Cómprame un Revólver: De la distopía a la realidad
POR: JESSICA MENDOZA
25-09-2020 17:29:53
En algún lugar de México donde las mujeres son violentadas física, emocional y sexualmente por el simple hecho de ser mujeres, vive Huck, una niña que es condenada a estar detrás de una máscara, vestida de hombre y encadenada literal y metafóricamente para que los narcos no se la lleven. Ésta, bien podría ser la sinopsis de Cómprame un revólver o, por desgracia, también podría ser la portada de cualquier periódico mexicano en la actualidad. Así, Cómprame un revólver se convierte en el retrato de una sociedad fallida en donde ser mujer es una condena.
Hasta hace algunos años, la idea de una sociedad sin mujeres parecía lejana. Un país en donde nacer mujer condenaría la libertad y seguridad de las personas, donde un sistema fallido gobierna las vidas de todos, donde una niña toma un revólver para proteger su vida. Sin embargo, México se ha convertido en el octavo país del continente con más feminicidios, al registrar que por cada 100 mil mujeres, 1.52 murieron de manera violenta al menos en el último año, de acuerdo con estadísticas proporcionadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Esta realidad que pudiera ya no ser tan lejana, es la que se retrata en Cómprame un revólver, largometraje del director mexicano-guatemalteco Julio Hernández Cordón, quien también ha estado a cargo de cintas como Las Marimbas del Infierno (2010), Polvo (2012), Te prometo anarquía (2015) y Atrás hay relámpagos (2017).
Cómprame un revólver, nominada al Ariel 2020 en ocho categorías (Mejor película, Mejor dirección - Julio Hernández, Mejor Coactuación Masculina - Manuel Rojas, Mejor Diseño de arte - Ivonne Fuentes, Mejor Edición - Lenz Claure, Mejor Guion original - Julio Hernández, Mejor Maquillaje - Adam Zoller, Mejor música original - Alberto Torres), es resultado de un trabajo en equipo que ha cuidado cada detalle del proceso de filmación.
Con un guion sólido que retrata problemáticas de un México actual, pasando por el maquillaje y la caracterización de unos niños desalineados, víctimas del tráfico infantil; un diseño de arte que nos envuelve en una atmósfera de un lugar utópico, atemporal y escondido en algún lugar de México; la música que acompaña y enfatiza cada encuadre del film, hasta concluir con el proceso de edición que nos lleva sutilmente navegando a lo largo de esta historia que algunos han comparado con Mad Max o Peter Pan por la forma en que narra las aventuras de uno niños perdidos, sin dejar atrás la relación con el clásico de la literatura Huckleberry Finn, de Mark Twain, en donde el director nos deja una pista muy clara de su referencia: el nombre de la protagonista.
Esta cinta relata desde la perspectiva de una niña, tres de las problemáticas que más aquejan a la sociedad mexicana: feminicidios, narcotráfico y tráfico infantil. Mediante una narrativa con tintes fantásticos, este largometraje nos adentra en una historia en donde las mujeres están desapareciendo en México: son asesinadas o explotadas sexualmente. Los narcotraficantes toman el control - aún más - se apoderan de las calles, casas y se vuelven dueños de la vida de cada ciudadano. Ya no hay diferencia entre los espacios públicos y privados, todo es territorio del narco.
En este contexto vive Huck (Matilde Hernández) una niña que crece escondida entre sábanas sucias, el sonido de pelotas de béisbol y balas que brillan más fuerte a la luz del sol, entre el amor y la adicción de Rogelio (Rogelio Sosa), su padre, quien todos los días lucha por mantener con vida a la única mujer que le queda: su hija.
El miedo a perder a Huck, como sucedió con su hija mayor y su esposa, han llevado a Rogelio a obsesionarse con su cuidado y protección. Esta atmósfera creada por Julio Hernández, muestra una realidad no muy diferente a la actual. Como Rogelio, millones de padres viven con el temor de que sus hijas sean violentadas, que salgan de casa y no vuelvan a verlas. Ésta es la razón por la que el director eligió a sus propias hijas para protagonizar el film (Matilde y Fabiana Hernández).
