Amantes del cine de terror analizan El Exorcista III
POR: NANCY MORA
31-07-2020 23:54:58
Sin duda, El Exorcista (William Friedkin, 1973) es una joya del cine de terror, de esas películas que se quedan en la memoria colectiva y que siempre será una referencia obligada para quienes gustan del género. El impacto que tuvo esta cinta propició que se pensara en una secuela años después, así llegó El Exorcista II: El Hereje en 1977, que no fue bien recibida por la crítica ni por los fans, por lo que tuvieron que pasar 13 años para que los estudios Morgan Creek Productions apostaran nuevamente por la franquicia con El Exorcista III, con guion y dirección de William Peter Blatty, creador de la primera entrega.
Es cierto lo complicado que resulta que segundas o terceras partes superen a la película original, El Exorcista es un claro ejemplo de ello, sin embargo, si bien es cierto que la segunda parte de esta película fue una gran desilusión para los fanáticos del filme, la tercera parte retoma aspectos de la película original y está basada en la novela escrita por el propio William Peter Blatty: Legión.
El Exorcista III es una película de terror que ahora se mezcla con el thriller policiaco para contarnos cómo el teniente William Kinderman (George C. Scott) investiga una serie de asesinatos donde las víctimas son mutiladas con el mismo modus operandi del asesino serial conocido como Géminis. Kinderman sigue teniendo una amistad con el padre Joseph Dyer (Ed Flanders), desde el caso del exorcismo de la niña Regan MacNeil ocurrido 15 años atrás, pero el padre Dyer muere de manera violenta en el mismo hospital donde está el Paciente X, que adquiere el aspecto físico del fallecido padre Damien Karras (Jason Miller) -encargado de realizar el exorcismo de Regan en la primera película- y el asesino Géminis (Brad Dourif).
Más que hacer una crítica de esta película, la intención de esta publicación es compartir con nuestros lectores el análisis que realizaron un grupo de colegas, amigos amantes del cine de terror y compañeros en el curso “Historia del cine de terror: del periodo silente hasta hoy”, impartido por José Luis Ortega, como parte de la oferta académica de la Filmoteca de la UNAM.
MICHAEL RIVERA MARÍN. Escritor de terror y profesor en Maipú, comuna de Santiago, Chile . “Me apasiona el cine de terror porque me permite sobrevivir a enfrentamientos contra fuerzas malignas sin arriesgar mi vida”.
Para Michael, El Exorcista III es un thriller muy gore en el que llama la atención que la mayoría de actores sean mayores cuando en la mayoría de películas los protagonistas son jóvenes musculosos, todo muy perfecto y lo que más le agradó es la conexión de esta película con la primera versión de El Exorcista. “Las escaleras y la música al inicio nos remontan al Exorcista, además de la participación del padre Karras. Aunque se dice que no iban a incluir un exorcismo en esta tercera parte, pero la producción exigió que se incluyera para justificar el título, lo cual me parece bien porque son escenas bien logradas. Rescato el tono de thriller y ver gente muerta de manera muy violenta. En realidad para ser una tercera parte yo no esperaba nada y me ha dejado una buena impresión”.
ALBERT WEBER. Historiador por la UNAM y locutor del programa Caníbal en NoFM-Radio. Obsesionado con las tripas falsas y la sangre de jarabe de maíz.
“Me impresionó la mezcla de terror con el thriller policiaco, fue una sorpresa agradable, sin embargo, la película se inclina más por el thriller que por el terror. Es grato ver que una tercera parte aporta algo más a la original, por eso creo es por mucho mejor que la segunda parte. Aunque el ritmo es un poco lento, es una película que se disfruta pero podría ser más ágil el ritmo, la secuencias y monólogos son muy lentos. El director William Peter Blatty es un especialista en screenwriting, aunque solo dirigió dos películas. Al parecer el director tiene la necesidad de traer a colación el mismo ritmo que su novela y eso hace que las películas se sientan muy lentas. No dudo de la calidad de los libros, pero el ritmo de la película es lento, lo cual pudo resolverse en el guion o en la edición y el final no es lo suficientemente contundente. Por supuesto, destacan los efectos visuales, el sonido y la parte gore, así que en cuanto a diseño de producción El Exorcista III es impecable”.
