El terror religioso siempre será uno de los subgéneros favoritos de los fans, pues además de presentar imágenes y diálogos blasfemos, suelen poner en cuestionamiento la fe o el escepticismo de la mayoría, tal como lo hace Hereje, la más reciente producción de A24 a cargo de los directores Scott Beck, Bryan Woods y protagonizada por Hugh Grant.

Dos jóvenes misioneras mormonas (Sophie Thatcher y Chloe East) visitan a un anciano (Grant) con la intención de convertirlo a su fe. Lo que no esperan, es que el hombre es un ser trastornado y obsesionado con encontrar la única y verdadera religión, por lo que las someterá a diversas y malévolas pruebas para poner a prueba su creencia.

Hereje es una película de terror psicológico-religioso que encantará a los fans de la desesperación y la claustrofobia, así como a los más devotos del suspenso. Se posiciona como uno de los últimos y mejores productos del género de 2024, pero, por otro lado, tampoco deja de tener ciertas fallas.

Centrándonos primero en lo bueno… Hereje es una obra cuya primera mitad nos inunda en un grato y muy bien construido suspenso, haciéndonos sentir el miedo y desesperación que experimentan las protagonistas al ser sometidas a tan crueles pruebas por parte del villano. Dichas pruebas están totalmente alejadas del gore y el dolor físico, en cambio, se centran en la flaqueza de la mente y en el horror de cuestionarnos si la religión o ateísmo en el que nos hemos curtido han sido los caminos correctos o incorrectos.

En pocas palabras, Hereje nos hace temer eso que más miedo nos da al final de la vida: saber si nuestra religión o falta de la misma, así como nuestras buenas o malas acciones, tienen consecuencias o no al final de nuestra existencia.

Ahora, enfocándonos a los aspectos negativos, dichos cuestionamientos teológicos son interesantes, pero no más allá de lo que podemos encontrar en cualquier video de YouTube del tipo “10 cosas que no sabías de las religiones”. Es decir, son pensamientos interesantes los que se nos plantean, lo bastante profundos e interesantes para sostener la trama, pero no tanto como para que salgamos dejando de creer…o comenzado a creer en algo más grande que nosotros.

El punto más débil de la historia lo encontramos en su excesiva duración y en sus múltiples e inagotables giros de tuerca. Aunque el metraje se acerca a las dos horas, pudo resolverse bastante bien (y funcionaría mejor) con una hora y 30 minutos.

Al final, esa media hora sobrante está repleta de un plot twist tras otro y otro y otro que, desgraciadamente, terminan por hacer que el suspenso se rompa y su desenlace no sea tan impactante. Es un filme que funcionaría mejor manteniéndose en el terreno de lo sobrenatural o de lo natural, pero sin pasar de uno al otro cada cinco minutos.

En resumen, Hereje es una mezcla entre el suspenso que Carrie, Incident in a Ghostland y hasta Hereditary provocan, pero sin atreverse a contar un final tan crudo e impactante como éstas. 

A pesar de lo anterior, Hereje es una obra que disfrutarán si lo que quieren es pasar un buen rato de tensión.