Estación Zombie, reviviendo el género
POR: ISRAEL YERENA CRUZ
09-12-2016 01:37:21
Estación Zombie (Train to Busan), de Yeon Sang-ho, es una de las cintas de terror que más ha llamado la atención este año desde su estreno el 13 de mayo en el Festival de Cannes. La película ha recibido críticas en su mayoría positivas tanto de medios especializados así como de fanáticos por la temática apocalíptica que trata respecto al tema zombie, así que esta película de Corea del Sur llega en buen momento para reivindicar el género.
El filme narra la historia de Seok-Woo (Gong Yoo) un hombre divorciado que intenta llevar a su hija con su madre para que pasen juntas el cumpleaños de la niña, para ello deben viajar en un tren KTX y transportarse de Seúl a Busan. En el camino, padre e hija conocerán a Soo-an (Jung Yu-mi) y Sang –hwa (Ma Dong-seok) un matrimonio que espera pronto el nacimiento de su hijo. Sin embargo, lo que debiera ser un simple y rutinario viaje en tren, se convertirá en un escenario de la más peligrosa supervivencia, pues varios pasajeros comenzarán a comportarse de manera extraña y por demás violenta agrediendo sin razón aparente a los demás viajeros que deben hacer todo lo posible para sobrevivir hasta llegar a una estación segura.
El argumento de la película es simple, un grupo de pasajeros debe sobrevivir a los ataques de personas “infectadas” hasta encontrarse en un lugar seguro, sin embargo, se mira más fácil de lo que en realidad es pues, aunque los “zombies” de esta cinta son por demás letales, el mayor peligro al que se enfrentan los pasajeros es a ellos mismos, pues la posición social y económica de varios de ellos, hará que bajo una situación de alto riesgo como la que vivirán a bordo del tren aflore su lado más inhumano. De esta forma, la cinta plantea –como casi todas las cintas de zombies- la premisa sobre quién es peor en un apocalípsis, si los humanos o los muertos vivientes.
No se trata de una trama que no haya sido visto ya en otras cintas del mismo género, lo ingenioso de la película es la manera de abordarlo, pues maneja un concepto de zombies un tanto diferente a lo acostumbrado. Entre zombies o infectados vemos una especie de no muertos más mortífera que los espectros lentos y ávidos de carne humana que estamos acostumbrado a ver, pues ahora son más ágiles y su transformación de vivos a muertos es más rápida, por lo tanto, más peligrosa; además, se mueven en hordas no más inteligentes pero sí más fuertes, imparables y destructivas.
Cada vez es más frecuente ver a este tipo de zombies, ejemplo de ello es la fallida Guerra Mundial Z, dirigida por Marc Forster y basada en la novela de Max Brooks. En la cinta de Forster podemos ver a un mundo destruido por zombies que aparentemente también son imparables pero, más peligrosos aún, estos personajes atacan no ya sólo una estación de tren o un país entero, sino todos y cada uno de los continentes, logrando un apocalípsis total. Sin embargo, el mayor error de la cinta fue querer abarcar demasiados elementos de la novela, lo que terminó por hacerla un producto que, aunque entretenido, no pasó a mayores.
En cambio, Estación Zombie logra todo lo que aquella otra no fue capaz de hacer, demostrando que con menos se puede hacer más, pues en la cinta de Yeon Sang-ho no es necesario que la infección zombie se esparza innecesariamente a todo el mundo para demostrar el peligro y lo catastrófico que se pueden tornar las relaciones humanas. Al director únicamente le bastó tomar las partes contrarias de las más comunes situaciones familiares y sociales, añadirle algunos zombies y juntar todos estos elementos en un solo tren para obtener una cinta que contiene desde melodrama, romanticismo, acción y ciertas dosis de comedia pero, sobre todo, terror y una alta crítica social.
Por un lado se presenta a un matrimonio disfuncional y a otro totalmente unido por el próximo nacimiento de su hijo, quienes serán la parte protagonista de la cinta; está también la relación entre dos hermanas ancianas y dos jóvenes amigos que demuestran las diversas formas de cariño y protección que se puede dar entre dos personas. Asimismo, y siendo éste uno de los elementos más llamativos, se encuentra un empresario y un vagabundo; el primero logra encarnar satisfactoriamente un papel déspota y egoísta que demuestra aquella parte de la sociedad desesperada por sobrevivir ante una situación así y a quien no le importa nada más que su propia seguridad; el segundo da noción de aquel otro sector social que preferiría hacer equipo y mantenerse al lado de los demás con tal de sobrevivir, poniendo la seguridad de los otros antes que la suya.
La trama no sólo es envolvente, también hay empatía con todos los personajes sin excepción, desde la ternura de la hija de Seok-Woo hasta el odio del empresario. En este sentido, destacan las actuaciones de Gong Yoo y Ma Dong-seok, pues ambos son magníficos en su papel de padres, logrando conmover y demostrando hasta dónde pueden llegar con tal de proteger a sus hijos.
Aunque la cinta termina por ser un poco larga para la trama que presenta, tiene el total acierto de dar una breve e implícita explicación de porqué está ocurriendo todo el desastre por el que pasan los protagonistas pero, además, su mayor ventaja es entrar a la acción antes de los primeros quince minutos.
Así, Estación Zombie es de esas películas que están destinadas a convertirse en clásicos del género en cuanto aparecen los créditos finales, pues, a fin de cuentas, es una como una Guerra Mundial Z, pero bien hecha.