MIRIAM GUADALUPE CHIQUITO ARROYO. Artista Digital y profesora. “Mi gusto por el cine de terror viene a la par de mi uso de razón, desde aquellas noches de maratones en televisión abierta hasta hoy en todo tipo de plataformas. El poder experimentar las sensaciones de incertidumbre, temor, repulsión, asombro, que nos trae el cine de terror con todas esas historias, imágenes, sonidos y personajes que se quedan en la memoria, es lo que hace de este género mi preferido y que tengo la fortuna de aplicar y fomentar en mis actividades profesionales de hoy en día”.
Miriam destaca el uso de la luz y las sombras en El Exorcista III para remontarnos a la primera película, “hay escenas con estos contrastes de luz y sombra muy bien realizadas, aunque hay otras que no, como las tomas abiertas con zoom que a mi parecer salen sobrando. No se comparan las emociones que nos hizo sentir el Exorcista con esta tercera parte, en la primera impactaban las imágenes religiosas que cambiaban de aspecto, los sonidos que realmente atemorizaban, y aunque en la tercera parte también están estos elementos, creo que no logran el mismo impacto. En resumen, creo que El Exorcista III no es una mala película pero tampoco se ubica dentro de mis favoritas, es una película que entretiene pero que no aporta nada nuevo”.
ABEL PÉREZ GARCÍA. Mediador de Cine y literatura. “Me gusta el cine de terror porque creo que gran parte de mi identidad se construye a partir de mis temores”.
A diferencia de Albert, a Abel le gustó el ritmo de El Exorcista III, “creo que el ritmo tiene que ver con la deconstrucción de la atmósfera de thriller policiaco. La película mantiene al espectador en ese suspenso característico de los thrillers y la mayor virtud de esta película es proponer la mezcla de dos géneros (terror y thriller policiaco) a partir de una película que ya tiene su lugar bien situado dentro del terror, pero esta tercera parte tiene una propuesta fresca utilizando los mismos elementos que la primera pero ahora con un thriller policiaco. Creo que las deficiencias de dirección que tiene la película son a su vez su mayor virtud porque lo hace de manera desparpajada, porque si bien William Peter Blatty no es un experto en la dirección, porque lo suyo es ser escritor, él soluciona estas deficiencias con un toque fresco a través de la narración visual de la película, lo que evita que caiga en el cliché y que te introducen en la trama. Lo único que quitaría es el exorcismo o lo dejaría en el ámbito de la sugerencia, porque aunque las escenas están técnicamente bien logradas, no aportan nada a la trama. Yo ubicaría El Exorcista III como una rareza y como ejemplo de cómo hacer una trama a partir de una obra ya hecha”.
ERICK SUASTE MOLINA. Profesor investigador y analista cinematográfico. “Desde niño me gusta el cine de terror, me aterraba pero quería seguir viendo y quizá es por eso que me ha gustado siempre. Por la capacidad que tienen sus imágenes para aterrarte y, paradójicamente, provocar algún gozo. Ahí nace su poder: en "obligarte" a ver”.
Lo que más llamó la atención de Erick al ver El Exorcista III fueron los momentos de screamed, de shock, aunque considera que hay muy pocas escenas de este tipo, “creo que hay un problema con el montaje, quizá se deba a la falta de experiencia como director de William Peter Blatty, quien antes solo había dirigido La novena configuración. Warner Bros quería hacer una adaptación de la novela Legión pero para poder comercializarla le cambiaron el nombre a El Exorcista III.
A mi parecer los encuadres son muy estáticos y duran mucho tiempo, mientras que las largas conversaciones intentan ser una reminiscencia de las conversaciones que había en la primera película, sin embargo, en esta tercera parte las conversaciones son tan largas que puedes perderte. Por otro lado, destaco el sonido y que la película si logra construir una imaginería religiosa llamativa, sobre todo en las primeras escenas, esta manera de profanar los objetos religiosos que para la época (1990) era muy provocativo, creo que ahí es donde está su mayor acierto, el profanar símbolos religiosos porque finalmente el terror es muy disruptivo, una tendencia que podemos ver en todo el cine satanista.
Creo que la película tiene problemas de montaje y cuando la música no entra a tiempo, para ser un thriller la música debió tener mayor cadencia y el actor George C. Scott me parece un tanto engarrotado hasta en la voz, no me convenció su actuación, a diferencia de Brad Dourif es una persona que de por sí posee en su rostro cierto aire de maldad y está muy asociado con el género, es de lo más rescatable. Finalmente, me hubiera gustado que la película fuera más sangrienta. En resumen, no es una película que volvería a ver sino hasta en otros 10 años por lo menos”.
