En el 2014, el cineasta mexicano Alfonso Cuarón se convirtió en el primer mexicano en ganar el Premio Oscar a Mejor Director por su trabajo en Gravity, en los años siguientes otras figuras mexicanas como Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki siguieron cosechando estatuillas en la meca de la industria de cine que es Hollywood, sin embargo para Cuarón estos logros no tienen mayor relevancia que los que han obtenido los mexicanos en otros festivales de cine importantes como Cannes.

“Es algo positivo y muy bonito, pero creo que hay demasiada atención mediática a eso (el Oscar). Es históricamente relevante que dos mexicanos hayan ganado el Premio a la Mejor Dirección en Hollywood en tres años. Pero ¿por qué ese ruido no se hizo hace dos años, cuando dos cineastas mexicanos ganaron al mejor Director en Cannes?”, comentó Alfonso Cuarón en su visita al Festival Internacional de Cine en Guadalajara, en referencia a los reconocimientos de Carlos Reygadas y Amat Escalante.

“Ganar en Cannes es de una relevancia, quizás mayor, pero no le estamos dando mucho interés porque no resulta mediáticamente necesario (…) Creo que hablar de calidad cuando a alguien le dan el Óscar es un poco injusto con los demás cineastas”, añadió el cineasta en su paso por la alfombra roja previa a la proyección en el Teatro Diana de la cinta Canoa, de Felipe Cazals, que cumplió 40 años desde su estreno.

Para el realizador de filmes como Hijos de los hombres (2006) e Y tu mamá también (2001), Canoa es un filme que lo marcó una influencia importante en su carrera, “mi generación es producto de experiencias fílmicas y humanas heredadas por Felipe (...) hablar de historias que podrían tener un impacto tremendamente emocional y nunca dejar que lo lleve el sentimentalismo, siempre haciéndose un paso atrás para tener una observación reflexiva de los hechos, es algo muy importante que ha influenciado al cine mexicano de una manera impresionante desde entonces”, expresó en compañía de Cazals.

“La primera vez que intenté ver la película (Canoa) fue en la Muestra Internacional de Cine en la sala Galaxia (Ciudad de México), cuando tenía 14 o 15 años. Lo curioso es que no me dejaron entrar, y luego me enteré que esa noche tuvo un gran éxito. El filme fue un parte aguas en mi formación, e incluso tomé muchos elementos para mis futuros proyectos”, recordó el cineasta.

Cuarón se molestó cuando le preguntaron su opinión sobre las declaraciones del precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y se negó a hablar de ello considerando que “era un tema fácil… por qué no preguntas cosas inteligentes”, dijo algo enojado, “no insulten el momento, no insulten los 40 años de Canoa”, sentenció.

En otro momento, expresó su preocupación por las nuevas generaciones, de las que espera también retomen la influencia de la obra de Cazals: “A mí me interesan las nuevas generaciones, lo demás es irrelevante y me interesa cómo las generaciones somos productos de experiencias fílmicas y humanas. Estas nuevas generaciones, el cine mexicano, y mi generación tienen una deuda muy grande con Felipe Cazals... en lo particular  por Canoa”, concluyó.

Alfonso Cuarón partió este jueves a Londres para seguir con sus planes como la serie de televisión Believe.

Canoa

La cinta está basada en una tragedia ocurrida el 14 de septiembre de 1968, en el poblado de San Miguel Canoa, Puebla.

Cinco jóvenes, empleados de la Universidad Autónoma de Puebla, intentan escalar el volcán La Malinche, pero debido al mal tiempo no tienen éxito y tienen que refugiarse en un pueblo cercano llamado San Miguel Canoa. La paranoia religiosa vivida en el pueblo en gran medida incitada por el párroco local, provoca que el pueblo los confunda con comunistas y deciden lincharlos. La historia es contada a través de diferentes saltos en el tiempo, en ocasiones pareciera un documental.