Black Widow: Abrazos, no balazos
POR: SAÚL ARELLANO MONTORO
05-07-2021 15:22:28
Luego de varios meses de natural atraso por parte de MarvelStudios, llega a las pantallas del verano cinematográfico la película en solitario de Black Widow para arrancar en cine de la cuarta etapa del popularmente conocido MCU (Universo Cinematográfico de Marvel) para unir lo que hay en streaming y seguir avasallando el medio del entretenimiento con propuestas infinitas de personajes salidos de los cómics de esa legendaria empresa.
LA MENTIRA COMO ESTRATEGIA POLÍTICA
Fue a la mitad de los años 60 cuando este personaje aparece en los cómics. El mundo aún continuaba “dividido” debido a las ideologías políticas establecidas por la Guerra Fría, el intercambio real de espías entre oriente y occidente (visualizado comúnmente como un lado y otro de la “Cortina de Hierro”) y el Statu Quo representado por las potencias de los EEUU y la URSS. De hecho, el personaje de Natasha Romanoff Black Widow aparece en los cómics a dos años de la Crisis de los Misiles en Cuba y al año siguiente de la muerte de John F. Kennedy, por lo que el ambiente del “Miedo al rojo” de la sociedad anti-comunista
Lo anterior lo aprovecha de forma precisa el creador del personaje, Stan Lee (¿Podría haber sido otro?) apoyado por Larry Lieber para dotar a la Romanoff de una personalidad fría y despiadada no solo por ser una espía del bloque comunista sino por su entrenamiento para poder infiltrarse en el bando enemigo y tejer una entrama serie de movimientos para lograr todos sus objetivos sin mostrar remordimiento para lograrlo. Por ello es que el camino a la “redención filosófica imperialista yanqui” es interesante en una época donde los malos eran una caricatura que se venía arrastrando desde los nazis y que encasilló todo aquello que fuera en contra de las costumbres y aspiraciones estadounidenses.
LUGARES COMÚNES Y POSES DE BATALLA
Desde las primeras secuencias de la película, notamos el camino que decidió tomar la australiana directora Cate
El grave problema que desde el principio presenta la película es la escasa experiencia para filmar secuencias de acción y la innecesaria avalancha de escenas de pelea desde los primeros minutos que lejos de mantener al espectador en el filo del asiento, aburren y no aportan nada. De hecho, demuestran la grave falta de historia y argumentos para establecer no solo los motivos de Black Widow sino de la historia personal (que difiere por completo del origen del cómic) y que solucionan de la forma más burda con una serie de viñetas del “American way of life” que rematan con otro tremendo lugar común destrozando por completo el mensaje original de Don McLean y su canción American Pie. Y esto solo es el principio.
¡HOMBRES!
Otra tara notoria de la película es un pretencioso feminismo que resulta de una inocencia que puede resultar ofensiva al espectador pero que a su vez se puede amparar en que la película es clasificada para toda la familia y con eso lo podemos dejar a un nivel de escuela elemental porque no profundiza y lo muestra como si fuera en diapositivas para una mejor comprensión. Además, las presencias masculinas pueden dividirse abiertamente en tres: La figura paterna representada por David Harbur con su personaje de Red Guardian que es bonachón, salvaje, escandaloso y adecuadamente preocupado por sus hijas; es decir, de nuevo una caricatura de la paternidad que se refuerza en una secuencia de humor simplón en un “reencuentro familiar”.
Y por el otro lado el malo, muy malo ¡Uy que malo! de la película llamado Dreykov que se presenta como el hombre que domina a las mujeres quitándoles toda capacidad de razonar y pensar por sí mismas; un misógino machista de (otra vez) caricatura. Lo único que salva a este personaje es que está interpretado por el enorme Ray Winston que hace como siempre un trabajo impecable pese a lo pobre del personaje.
Y para cerrar los estereotipos de las únicas presencias importantes masculinas tenemos al realizador británico O-T Fagbenle como el personaje de Rick Mason que es el facilitador de Black Widow, además de confidente; en pocas palabras es el personaje “Te quiero como amigo” en este universo que a fuerza pretende ser de empoderamiento femenino.
¿QUÉ PASA CUANDO HABLAMOS DE ESPÍAS?
No termina de quedar claro si la poca capacidad que tuvo la directora para sacar adelante este encargo le hizo tomar la decisión de, o bien presentar una película de corte intriga internacional con una carga de espionaje del siglo XXI a la Bourne o parecido a las últimas entregas de las misiones de Jack Ryan o tratar de homenajear las clásicas historias de franquicias como Misión Imposible de los años 60 o las películas de James Bond de esa hasta los años 80.
Si nos basamos en lo que se ve en pantalla por la narrativa de la misma, la decisión de ¿Homenajear? A Bond y Misión Imposible fue el camino que finalmente se tomó, lo que resulta muy agradable a todas las generaciones que crecimos viendo a esos personajes salvar al mundo amparados en la tecnología de punta del momento así como de locaciones impactantes y escenas de acción trepidante donde el final resulta apoteósico con la destrucción de grandes estructuras que, gracias a la megalomanía del villano en turno, podrían ser submarinas, estar en tierra o hasta flotando en la atmósfera o el espacio.