“Llegué a esto porque tengo hijas, tengo amigas, tengo pareja, tengo mamá, tengo vecinas. Porque me gustaría que México fuera totalmente admirable para todos, que mis hijas puedan salir a la calle, tener una infancia normal, una adolescencia normal”, afirma el director.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer semestre del 2020 se registraron 489 feminicidios en el país lo que representa un aumento del 9.2% respecto al primer semestre del año anterior. Sin embargo, los números contabilizados en el mapa de feminicidios - un sistema basado en el registro de feminicidios publicados por la prensa - deja ver que tan sólo del 16 de marzo al 30 de abril del 2020 existen 405 casos en México de los cuales el 63% fueron cometidos por el narcotráfico.
Cómprame un revólver, es una ficción que muestra el fatal y muy probable desenlace de una sociedad fallida en donde la mujer es la principal víctima, donde la libertad, la seguridad y una infancia digna se vuelven una utopía. Huck representa el miedo, temor e impotencia de cada una de las mujeres y niños que deben crecer en medio de un campo de incertidumbre. En donde la vida pasa a ser propiedad de alguien más pero también representa el coraje y valor para enfrentarse a un sistema que le queda a deber mucho a las mujeres.
Con el apoyo de sus amigos, un grupo de niños víctimas del narcotráfico que han quedado desamparados y vagando por todas partes, Huck se enfrentará a distintos escenarios con una característica en común: busca sobrevivir en una sociedad que mata a las mujeres.
La atemporalidad del film, es un recurso de incertidumbre para el espectador en el que se ve a un México no muy lejano del actual si se continúa permitiendo este tipo de delitos. Si volteamos a ver los periódicos o escuchamos las noticias, podemos darnos cuenta que la historia que nos presenta Julio Hernández, puede estar, por desgracia, más próxima de lo que imaginamos.
Más allá de todos los atributos cinematográficos que convirtieron a este film en una cinta nominada a ocho categorías distintas en los premios Ariel 2020, Cómprame un revólver nos invita a reflexionar sobre lo que pudiera ser el trágico futuro de una sociedad misógina que normaliza la violencia y en donde cada día aumentan las problemáticas y disminuyen las resoluciones a los conflictos sociales.
En algún lugar de México donde las mujeres son violentadas física, emocional y sexualmente por el simple hecho de ser mujeres, vive Huck, una niña que es condenada a estar detrás de una máscara, vestida de hombre y encadenada literal y metafóricamente para que los narcos no se la lleven. Ésta, bien podría ser la sinopsis de Cómprame un revólver o, por desgracia, también podría ser la portada de cualquier periódico mexicano en la actualidad. Así, Cómprame un revólver se convierte en el retrato de una sociedad fallida en donde ser mujer es una condena.
Hasta hace algunos años, la idea de una sociedad sin mujeres parecía lejana. Un país en donde nacer mujer condenaría la libertad y seguridad de las personas, donde un sistema fallido gobierna las vidas de todos, donde una niña toma un revólver para proteger su vida. Sin embargo, México se ha convertido en el octavo país del continente con más feminicidios, al registrar que por cada 100 mil mujeres, 1.52 murieron de manera violenta al menos en el último año, de acuerdo con estadísticas proporcionadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Esta realidad que pudiera ya no ser tan lejana, es la que se retrata en Cómprame un revólver, largometraje del director mexicano-guatemalteco Julio Hernández Cordón, quien también ha estado a cargo de cintas como Las Marimbas del Infierno (2010), Polvo (2012), Te prometo anarquía (2015) y Atrás hay relámpagos (2017).
Cómprame un revólver, nominada al Ariel 2020 en ocho categorías (Mejor película, Mejor dirección - Julio Hernández, Mejor Coactuación Masculina - Manuel Rojas, Mejor Diseño de arte - Ivonne Fuentes, Mejor Edición - Lenz Claure, Mejor Guion original - Julio Hernández, Mejor Maquillaje - Adam Zoller, Mejor música original - Alberto Torres), es resultado de un trabajo en equipo que ha cuidado cada detalle del proceso de filmación.
