DUNA, la épica, los gusanos, Timotheé y el tiempo
POR: ALEX VANSS
22-10-2021 13:51:28
Comencemos por el hecho de que no he leído la novela ni vi el trabajo anterior de David Lynch, llegue a la sala de cine en blanco, sin prejuicios ni altas o bajas expectativas, evidentemente al trabajar en la fuente de cine leí y vi críticas de Duna cuando se presentó en Venecia pero he aprendido a ignorarlas, así que debo decir que como espectador "virgen", la película de Denis Villeneuve es francamente...
Aún no sé cómo definirla, no creo sea aburrida, decepcionante menos porque nunca me hice expectativas, sin embargo, la majestuosidad o épica que Denis y su equipo de trabajo le quieren dar al filme con esa fotografía prodigiosa, el diseño de producción al punto y la banda sonora increíble se disuelve con una historia descriptiva, explicativa que se alarga innecesariamente por más de dos horas.
Atención que a partir de este momento puedo soltar información que puede ser considerada spoiler.
Y es que ver al meditabundo Timotheé, los insertos constantes de la mirada de Zendaya y sus ojos azules artificiosos, desgastan a una película que inevitablemente comparamos con Blade Runner de 1982; la trilogía original de Star Wars; y claro Blade Runner 2049, el anterior trabajo comercial de Denis, de las primeras dos películas, hay que decir que fue el tiempo el que les confirió la épica, ese elemento que Duna parece haber buscado o creado en la sala de edición y posproducción.
Entiendo que al ser el principio de una nueva saga, como capítulo piloto de una serie, pueda tener un ritmo lento y explicarte quiénes son los integrantes de cada casa, cuál Game of Thrones, y sus intenciones, pero eso puede ser abordado en los primeros 30 minutos y de ahí entregarnos la emoción de una película de scifi, por que una vez más, un servidor y muchos más no somos fans ni de la obra anterior ni del libro y tal vez no nos interesa ver la obra anterior ni el libro.
Y bueno, qué decir del armado de los personajes, sobre todo del de Timotheé, que sí, que no, que no creé, que los sueños, que el oráculo, que el destino, que Zendaya, que al final da un salto de fe en un libelulocóptero dejándose guiar por la "fuerza" y lo que un señor en una visión le dijo para dejar de ser el escéptico y convertirse en el elegido, amo del desierto, señor de los gusanos de arena y el dueño del corazón de Zendaya, todo en los últimos 10 minutos, con todo eso solo faltaba un gráfico en la pantalla con la leyenda "Duna regresará". Todo esto sin contar que es el mismo Timotheé que hemos visto hasta el cansancio.
De Zendaya, pues nos hartamos de ver sus ojos, sus piecitos y las dunas en las que está parada volteando una y otra vez a la cámara, mirando sin decir nada... (lease con tono condescendiente) sí Denis, ya entendimos, para con tus close up. Este elemento repetitivo lo veremos casi todo el filme hasta aquella madrugada en la que Zendaya se le acerca a Timotheé, le dice que es un debilucho y que seguro morirá (bahahahaha).
Hollywood ya no hace épicas, esas se murieron con el cine bíblico, el llamado péplum, desde hace mucho Hollywood hace fast food, y Duna es una hamburguesa orgánica, muy bonita, cara y según saludable pero al final una hamburguesa que cuando te la comes dices, ¡qué chafa! porque vamos, ni la temerosa crítica social, esa analogía que intenta hacer con Estados Unidos y su intervencionismo en el medio oriente, resuena, solo se queda en la simple anécdota.
Y la verdad es que si quiero ver una película que critique el Imperialismo Yankee pues hay otras cinematografías que lo hacen mejor, incluso con animación, como la joyita de Jonas Poher Rasmussen, escrita por él y Amin, llamada Flee, donde vemos como los intereses de EUA en Afganistán en la década de los 80 y su afán por destruir todo lo que oliera a la URSS permitieron el arme de los talibanes y desataron el horror y los problemas migratorios de gente que hasta la fecha sufre, hay más épica en Flee que en Duna.
Por lo anterior, creo que Duna no es de ninguna manera una mala o fallida película como muchos la quieren hacer ver, creo más bien es una película muy ambiciosa que se hizo bolas con sus pretensiones de volverse un filme épico de origen, ese es tal vez su más grande pecado, sin embargo hay muchas cosas que destacar, toda la parte técnica es realmente buena, sobresaliente pero ahí es justo donde queda coja, como casi todo lo hollywoodense, porque la historia, la carnita, el trabajo de guion es lo ausente.
Espero que para la segunda entrega trabajen mejor el guion, pulan los arcos dramáticos y exploten mejor el talento actoral de Timotheé y Zendaya, porque lo técnico ya lo tienen, sin embargo, una Arri Alexa, por más hermosa que sea, pues no hace una película... ¡Al tiempo!