Esto nos es ofrecido en la película aunque cuesta un poco de tiempo descubrir el sentido de la misma debido a lo lento que resulta el camino para adentrarnos a la esencia de la película; sobre todo si se está acostumbrado a la Black Widow de los cómics y que por bastantes películas del MCU se respetó a plena conciencia.
ADIOS SCARLETT, HOLA FLORENCE
Por fortuna, hay momentos en la película que hacen que todo valga la pena. Y entre eso se encuentra la apabullante presencia de la actriz Florence Pugh que conocimos en la perfecta y desoladora película Midsommar (2019) del director Ari Aster. Las mejores secuencias así como los diálogos de humor inteligente y la personalidad más definida y constante recaen sobre el personaje Yelena Belova que por momentos opaca sin pretenderlo a Scarlett Johansson por la presencia fuerte en pantalla.
De hecho a partir del segundo acto de la película, que es el re-encuentro de las hermanas, hasta el final, no es sino un constante “espaldarazo” al legado de Black Widow en el cine que dejo Johansson al pasar la estafeta a Pugh para lo que venga para ella en el MCU en cine y en pantalla chica. Lo que resulta reconfortante debido a que luego de la muerte de Natasha Romanoff, el hueco que queda para las futuras aventuras de los personajes de MarvelStudios está perfectamente cubierto por Yelena personificando lo que ahora sabemos es un legado: Ser una Black Widow.
EN RESUMEN
Una película que, pese a los altibajos, resulta una forma digna de retomar el MCU en pantalla grande, si es IMAX mucho mejor, porque es accesible a toda la familia con secuencias que están controladas para no ser demasiado violentas y satisfacer a todo un amplio rango de espectadores de ambos sexos. Una película que permitió un buen cierre de Scarlett Johansoon
Y para terminar y poniéndome en el papel del asistente al cine; una de las cosas que más se echaban de menos en el MCU en pantalla es justamente quedarse hasta el final, cuando ya prenden las luces y los chicos el cine empiezan a limpiar la sala, para poder ver el enlace de la película a lo nuevo por venir de Marvel Studios. Y en el caso de Black Widow, ambos finales unen los estrenos por venir en cine y en streaming para beneplácito del fandom.
Es reconfortante saber que hay tradiciones que no cambian.
Luego de varios meses de natural atraso por parte de MarvelStudios, llega a las pantallas del verano cinematográfico la película en solitario de Black Widow para arrancar en cine de la cuarta etapa del popularmente conocido MCU (Universo Cinematográfico de Marvel) para unir lo que hay en streaming y seguir avasallando el medio del entretenimiento con propuestas infinitas de personajes salidos de los cómics de esa legendaria empresa.
LA MENTIRA COMO ESTRATEGIA POLÍTICA
Fue a la mitad de los años 60 cuando este personaje aparece en los cómics. El mundo aún continuaba “dividido” debido a las ideologías políticas establecidas por la Guerra Fría, el intercambio real de espías entre oriente y occidente (visualizado comúnmente como un lado y otro de la “Cortina de Hierro”) y el Statu Quo representado por las potencias de los EEUU y la URSS. De hecho, el personaje de Natasha Romanoff Black Widow aparece en los cómics a dos años de la Crisis de los Misiles en Cuba y al año siguiente de la muerte de John F. Kennedy, por lo que el ambiente del “Miedo al rojo” de la sociedad anti-comunista
Lo anterior lo aprovecha de forma precisa el creador del personaje, Stan Lee (¿Podría haber sido otro?) apoyado por Larry Lieber para dotar a la Romanoff de una personalidad fría y despiadada no solo por ser una espía del bloque comunista sino por su entrenamiento para poder infiltrarse en el bando enemigo y tejer una entrama serie de movimientos para lograr todos sus objetivos sin mostrar remordimiento para lograrlo. Por ello es que el camino a la “redención filosófica imperialista yanqui” es interesante en una época donde los malos eran una caricatura que se venía arrastrando desde los nazis y que encasilló todo aquello que fuera en contra de las costumbres y aspiraciones estadounidenses.
LUGARES COMÚNES Y POSES DE BATALLA
Desde las primeras secuencias de la película, notamos el camino que decidió tomar la australiana directora Cate
El grave problema que desde el principio presenta la película es la escasa experiencia para filmar secuencias de acción y la innecesaria avalancha de escenas de pelea desde los primeros minutos que lejos de mantener al espectador en el filo del asiento, aburren y no aportan nada. De hecho, demuestran la grave falta de historia y argumentos para establecer no solo los motivos de Black Widow sino de la historia personal (que difiere por completo del origen del cómic) y que solucionan de la forma más burda con una serie de viñetas del “American way of life” que rematan con otro tremendo lugar común destrozando por completo el mensaje original de Don McLean y su canción American Pie. Y esto solo es el principio.