Estación Zombie (Train to Busan), de Yeon Sang-ho, es una de las cintas de terror que más ha llamado la atención este año desde su estreno el 13 de mayo en el Festival de Cannes. La película ha recibido críticas en su mayoría positivas tanto de medios especializados así como de fanáticos por la temática apocalíptica que trata respecto al tema zombie, así que esta película de Corea del Sur llega en buen momento para reivindicar el género.
El filme narra la historia de Seok-Woo (Gong Yoo) un hombre divorciado que intenta llevar a su hija con su madre para que pasen juntas el cumpleaños de la niña, para ello deben viajar en un tren KTX y transportarse de Seúl a Busan. En el camino, padre e hija conocerán a Soo-an (Jung Yu-mi) y Sang –hwa (Ma Dong-seok) un matrimonio que espera pronto el nacimiento de su hijo. Sin embargo, lo que debiera ser un simple y rutinario viaje en tren, se convertirá en un escenario de la más peligrosa supervivencia, pues varios pasajeros comenzarán a comportarse de manera extraña y por demás violenta agrediendo sin razón aparente a los demás viajeros que deben hacer todo lo posible para sobrevivir hasta llegar a una estación segura.
El argumento de la película es simple, un grupo de pasajeros debe sobrevivir a los ataques de personas “infectadas” hasta encontrarse en un lugar seguro, sin embargo, se mira más fácil de lo que en realidad es pues, aunque los “zombies” de esta cinta son por demás letales, el mayor peligro al que se enfrentan los pasajeros es a ellos mismos, pues la posición social y económica de varios de ellos, hará que bajo una situación de alto riesgo como la que vivirán a bordo del tren aflore su lado más inhumano. De esta forma, la cinta plantea –como casi todas las cintas de zombies- la premisa sobre quién es peor en un apocalípsis, si los humanos o los muertos vivientes.
No se trata de una trama que no haya sido visto ya en otras cintas del mismo género, lo ingenioso de la película es la manera de abordarlo, pues maneja un concepto de zombies un tanto diferente a lo acostumbrado. Entre zombies o infectados vemos una especie de no muertos más mortífera que los espectros lentos y ávidos de carne humana que estamos acostumbrado a ver, pues ahora son más ágiles y su transformación de vivos a muertos es más rápida, por lo tanto, más peligrosa; además, se mueven en hordas no más inteligentes pero sí más fuertes, imparables y destructivas.
Cada vez es más frecuente ver a este tipo de zombies, ejemplo de ello es la fallida Guerra Mundial Z, dirigida por Marc Forster y basada en la novela de Max Brooks. En la cinta de Forster podemos ver a un mundo destruido por zombies que aparentemente también son imparables pero, más peligrosos aún, estos personajes atacan no ya sólo una estación de tren o un país entero, sino todos y cada uno de los continentes, logrando un apocalípsis total. Sin embargo, el mayor error de la cinta fue querer abarcar demasiados elementos de la novela, lo que terminó por hacerla un producto que, aunque entretenido, no pasó a mayores.
En cambio, Estación Zombie logra todo lo que aquella otra no fue capaz de hacer, demostrando que con menos se puede hacer más, pues en la cinta de Yeon Sang-ho no es necesario que la infección zombie se esparza innecesariamente a todo el mundo para demostrar el peligro y lo catastrófico que se pueden tornar las relaciones humanas. Al director únicamente le bastó tomar las partes contrarias de las más comunes situaciones familiares y sociales, añadirle algunos zombies y juntar todos estos elementos en un solo tren para obtener una cinta que contiene desde melodrama, romanticismo, acción y ciertas dosis de comedia pero, sobre todo, terror y una alta crítica social.
Por un lado se presenta a un matrimonio disfuncional y a otro totalmente unido por el próximo nacimiento de su hijo, quienes serán la parte protagonista de la cinta; está también la relación entre dos hermanas ancianas y dos jóvenes amigos que demuestran las diversas formas de cariño y protección que se puede dar entre dos personas. Asimismo, y siendo éste uno de los elementos más llamativos, se encuentra un empresario y un vagabundo; el primero logra encarnar satisfactoriamente un papel déspota y egoísta que demuestra aquella parte de la sociedad desesperada por sobrevivir ante una situación así y a quien no le importa nada más que su propia seguridad; el segundo da noción de aquel otro sector social que preferiría hacer equipo y mantenerse al lado de los demás con tal de sobrevivir, poniendo la seguridad de los otros antes que la suya.
La trama no sólo es envolvente, también hay empatía con todos los personajes sin excepción, desde la ternura de la hija de Seok-Woo hasta el odio del empresario. En este sentido, destacan las actuaciones de Gong Yoo y Ma Dong-seok, pues ambos son magníficos en su papel de padres, logrando conmover y demostrando hasta dónde pueden llegar con tal de proteger a sus hijos.
Aunque la cinta termina por ser un poco larga para la trama que presenta, tiene el total acierto de dar una breve e implícita explicación de porqué está ocurriendo todo el desastre por el que pasan los protagonistas pero, además, su mayor ventaja es entrar a la acción antes de los primeros quince minutos.
Así, Estación Zombie es de esas películas que están destinadas a convertirse en clásicos del género en cuanto aparecen los créditos finales, pues, a fin de cuentas, es una como una Guerra Mundial Z, pero bien hecha.