Comencemos por el hecho de que no he leído la novela ni vi el trabajo anterior de David Lynch, llegue a la sala de cine en blanco, sin prejuicios ni altas o bajas expectativas, evidentemente al trabajar en la fuente de cine leí y vi críticas de Duna cuando se presentó en Venecia pero he aprendido a ignorarlas, así que debo decir que como espectador "virgen", la película de Denis Villeneuve es francamente...
Aún no sé cómo definirla, no creo sea aburrida, decepcionante menos porque nunca me hice expectativas, sin embargo, la majestuosidad o épica que Denis y su equipo de trabajo le quieren dar al filme con esa fotografía prodigiosa, el diseño de producción al punto y la banda sonora increíble se disuelve con una historia descriptiva, explicativa que se alarga innecesariamente por más de dos horas.
Atención que a partir de este momento puedo soltar información que puede ser considerada spoiler.
Y es que ver al meditabundo Timotheé, los insertos constantes de la mirada de Zendaya y sus ojos azules artificiosos, desgastan a una película que inevitablemente comparamos con Blade Runner de 1982; la trilogía original de Star Wars; y claro Blade Runner 2049, el anterior trabajo comercial de Denis, de las primeras dos películas, hay que decir que fue el tiempo el que les confirió la épica, ese elemento que Duna parece haber buscado o creado en la sala de edición y posproducción.
Entiendo que al ser el principio de una nueva saga, como capítulo piloto de una serie, pueda tener un ritmo lento y explicarte quiénes son los integrantes de cada casa, cuál Game of Thrones, y sus intenciones, pero eso puede ser abordado en los primeros 30 minutos y de ahí entregarnos la emoción de una película de scifi, por que una vez más, un servidor y muchos más no somos fans ni de la obra anterior ni del libro y tal vez no nos interesa ver la obra anterior ni el libro.
Y bueno, qué decir del armado de los personajes, sobre todo del de Timotheé, que sí, que no, que no creé, que los sueños, que el oráculo, que el destino, que Zendaya, que al final da un salto de fe en un libelulocóptero dejándose guiar por la "fuerza" y lo que un señor en una visión le dijo para dejar de ser el escéptico y convertirse en el elegido, amo del desierto, señor de los gusanos de arena y el dueño del corazón de Zendaya, todo en los últimos 10 minutos, con todo eso solo faltaba un gráfico en la pantalla con la leyenda "Duna regresará". Todo esto sin contar que es el mismo Timotheé que hemos visto hasta el cansancio.
De Zendaya, pues nos hartamos de ver sus ojos, sus piecitos y las dunas en las que está parada volteando una y otra vez a la cámara, mirando sin decir nada... (lease con tono condescendiente) sí Denis, ya entendimos, para con tus close up. Este elemento repetitivo lo veremos casi todo el filme hasta aquella madrugada en la que Zendaya se le acerca a Timotheé, le dice que es un debilucho y que seguro morirá (bahahahaha).
Hollywood ya no hace épicas, esas se murieron con el cine bíblico, el llamado péplum, desde hace mucho Hollywood hace fast food, y Duna es una hamburguesa orgánica, muy bonita, cara y según saludable pero al final una hamburguesa que cuando te la comes dices, ¡qué chafa! porque vamos, ni la temerosa crítica social, esa analogía que intenta hacer con Estados Unidos y su intervencionismo en el medio oriente, resuena, solo se queda en la simple anécdota.
Y la verdad es que si quiero ver una película que critique el Imperialismo Yankee pues hay otras cinematografías que lo hacen mejor, incluso con animación, como la joyita de Jonas Poher Rasmussen, escrita por él y Amin, llamada Flee, donde vemos como los intereses de EUA en Afganistán en la década de los 80 y su afán por destruir todo lo que oliera a la URSS permitieron el arme de los talibanes y desataron el horror y los problemas migratorios de gente que hasta la fecha sufre, hay más épica en Flee que en Duna.
Por lo anterior, creo que Duna no es de ninguna manera una mala o fallida película como muchos la quieren hacer ver, creo más bien es una película muy ambiciosa que se hizo bolas con sus pretensiones de volverse un filme épico de origen, ese es tal vez su más grande pecado, sin embargo hay muchas cosas que destacar, toda la parte técnica es realmente buena, sobresaliente pero ahí es justo donde queda coja, como casi todo lo hollywoodense, porque la historia, la carnita, el trabajo de guion es lo ausente.
Espero que para la segunda entrega trabajen mejor el guion, pulan los arcos dramáticos y exploten mejor el talento actoral de Timotheé y Zendaya, porque lo técnico ya lo tienen, sin embargo, una Arri Alexa, por más hermosa que sea, pues no hace una película... ¡Al tiempo!