Literatura, un valioso abrevadero de historias para el cine
POR: MARÍA DEL CARMEN VARELA
01-08-2019 00:00:00

Homero, William Shakespeare, León Tolstoi, FedorDostoievski, Vladimir Navokov, Gunter Grass y George Orwell son escritores clásicos que tienen en común el éxito con el que sus obras han sido llevadas al Séptimo arte, consolidando un fructífero binomio entre cine y literatura que en este Día Mundial del Libro recordamos para ustedes:
De acuerdo con los historiadores esta asociación surge casi a la par del cine, a finales del siglo XIX, debido a una necesidad de posicionamiento de la naciente cinematografía, pues para evitar que su práctica se considerara un entretenimiento barato, destinado sólo a las clases populares, sus iniciadores buscaron con los clásicos dotarlo de un estatus más propicio para su desarrollo.
Fue así como Georges Meliés, filmaba en 1902 “Le Voyagedans la Lune”, una cinta de poco más de 14 minutos, basada en “De la tierra a la luna” y “Los primeros hombres en la Luna”, novelas de Julio Verne y H.G. Welles, en la que es considerada la primera película de ciencia ficción de la historia del cine, la cual colocó además a Georges y a su hermano Gastón, como los primeros en hacer adaptación cinematográfica.
Esta labor fue creciendo y aunque por años se intentó sin mucho éxito la adaptación de obras de teatro fue en el cine donde encontró una mejor correspondencia, como lo evidencia el Expresionismo alemán surgido en los años 20, que adapta textos como “El golem” (1915), del austriaco Gustav Meyrinck, y el “Drácula” (1897), del irlandés Bram Stoker.
La primera obra literaria, una mezcla de folclor medieval y cábala judía inscrita en la tradición de los cuentos fantásticos de E. T. A Hofmann, fue llevada al celuloide por el alemán Paul Wegeren, en 1920; mientras que la segunda dio vida a “Nosferatu”, el primer vampiro de la historia, en 1922. Esta cinta inspiraría después un sin número de adaptaciones.
Los clásicos griegos que pululaban en el teatro reclamaron su lugar y, como lo cita un artículo de Freddy Avilés Zambrano, encontraron su máxima expresión en las películas del italiano Pier Paolo Pasolini, director de Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y “Las mil y una noches” (1974) y las tragedias griegas como “Edipo” (1967) y “Medea” (1969).
De acuerdo con un ensayo de Enrique Martínez Salanova, William Shakespeare es el autor más filmado en la historia,la primera película rodada sobre un texto del dramaturgo británico de que se tenga noticia es King John, filmada por Sir Herbert Beerbohm Tree, en 1899.
Señala que “en la era del cine mudo se realizaron alrededor de 400 adaptaciones de obras de Shakespeare”, algunas de las cuales pasaron a la historia como valiosos documentos que dieron cuenta “de los estilos de interpretación, los escenarios, iluminación, gestos, vestuario y “atrezzo” que se utilizaba a finales del siglo XIX”.
Advierte, de hecho, que hoy por hoy es el autor más veces adaptado a la pantalla grande con 308 versiones más o menos fieles, 41 modernizadas e innumerables parodias. Sus obras más filmadas son Macbeth con 33, Hamlet con 7, Romeo y Julieta con cinco. Entre ellas se cuentan el “Othello”, de Orson Welles; el “Romero + Juliet”, de Baz Luhrmann, y el “Hamlet”, de Kenneth Branagh.
Y si Shakespeare es el autor más adaptado, la obra más popular en el cine es La Biblia, un texto del que han derivado innumerables cintas y remakes desde “La vida y la pasión de Jesús“ (1903), “Los 10 mandamientos” (1923) y Ben Hur” (1925) hasta “Noe”, “La resurrección” (2014) y “Exodo” (2016), pasando por “La biblia”, “Salomé”, “Sansón y Dalila”, “El manto sagrado” y la polémica “La última tentación de Cristo”, de Martín Scorsese.
Mientras que entre los best-seller que han reproducido su éxito literario en la pantalla grande existen títulos como “Lo que el viento se llevó” (1936), original de Margaret Mitchell; que fue adaptada tres años después por Víctor Fleming, llevando en los roles principales a Vivien Leigh y Clark Gable, o “El Padrino” (1969), de Mario Puzo, que inmortalizara a Don Corleone, el jefe de la mafia italiana en Nueva York.