Con un guion sólido que retrata problemáticas de un México actual, pasando por el maquillaje y la caracterización de unos niños desalineados, víctimas del tráfico infantil; un diseño de arte que nos envuelve en una atmósfera de un lugar utópico, atemporal y escondido en algún lugar de México; la música que acompaña y enfatiza cada encuadre del film, hasta concluir con el proceso de edición que nos lleva sutilmente navegando a lo largo de esta historia que algunos han comparado con Mad Max o Peter Pan por la forma en que narra las aventuras de uno niños perdidos, sin dejar atrás la relación con el clásico de la literatura Huckleberry Finn, de Mark Twain, en donde el director nos deja una pista muy clara de su referencia: el nombre de la protagonista.
Esta cinta relata desde la perspectiva de una niña, tres de las problemáticas que más aquejan a la sociedad mexicana: feminicidios, narcotráfico y tráfico infantil. Mediante una narrativa con tintes fantásticos, este largometraje nos adentra en una historia en donde las mujeres están desapareciendo en México: son asesinadas o explotadas sexualmente. Los narcotraficantes toman el control - aún más - se apoderan de las calles, casas y se vuelven dueños de la vida de cada ciudadano. Ya no hay diferencia entre los espacios públicos y privados, todo es territorio del narco.
En este contexto vive Huck (Matilde Hernández) una niña que crece escondida entre sábanas sucias, el sonido de pelotas de béisbol y balas que brillan más fuerte a la luz del sol, entre el amor y la adicción de Rogelio (Rogelio Sosa), su padre, quien todos los días lucha por mantener con vida a la única mujer que le queda: su hija.
El miedo a perder a Huck, como sucedió con su hija mayor y su esposa, han llevado a Rogelio a obsesionarse con su cuidado y protección. Esta atmósfera creada por Julio Hernández, muestra una realidad no muy diferente a la actual. Como Rogelio, millones de padres viven con el temor de que sus hijas sean violentadas, que salgan de casa y no vuelvan a verlas. Ésta es la razón por la que el director eligió a sus propias hijas para protagonizar el film (Matilde y Fabiana Hernández).
“Llegué a esto porque tengo hijas, tengo amigas, tengo pareja, tengo mamá, tengo vecinas. Porque me gustaría que México fuera totalmente admirable para todos, que mis hijas puedan salir a la calle, tener una infancia normal, una adolescencia normal”, afirma el director.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el primer semestre del 2020 se registraron 489 feminicidios en el país lo que representa un aumento del 9.2% respecto al primer semestre del año anterior. Sin embargo, los números contabilizados en el mapa de feminicidios - un sistema basado en el registro de feminicidios publicados por la prensa - deja ver que tan sólo del 16 de marzo al 30 de abril del 2020 existen 405 casos en México de los cuales el 63% fueron cometidos por el narcotráfico.
Cómprame un revólver, es una ficción que muestra el fatal y muy probable desenlace de una sociedad fallida en donde la mujer es la principal víctima, donde la libertad, la seguridad y una infancia digna se vuelven una utopía. Huck representa el miedo, temor e impotencia de cada una de las mujeres y niños que deben crecer en medio de un campo de incertidumbre. En donde la vida pasa a ser propiedad de alguien más pero también representa el coraje y valor para enfrentarse a un sistema que le queda a deber mucho a las mujeres.
Con el apoyo de sus amigos, un grupo de niños víctimas del narcotráfico que han quedado desamparados y vagando por todas partes, Huck se enfrentará a distintos escenarios con una característica en común: busca sobrevivir en una sociedad que mata a las mujeres.
La atemporalidad del film, es un recurso de incertidumbre para el espectador en el que se ve a un México no muy lejano del actual si se continúa permitiendo este tipo de delitos. Si volteamos a ver los periódicos o escuchamos las noticias, podemos darnos cuenta que la historia que nos presenta Julio Hernández, puede estar, por desgracia, más próxima de lo que imaginamos.
Más allá de todos los atributos cinematográficos que convirtieron a este film en una cinta nominada a ocho categorías distintas en los premios Ariel 2020, Cómprame un revólver nos invita a reflexionar sobre lo que pudiera ser el trágico futuro de una sociedad misógina que normaliza la violencia y en donde cada día aumentan las problemáticas y disminuyen las resoluciones a los conflictos sociales.