Jaime Humberto Hermosillo, un cineasta irreverente
POR: NANCY MORA
13-01-2020 16:16:39
“Me nace hacer esas películas en las que mis personajes siempre están rompiendo esquemas para ser libres”, decía el cineasta mexicano Jaime Humberto Hermosillo, cuando hablaba sobre su cine realizado en un contexto donde la cinematografía mexicana pasaba por una de sus mayores crisis, hoy despedimos al cineasta que murió a los 77 años de edad.
La noticia de su muerte fue confirmada por la secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, quien en su cuenta oficial de Twitter escribió “Murió Jaime Humberto Hermosillo, uno de nuestros grandes cineastas. Películas como La Tarea, Naufragio o María de mi corazón son parte esencial de la filmografía nacional. Descanse en paz”.
Además, la funcionaria instruyó al Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y a la Cineteca Nacional para que le preparen “el homenaje que merece” al director de películas como La pasión según Berenice (1976), Doña Herlinda y su hijo (1985) y La Tarea prohibida (1992).
Hermosillo fue un cineasta querido entre la comunidad, no solo por lo que representó su trabajo a lo largo de más de cuatro décadas, sino por siempre estar dispuesto a compartir sus conocimientos y perspectivas del cine, como lo demostró en la edición número 30 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, encuentro al que le tenía gran cariño, pues él fundó como la Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara que después se convertiría en uno de los festivales más importantes del país.
En el marco de la 30 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) Hermosillo ofreció una charla abierta al público y a futuros cineastas, en la que además recibió el Mayahuel -máxima distinción que otorga el festival- y fue presentado su libro El cine transgresor de Jaime Humberto Hermosillo, autoría del escritor Arturo Villaseñor.
Hermosillo ofreció algunos consejos como cineasta a los seleccionados de Talents Guadalajara, el área de formación del FICG para futuros cineastas y los exhortó a escribir los guiones en papel y no quedarse con ellos en la mente.
Pionero en el cine digital y con casi 40 producciones que lo respaldan, Jaime Humberto Hermosillo fue, sin duda, uno de los referentes del cine mexicano. Su pasión por filmar es singular pues en uno de los peores momentos del cine mexicano, en el que la producción fílmica se había reducido de una manera sustancial, el cineasta optó por filmar en 16 mm.
En su obra lo esencial es la relación que la cámara establece con los actores. “Yo prefiero una buena actuación a una perfección técnica”, comento Hermosillo.
Su legado fílmico incluye casi 40 películas desde su primer cortometraje Homesick, filmado en 1965, hasta su última cinta “Crimen por omisión” (2018), pasando por filmes que se han convertido en clásicos imperdibles como La pasión según Berenice (1976), Doña Herlinda y su hijo (1985), La tarea (1991), eXXXorcismos (2002), entre otros.
Jaime Humberto Hermosillo Delgado nació el 22 de enero de 1942, en Aguascalientes, lugar donde descubrió su interés por el cine, dicen que desde su infancia descubrió su fascinación por los filmes del momento, que lo hacían escapar de su rutina escolar para ir al popular cine Rex en Aguascalientes. El crecer en el seno de una familia conservadora de clase media, permeó en su filmografía el desafiar las convenciones y los códigos morales con los que fue criado.
Sus primeros cortometrajes ya dejaban ver su insistencia por desentrañar la hipocresía de la sociedad mexicana a mediados los sesenta y su formación en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) lo desenvolvió como parte de una nueva generación de cineastas a la luz de todos los cambios políticos y sociales que el mundo vivía entonces.
Su mediometraje Los nuestros (1969) ya lo perfilaban como una de las nuevas voces del cine mexicano, pero su primer opera prima La verdadera vocación de Magdalena (1972), marcó el inicio formal de su carrera como cineasta reconocido. Durante el periodo del presidente Echeverría realizó su primera gran producción El señor de Osanto (1974), a la cual le siguen varias de sus mejores obras, tales como El cumpleaños del perro (1975), La pasión según Berenice (1976), Naufragio (1978) y Amor libre (1979).
Durante los años ochenta, la crisis cinematográfica lo obligó a mudarse a Guadalajara y realizar producciones de forma independiente, de las cuales se desprende Doña Herlinda y su hijo (1984), mientras que en la década de 1990 la experimentación e independencia lo llevan a seguir desafiando la moralidad conservadora con cintas como La tarea (1990) y su secuela La tarea prohibida (1992), causando gran revuelo por su contenido sexual.
Posteriormente, se convirtió en profesor en la Escuela de Artes Audiovisuales de la Universidad de Guadalajara y colaboró con sus alumnos en varios filmes. Su obra e influencia han marcado la pauta para varias generaciones de cineastas que exploran sin restricciones temas hasta entonces mal vistos por la sociedad mexicana.
Compartió sus conocimientos y experiencias con alumnos del CUEC y el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). También dio cátedra en el Centro de Enseñanza Cinematográfica del Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara.
Además, el trabajo de Jaime Humberto Hermosillo fue objeto de varias retrospectivas en todas partes del mundo, entre ellas destacan la del National Film Theatre, en Londres (1987); la del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1999); y la de del Festival de Cine de Amiens (2000). La Cineteca Nacional rindió homenaje al cineasta en dos oportunidades (2002 y 2011), y con motivo de la entrega de la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2012 celebró la trayectoria del realizador con una retrospectiva completa de su obra.
