Clímax: una fiesta para tus sentidos
POR: RAQUEL MENDOZA
05-02-2019 13:29:50
Gaspar Noé te da la bienvenida a una fiesta en descontrol total. Sudor, sexo, incesto y mucho baile, son los invitados principales de su más reciente película Clímax. La sangría es el alma de la fiesta que, acompañada de un sigiloso plano secuencia, te lleva de mano en mano para mostrarte el lado más oscuro de los personajes.
Con solo 15 días de rodaje, esta película dirigida por Gaspar Noé y con un elenco de 20 bailarines de los cuales, la única cara conocida es la de Sofia Boutella (Fahrenheit 451, Atómica) logra adentrarte a un mundo lleno de psicodelia y paranoia colectiva.
Clímax narra la historia de 20 jóvenes que dispuestos a todo entran a un programa de ensayos al creer que impulsará su camino a la fama. Al término del programa se realiza una fiesta para celebrar. Con mucho entusiasmo y euforia bailan, se conocen y beben. Todo marcha bien hasta que una extraña sustancia agregada a la bebida hace efecto en los asistentes. Intentan desesperadamente descubrir quién es el culpable. La atmósfera se rompe, dándole entrada a una noche de éxtasis, terror y sucesos inesperados.
Con música de Marc Cerrone de fondo se inicia un recorrido virtuoso que acompaña los movimientos de los bailarines. Un plano secuencia en cenital, principalmente, con movimientos fluidos, dinámicos y rítmicos hacen de la primera coreografía un deleite visual. Esta coreografía da inicio a la excéntrica celebración que llevará a todos al límite.
La estética de Clímax pone en evidencia el mando del director de Irreversible. La iluminación y la fotografía es magistral. Largos planos secuencia llevan de la mano al espectador para caminar por las habitaciones, los pasillos y los baños. La ligereza con la que se mueve la cámara en cenital permite una visión distinta, que transmite y te transporta junto a los personajes.
El director argentino juega, como siempre lo hace, con el lado más oscuro de los humanos.
Llega al fondo y perturba hasta las emociones más estables. Sin embargo, en Clímax deja a la imaginación muchas situaciones que pudieron volverse icónicas, como aquella escena de violación en Irreversible, dando prioridad a las sensaciones y a crear una atmósfera que te haga sentir en el mismo viaje de los protagonistas.
La luz y la ausencia de la misma en cada escena crean una rítmica que se refuerza con el diseño sonoro. Desde el inicio se pueden distinguir detalles auditivos como un ligero pero molesto zumbido originado por una vieja televisión, que te prepara para el mal viaje audiovisual que estás a punto de vivir.
Con una mezcla de ritmos ochenteros y noventeros, Cerrone, Dopplereffekt, Thomas Bangalter, NEON, Aphex Twin, Soft Cell, Daft Punk, Gary Numan y Giorgio Moroder son los encargados del soundtrack de esta película.
Si Clímax fuera la sangría, el sonido, la iluminación y la fotografía serían las gotas de LCD que le dan el toque alucinante a la bebida. Con la cámara inclinada y en constante movimiento, luces palpitantes, neón por todas partes y una rítmica que acelera el corazón de cualquiera, este film te atrapará en un viaje psicodélico. ¿Estás listo?
.
.
Ahora ya puedes disfrutar de Climax sin salir de Encuadres; date de alta en Eyelet y disfruta de este y otros títulos sin dejar la revista que pone todo el cine en tus manos.
Gaspar Noé te da la bienvenida a una fiesta en descontrol total. Sudor, sexo, incesto y mucho baile, son los invitados principales de su más reciente película Clímax. La sangría es el alma de la fiesta que, acompañada de un sigiloso plano secuencia, te lleva de mano en mano para mostrarte el lado más oscuro de los personajes.
Con solo 15 días de rodaje, esta película dirigida por Gaspar Noé y con un elenco de 20 bailarines de los cuales, la única cara conocida es la de Sofia Boutella (Fahrenheit 451, Atómica) logra adentrarte a un mundo lleno de psicodelia y paranoia colectiva.
Clímax narra la historia de 20 jóvenes que dispuestos a todo entran a un programa de ensayos al creer que impulsará su camino a la fama. Al término del programa se realiza una fiesta para celebrar. Con mucho entusiasmo y euforia bailan, se conocen y beben. Todo marcha bien hasta que una extraña sustancia agregada a la bebida hace efecto en los asistentes. Intentan desesperadamente descubrir quién es el culpable. La atmósfera se rompe, dándole entrada a una noche de éxtasis, terror y sucesos inesperados.
Con música de Marc Cerrone de fondo se inicia un recorrido virtuoso que acompaña los movimientos de los bailarines. Un plano secuencia en cenital, principalmente, con movimientos fluidos, dinámicos y rítmicos hacen de la primera coreografía un deleite visual. Esta coreografía da inicio a la excéntrica celebración que llevará a todos al límite.
La estética de Clímax pone en evidencia el mando del director de Irreversible. La iluminación y la fotografía es magistral. Largos planos secuencia llevan de la mano al espectador para caminar por las habitaciones, los pasillos y los baños. La ligereza con la que se mueve la cámara en cenital permite una visión distinta, que transmite y te transporta junto a los personajes.
El director argentino juega, como siempre lo hace, con el lado más oscuro de los humanos.
Llega al fondo y perturba hasta las emociones más estables. Sin embargo, en Clímax deja a la imaginación muchas situaciones que pudieron volverse icónicas, como aquella escena de violación en Irreversible, dando prioridad a las sensaciones y a crear una atmósfera que te haga sentir en el mismo viaje de los protagonistas.
La luz y la ausencia de la misma en cada escena crean una rítmica que se refuerza con el diseño sonoro. Desde el inicio se pueden distinguir detalles auditivos como un ligero pero molesto zumbido originado por una vieja televisión, que te prepara para el mal viaje audiovisual que estás a punto de vivir.
Con una mezcla de ritmos ochenteros y noventeros, Cerrone, Dopplereffekt, Thomas Bangalter, NEON, Aphex Twin, Soft Cell, Daft Punk, Gary Numan y Giorgio Moroder son los encargados del soundtrack de esta película.
Si Clímax fuera la sangría, el sonido, la iluminación y la fotografía serían las gotas de LCD que le dan el toque alucinante a la bebida. Con la cámara inclinada y en constante movimiento, luces palpitantes, neón por todas partes y una rítmica que acelera el corazón de cualquiera, este film te atrapará en un viaje psicodélico. ¿Estás listo?
.
.
Ahora ya puedes disfrutar de Climax sin salir de Encuadres; date de alta en Eyelet y disfruta de este y otros títulos sin dejar la revista que pone todo el cine en tus manos.