Filmada en 1972, tuvo como guionista al propio Puzo y a Francis Ford Coppola, su director; llevando en su reparto a Marlon Brando, Al Pacino, Robert Duval, James Cann, y Diane Keaton; dos años después vino la secuela que concluyó en 1990 con una tercera parte donde Al Pacinocederá protagonismo ante Andy García.
En 1986, Jean-Jacques Annaud filma “El nombre de la Rosa”, basada en el libro homónimo del escritor y semiótico italiano Umberto Eco, un thriller que consiguió 16 premios, y “Brade Runner”, de Phillip K. Dick; siendo librosconsiderados clásicos en su género, y al mismo tiempo best-seller.
Otros grandes libros que han sido adaptados para el cine son: “Sensatez y sentimientos” y “Orgullo y prejuicio”, de Jane Austen; “La edad de la inocencia”, de Edith Warton; Cumbres Borrascosas, de Emily Bronte; “A sangre fría”, de Truman Capote”, “Las uvas de la ira”, de “John Steinbeck; Doctor Zhivago, de Boris Pastenek, “Oliver Twist” y “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens, “Mujercitas”, de Louisa May Alcott, y “La historia interminable”, de Michael Ende.
También figuran en la lista “Moby Dick”, de Herman Melville; “Ana Karenina”, de León Tolstoi; “El imperio del sol”, de J. G. Ballard; “Memorias de África”, de Isak Dinesen; “Ben Hur”, Louis Wallace; “2001: Una odisea en el espacio”, Arthur C. Clark; “Asesinato en el expreso de Oriente”, de Agatha Christie; “La caída de la casa de Usher”, Edgar Allan Poe; “El coronel no tiene quien le escriba”, Gabriel García Márquez; “La Tía Tula”, de Miguel de Unamuno, entre muchas otras.
En el afán hollywoodense de garantizar el éxito en taquilla se han filmado también diversas versi ones del “Frankestein”, de Mary Shelly, y del “Drácula”, de Bram Stoker; la saga “El señor de los anillos”, de J. R Talkien; la de “Harry Potter”, de J. K. Rowling; “Las crónicas de Narnia”, de C. S. Lewis; e innumerables películas basadas en la literatura de los maestros del horror y del suspenso Stephen King y Agatha Christie.
El binomio promete seguir siendo fructífero para los cineastas que han sabido hacer de su herramienta, la imagen, el mejor vehículo para transportar al espectador a la palabra consagrada en cientos de textos que concentran, en mayor o menor medida, la sabiduría de la humanidad; sus sueños y temores.
Homero, William Shakespeare, León Tolstoi, FedorDostoievski, Vladimir Navokov, Gunter Grass y George Orwell son escritores clásicos que tienen en común el éxito con el que sus obras han sido llevadas al Séptimo arte, consolidando un fructífero binomio entre cine y literatura que en este Día Mundial del Libro recordamos para ustedes:
De acuerdo con los historiadores esta asociación surge casi a la par del cine, a finales del siglo XIX, debido a una necesidad de posicionamiento de la naciente cinematografía, pues para evitar que su práctica se considerara un entretenimiento barato, destinado sólo a las clases populares, sus iniciadores buscaron con los clásicos dotarlo de un estatus más propicio para su desarrollo.
Fue así como Georges Meliés, filmaba en 1902 “Le Voyagedans la Lune”, una cinta de poco más de 14 minutos, basada en “De la tierra a la luna” y “Los primeros hombres en la Luna”, novelas de Julio Verne y H.G. Welles, en la que es considerada la primera película de ciencia ficción de la historia del cine, la cual colocó además a Georges y a su hermano Gastón, como los primeros en hacer adaptación cinematográfica.
Esta labor fue creciendo y aunque por años se intentó sin mucho éxito la adaptación de obras de teatro fue en el cine donde encontró una mejor correspondencia, como lo evidencia el Expresionismo alemán surgido en los años 20, que adapta textos como “El golem” (1915), del austriaco Gustav Meyrinck, y el “Drácula” (1897), del irlandés Bram Stoker.
La primera obra literaria, una mezcla de folclor medieval y cábala judía inscrita en la tradición de los cuentos fantásticos de E. T. A Hofmann, fue llevada al celuloide por el alemán Paul Wegeren, en 1920; mientras que la segunda dio vida a “Nosferatu”, el primer vampiro de la historia, en 1922. Esta cinta inspiraría después un sin número de adaptaciones.