“Me nace hacer esas películas en las que mis personajes siempre están rompiendo esquemas para ser libres”, decía el cineasta mexicano Jaime Humberto Hermosillo, cuando hablaba sobre su cine realizado en un contexto donde la cinematografía mexicana pasaba por una de sus mayores crisis, hoy despedimos al cineasta que murió a los 77 años de edad.
La noticia de su muerte fue confirmada por la secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, quien en su cuenta oficial de Twitter escribió “Murió Jaime Humberto Hermosillo, uno de nuestros grandes cineastas. Películas como La Tarea, Naufragio o María de mi corazón son parte esencial de la filmografía nacional. Descanse en paz”.
Además, la funcionaria instruyó al Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y a la Cineteca Nacional para que le preparen “el homenaje que merece” al director de películas como La pasión según Berenice (1976), Doña Herlinda y su hijo (1985) y La Tarea prohibida (1992).
Hermosillo fue un cineasta querido entre la comunidad, no solo por lo que representó su trabajo a lo largo de más de cuatro décadas, sino por siempre estar dispuesto a compartir sus conocimientos y perspectivas del cine, como lo demostró en la edición número 30 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, encuentro al que le tenía gran cariño, pues él fundó como la Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara que después se convertiría en uno de los festivales más importantes del país.
En el marco de la 30 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) Hermosillo ofreció una charla abierta al público y a futuros cineastas, en la que además recibió el Mayahuel -máxima distinción que otorga el festival- y fue presentado su libro El cine transgresor de Jaime Humberto Hermosillo, autoría del escritor Arturo Villaseñor.
Hermosillo ofreció algunos consejos como cineasta a los seleccionados de Talents Guadalajara, el área de formación del FICG para futuros cineastas y los exhortó a escribir los guiones en papel y no quedarse con ellos en la mente.
Pionero en el cine digital y con casi 40 producciones que lo respaldan, Jaime Humberto Hermosillo fue, sin duda, uno de los referentes del cine mexicano. Su pasión por filmar es singular pues en uno de los peores momentos del cine mexicano, en el que la producción fílmica se había reducido de una manera sustancial, el cineasta optó por filmar en 16 mm.
En su obra lo esencial es la relación que la cámara establece con los actores. “Yo prefiero una buena actuación a una perfección técnica”, comento Hermosillo.
Su legado fílmico incluye casi 40 películas desde su primer cortometraje Homesick, filmado en 1965, hasta su última cinta “Crimen por omisión” (2018), pasando por filmes que se han convertido en clásicos imperdibles como La pasión según Berenice (1976), Doña Herlinda y su hijo (1985), La tarea (1991), eXXXorcismos (2002), entre otros.
Jaime Humberto Hermosillo Delgado nació el 22 de enero de 1942, en Aguascalientes, lugar donde descubrió su interés por el cine, dicen que desde su infancia descubrió su fascinación por los filmes del momento, que lo hacían escapar de su rutina escolar para ir al popular cine Rex en Aguascalientes. El crecer en el seno de una familia conservadora de clase media, permeó en su filmografía el desafiar las convenciones y los códigos morales con los que fue criado.
Sus primeros cortometrajes ya dejaban ver su insistencia por desentrañar la hipocresía de la sociedad mexicana a mediados los sesenta y su formación en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) lo desenvolvió como parte de una nueva generación de cineastas a la luz de todos los cambios políticos y sociales que el mundo vivía entonces.
Su mediometraje Los nuestros (1969) ya lo perfilaban como una de las nuevas voces del cine mexicano, pero su primer opera prima La verdadera vocación de Magdalena (1972), marcó el inicio formal de su carrera como cineasta reconocido. Durante el periodo del presidente Echeverría realizó su primera gran producción El señor de Osanto (1974), a la cual le siguen varias de sus mejores obras, tales como El cumpleaños del perro (1975), La pasión según Berenice (1976), Naufragio (1978) y Amor libre (1979).
Durante los años ochenta, la crisis cinematográfica lo obligó a mudarse a Guadalajara y realizar producciones de forma independiente, de las cuales se desprende Doña Herlinda y su hijo (1984), mientras que en la década de 1990 la experimentación e independencia lo llevan a seguir desafiando la moralidad conservadora con cintas como La tarea (1990) y su secuela La tarea prohibida (1992), causando gran revuelo por su contenido sexual.
Posteriormente, se convirtió en profesor en la Escuela de Artes Audiovisuales de la Universidad de Guadalajara y colaboró con sus alumnos en varios filmes. Su obra e influencia han marcado la pauta para varias generaciones de cineastas que exploran sin restricciones temas hasta entonces mal vistos por la sociedad mexicana.
Compartió sus conocimientos y experiencias con alumnos del CUEC y el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). También dio cátedra en el Centro de Enseñanza Cinematográfica del Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara.
Además, el trabajo de Jaime Humberto Hermosillo fue objeto de varias retrospectivas en todas partes del mundo, entre ellas destacan la del National Film Theatre, en Londres (1987); la del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1999); y la de del Festival de Cine de Amiens (2000). La Cineteca Nacional rindió homenaje al cineasta en dos oportunidades (2002 y 2011), y con motivo de la entrega de la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2012 celebró la trayectoria del realizador con una retrospectiva completa de su obra.