Sin duda, El Exorcista (William Friedkin, 1973) es una joya del cine de terror, de esas películas que se quedan en la memoria colectiva y que siempre será una referencia obligada para quienes gustan del género. El impacto que tuvo esta cinta propició que se pensara en una secuela años después, así llegó El Exorcista II: El Hereje en 1977, que no fue bien recibida por la crítica ni por los fans, por lo que tuvieron que pasar 13 años para que los estudios Morgan Creek Productions apostaran nuevamente por la franquicia con El Exorcista III, con guion y dirección de William Peter Blatty, creador de la primera entrega.
Es cierto lo complicado que resulta que segundas o terceras partes superen a la película original, El Exorcista es un claro ejemplo de ello, sin embargo, si bien es cierto que la segunda parte de esta película fue una gran desilusión para los fanáticos del filme, la tercera parte retoma aspectos de la película original y está basada en la novela escrita por el propio William Peter Blatty: Legión.
El Exorcista III es una película de terror que ahora se mezcla con el thriller policiaco para contarnos cómo el teniente William Kinderman (George C. Scott) investiga una serie de asesinatos donde las víctimas son mutiladas con el mismo modus operandi del asesino serial conocido como Géminis. Kinderman sigue teniendo una amistad con el padre Joseph Dyer (Ed Flanders), desde el caso del exorcismo de la niña Regan MacNeil ocurrido 15 años atrás, pero el padre Dyer muere de manera violenta en el mismo hospital donde está el Paciente X, que adquiere el aspecto físico del fallecido padre Damien Karras (Jason Miller) -encargado de realizar el exorcismo de Regan en la primera película- y el asesino Géminis (Brad Dourif).
Más que hacer una crítica de esta película, la intención de esta publicación es compartir con nuestros lectores el análisis que realizaron un grupo de colegas, amigos amantes del cine de terror y compañeros en el curso “Historia del cine de terror: del periodo silente hasta hoy”, impartido por José Luis Ortega, como parte de la oferta académica de la Filmoteca de la UNAM.
MICHAEL RIVERA MARÍN. Escritor de terror y profesor en Maipú, comuna de Santiago, Chile . “Me apasiona el cine de terror porque me permite sobrevivir a enfrentamientos contra fuerzas malignas sin arriesgar mi vida”.
Para Michael, El Exorcista III es un thriller muy gore en el que llama la atención que la mayoría de actores sean mayores cuando en la mayoría de películas los protagonistas son jóvenes musculosos, todo muy perfecto y lo que más le agradó es la conexión de esta película con la primera versión de El Exorcista. “Las escaleras y la música al inicio nos remontan al Exorcista, además de la participación del padre Karras. Aunque se dice que no iban a incluir un exorcismo en esta tercera parte, pero la producción exigió que se incluyera para justificar el título, lo cual me parece bien porque son escenas bien logradas. Rescato el tono de thriller y ver gente muerta de manera muy violenta. En realidad para ser una tercera parte yo no esperaba nada y me ha dejado una buena impresión”.
ALBERT WEBER. Historiador por la UNAM y locutor del programa Caníbal en NoFM-Radio. Obsesionado con las tripas falsas y la sangre de jarabe de maíz.
“Me impresionó la mezcla de terror con el thriller policiaco, fue una sorpresa agradable, sin embargo, la película se inclina más por el thriller que por el terror. Es grato ver que una tercera parte aporta algo más a la original, por eso creo es por mucho mejor que la segunda parte. Aunque el ritmo es un poco lento, es una película que se disfruta pero podría ser más ágil el ritmo, la secuencias y monólogos son muy lentos. El director William Peter Blatty es un especialista en screenwriting, aunque solo dirigió dos películas. Al parecer el director tiene la necesidad de traer a colación el mismo ritmo que su novela y eso hace que las películas se sientan muy lentas. No dudo de la calidad de los libros, pero el ritmo de la película es lento, lo cual pudo resolverse en el guion o en la edición y el final no es lo suficientemente contundente. Por supuesto, destacan los efectos visuales, el sonido y la parte gore, así que en cuanto a diseño de producción El Exorcista III es impecable”.