¡HOMBRES!
Otra tara notoria de la película es un pretencioso feminismo que resulta de una inocencia que puede resultar ofensiva al espectador pero que a su vez se puede amparar en que la película es clasificada para toda la familia y con eso lo podemos dejar a un nivel de escuela elemental porque no profundiza y lo muestra como si fuera en diapositivas para una mejor comprensión. Además, las presencias masculinas pueden dividirse abiertamente en tres: La figura paterna representada por David Harbur con su personaje de Red Guardian que es bonachón, salvaje, escandaloso y adecuadamente preocupado por sus hijas; es decir, de nuevo una caricatura de la paternidad que se refuerza en una secuencia de humor simplón en un “reencuentro familiar”.
Y por el otro lado el malo, muy malo ¡Uy que malo! de la película llamado Dreykov que se presenta como el hombre que domina a las mujeres quitándoles toda capacidad de razonar y pensar por sí mismas; un misógino machista de (otra vez) caricatura. Lo único que salva a este personaje es que está interpretado por el enorme Ray Winston que hace como siempre un trabajo impecable pese a lo pobre del personaje.
Y para cerrar los estereotipos de las únicas presencias importantes masculinas tenemos al realizador británico O-T Fagbenle como el personaje de Rick Mason que es el facilitador de Black Widow, además de confidente; en pocas palabras es el personaje “Te quiero como amigo” en este universo que a fuerza pretende ser de empoderamiento femenino.
¿QUÉ PASA CUANDO HABLAMOS DE ESPÍAS?
No termina de quedar claro si la poca capacidad que tuvo la directora para sacar adelante este encargo le hizo tomar la decisión de, o bien presentar una película de corte intriga internacional con una carga de espionaje del siglo XXI a la Bourne o parecido a las últimas entregas de las misiones de Jack Ryan o tratar de homenajear las clásicas historias de franquicias como Misión Imposible de los años 60 o las películas de James Bond de esa hasta los años 80.
Si nos basamos en lo que se ve en pantalla por la narrativa de la misma, la decisión de ¿Homenajear? A Bond y Misión Imposible fue el camino que finalmente se tomó, lo que resulta muy agradable a todas las generaciones que crecimos viendo a esos personajes salvar al mundo amparados en la tecnología de punta del momento así como de locaciones impactantes y escenas de acción trepidante donde el final resulta apoteósico con la destrucción de grandes estructuras que, gracias a la megalomanía del villano en turno, podrían ser submarinas, estar en tierra o hasta flotando en la atmósfera o el espacio.
Esto nos es ofrecido en la película aunque cuesta un poco de tiempo descubrir el sentido de la misma debido a lo lento que resulta el camino para adentrarnos a la esencia de la película; sobre todo si se está acostumbrado a la Black Widow de los cómics y que por bastantes películas del MCU se respetó a plena conciencia.
ADIOS SCARLETT, HOLA FLORENCE
Por fortuna, hay momentos en la película que hacen que todo valga la pena. Y entre eso se encuentra la apabullante presencia de la actriz Florence Pugh que conocimos en la perfecta y desoladora película Midsommar (2019) del director Ari Aster. Las mejores secuencias así como los diálogos de humor inteligente y la personalidad más definida y constante recaen sobre el personaje Yelena Belova que por momentos opaca sin pretenderlo a Scarlett Johansson por la presencia fuerte en pantalla.
De hecho a partir del segundo acto de la película, que es el re-encuentro de las hermanas, hasta el final, no es sino un constante “espaldarazo” al legado de Black Widow en el cine que dejo Johansson al pasar la estafeta a Pugh para lo que venga para ella en el MCU en cine y en pantalla chica. Lo que resulta reconfortante debido a que luego de la muerte de Natasha Romanoff, el hueco que queda para las futuras aventuras de los personajes de MarvelStudios está perfectamente cubierto por Yelena personificando lo que ahora sabemos es un legado: Ser una Black Widow.
EN RESUMEN
Una película que, pese a los altibajos, resulta una forma digna de retomar el MCU en pantalla grande, si es IMAX mucho mejor, porque es accesible a toda la familia con secuencias que están controladas para no ser demasiado violentas y satisfacer a todo un amplio rango de espectadores de ambos sexos. Una película que permitió un buen cierre de Scarlett Johansoon
Y para terminar y poniéndome en el papel del asistente al cine; una de las cosas que más se echaban de menos en el MCU en pantalla es justamente quedarse hasta el final, cuando ya prenden las luces y los chicos el cine empiezan a limpiar la sala, para poder ver el enlace de la película a lo nuevo por venir de Marvel Studios. Y en el caso de Black Widow, ambos finales unen los estrenos por venir en cine y en streaming para beneplácito del fandom.
Es reconfortante saber que hay tradiciones que no cambian.
