rochón, como le decían sus amigos, también fue testigo y participe del declive de la industria cinematográfica en México que inició a finales de los años 60, cuando la producción se enfocó en películas de serie B o bajo presupuesto, de este periodo destaca su participación en cintas como Lío de Faldas, Las infieles, Modisto de señoras, Siete Evas para un Adán, Espérame en Siberia, vida mía, Satanico Pandemonium: La Sexorcista y Satanás de todos los horrores, entre otras.
Para la década de los 80, su carrera se inclinó más hacía las telenovelas, de este periodo destacan Cuando los hijos se van, Como duele callar, El ángel caído, Pasión y Poder, Yo compro esa mujer; además de algunos episodios de Mujer Casos de la vida real.
Su voz, tan característica y elegante, también lo llevó a ser narrador en series de televisión como Objetos Perdidos, Érase una vez, Rubí y en la miniserie dedicada a Silvia Pinal, siento éste su último trabajo en televisión.