Los clásicos griegos que pululaban en el teatro reclamaron su lugar y, como lo cita un artículo de Freddy Avilés Zambrano, encontraron su máxima expresión en las películas del italiano Pier Paolo Pasolini, director de Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y “Las mil y una noches” (1974) y las tragedias griegas como “Edipo” (1967) y “Medea” (1969).
De acuerdo con un ensayo de Enrique Martínez Salanova, William Shakespeare es el autor más filmado en la historia,la primera película rodada sobre un texto del dramaturgo británico de que se tenga noticia es King John, filmada por Sir Herbert Beerbohm Tree, en 1899.
Señala que “en la era del cine mudo se realizaron alrededor de 400 adaptaciones de obras de Shakespeare”, algunas de las cuales pasaron a la historia como valiosos documentos que dieron cuenta “de los estilos de interpretación, los escenarios, iluminación, gestos, vestuario y “atrezzo” que se utilizaba a finales del siglo XIX”.
Advierte, de hecho, que hoy por hoy es el autor más veces adaptado a la pantalla grande con 308 versiones más o menos fieles, 41 modernizadas e innumerables parodias. Sus obras más filmadas son Macbeth con 33, Hamlet con 7, Romeo y Julieta con cinco. Entre ellas se cuentan el “Othello”, de Orson Welles; el “Romero + Juliet”, de Baz Luhrmann, y el “Hamlet”, de Kenneth Branagh.
Y si Shakespeare es el autor más adaptado, la obra más popular en el cine es La Biblia, un texto del que han derivado innumerables cintas y remakes desde “La vida y la pasión de Jesús“ (1903), “Los 10 mandamientos” (1923) y Ben Hur” (1925) hasta “Noe”, “La resurrección” (2014) y “Exodo” (2016), pasando por “La biblia”, “Salomé”, “Sansón y Dalila”, “El manto sagrado” y la polémica “La última tentación de Cristo”, de Martín Scorsese.
Mientras que entre los best-seller que han reproducido su éxito literario en la pantalla grande existen títulos como “Lo que el viento se llevó” (1936), original de Margaret Mitchell; que fue adaptada tres años después por Víctor Fleming, llevando en los roles principales a Vivien Leigh y Clark Gable, o “El Padrino” (1969), de Mario Puzo, que inmortalizara a Don Corleone, el jefe de la mafia italiana en Nueva York.
Filmada en 1972, tuvo como guionista al propio Puzo y a Francis Ford Coppola, su director; llevando en su reparto a Marlon Brando, Al Pacino, Robert Duval, James Cann, y Diane Keaton; dos años después vino la secuela que concluyó en 1990 con una tercera parte donde Al Pacinocederá protagonismo ante Andy García.
En 1986, Jean-Jacques Annaud filma “El nombre de la Rosa”, basada en el libro homónimo del escritor y semiótico italiano Umberto Eco, un thriller que consiguió 16 premios, y “Brade Runner”, de Phillip K. Dick; siendo librosconsiderados clásicos en su género, y al mismo tiempo best-seller.
Otros grandes libros que han sido adaptados para el cine son: “Sensatez y sentimientos” y “Orgullo y prejuicio”, de Jane Austen; “La edad de la inocencia”, de Edith Warton; Cumbres Borrascosas, de Emily Bronte; “A sangre fría”, de Truman Capote”, “Las uvas de la ira”, de “John Steinbeck; Doctor Zhivago, de Boris Pastenek, “Oliver Twist” y “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens, “Mujercitas”, de Louisa May Alcott, y “La historia interminable”, de Michael Ende.
También figuran en la lista “Moby Dick”, de Herman Melville; “Ana Karenina”, de León Tolstoi; “El imperio del sol”, de J. G. Ballard; “Memorias de África”, de Isak Dinesen; “Ben Hur”, Louis Wallace; “2001: Una odisea en el espacio”, Arthur C. Clark; “Asesinato en el expreso de Oriente”, de Agatha Christie; “La caída de la casa de Usher”, Edgar Allan Poe; “El coronel no tiene quien le escriba”, Gabriel García Márquez; “La Tía Tula”, de Miguel de Unamuno, entre muchas otras.
En el afán hollywoodense de garantizar el éxito en taquilla se han filmado también diversas versi
El binomio promete seguir siendo fructífero para los cineastas que han sabido hacer de su herramienta, la imagen, el mejor vehículo para transportar al espectador a la palabra consagrada en cientos de textos que concentran, en mayor o menor medida, la sabiduría de la humanidad; sus sueños y temores.