MIRIAM GUADALUPE CHIQUITO ARROYO. Artista Digital y profesora. “Mi gusto por el cine de terror viene a la par de mi uso de razón, desde aquellas noches de maratones en televisión abierta hasta hoy en todo tipo de plataformas. El poder experimentar las sensaciones de incertidumbre, temor, repulsión, asombro, que nos trae el cine de terror con todas esas historias, imágenes, sonidos y personajes que se quedan en la memoria, es lo que hace de este género mi preferido y que tengo la fortuna de aplicar y fomentar en mis actividades profesionales de hoy en día”.
Miriam destaca el uso de la luz y las sombras en El Exorcista III para remontarnos a la primera película, “hay escenas con estos contrastes de luz y sombra muy bien realizadas, aunque hay otras que no, como las tomas abiertas con zoom que a mi parecer salen sobrando. No se comparan las emociones que nos hizo sentir el Exorcista con esta tercera parte, en la primera impactaban las imágenes religiosas que cambiaban de aspecto, los sonidos que realmente atemorizaban, y aunque en la tercera parte también están estos elementos, creo que no logran el mismo impacto. En resumen, creo que El Exorcista III no es una mala película pero tampoco se ubica dentro de mis favoritas, es una película que entretiene pero que no aporta nada nuevo”.
ABEL PÉREZ GARCÍA. Mediador de Cine y literatura. “Me gusta el cine de terror porque creo que gran parte de mi identidad se construye a partir de mis temores”.
A diferencia de Albert, a Abel le gustó el ritmo de El Exorcista III, “creo que el ritmo tiene que ver con la deconstrucción de la atmósfera de thriller policiaco. La película mantiene al espectador en ese suspenso característico de los thrillers y la mayor virtud de esta película es proponer la mezcla de dos géneros (terror y thriller policiaco) a partir de una película que ya tiene su lugar bien situado dentro del terror, pero esta tercera parte tiene una propuesta fresca utilizando los mismos elementos que la primera pero ahora con un thriller policiaco. Creo que las deficiencias de dirección que tiene la película son a su vez su mayor virtud porque lo hace de manera desparpajada, porque si bien William Peter Blatty no es un experto en la dirección, porque lo suyo es ser escritor, él soluciona estas deficiencias con un toque fresco a través de la narración visual de la película, lo que evita que caiga en el cliché y que te introducen en la trama. Lo único que quitaría es el exorcismo o lo dejaría en el ámbito de la sugerencia, porque aunque las escenas están técnicamente bien logradas, no aportan nada a la trama. Yo ubicaría El Exorcista III como una rareza y como ejemplo de cómo hacer una trama a partir de una obra ya hecha”.
ERICK SUASTE MOLINA. Profesor investigador y analista cinematográfico. “Desde niño me gusta el cine de terror, me aterraba pero quería seguir viendo y quizá es por eso que me ha gustado siempre. Por la capacidad que tienen sus imágenes para aterrarte y, paradójicamente, provocar algún gozo. Ahí nace su poder: en "obligarte" a ver”.
Lo que más llamó la atención de Erick al ver El Exorcista III fueron los momentos de screamed, de shock, aunque considera que hay muy pocas escenas de este tipo, “creo que hay un problema con el montaje, quizá se deba a la falta de experiencia como director de William Peter Blatty, quien antes solo había dirigido La novena configuración. Warner Bros quería hacer una adaptación de la novela Legión pero para poder comercializarla le cambiaron el nombre a El Exorcista III.
A mi parecer los encuadres son muy estáticos y duran mucho tiempo, mientras que las largas conversaciones intentan ser una reminiscencia de las conversaciones que había en la primera película, sin embargo, en esta tercera parte las conversaciones son tan largas que puedes perderte. Por otro lado, destaco el sonido y que la película si logra construir una imaginería religiosa llamativa, sobre todo en las primeras escenas, esta manera de profanar los objetos religiosos que para la época (1990) era muy provocativo, creo que ahí es donde está su mayor acierto, el profanar símbolos religiosos porque finalmente el terror es muy disruptivo, una tendencia que podemos ver en todo el cine satanista.
Creo que la película tiene problemas de montaje y cuando la música no entra a tiempo, para ser un thriller la música debió tener mayor cadencia y el actor George C. Scott me parece un tanto engarrotado hasta en la voz, no me convenció su actuación, a diferencia de Brad Dourif es una persona que de por sí posee en su rostro cierto aire de maldad y está muy asociado con el género, es de lo más rescatable. Finalmente, me hubiera gustado que la película fuera más sangrienta. En resumen, no es una película que volvería a ver sino hasta en otros 10 años por lo menos”.