Existen películas hechas para pensar, reflexionar, meditar y recapacitar; hay filmes críticos, profundos y emotivos, pero, también, tenemos cintas divertidas, exageradas, catárticas y muy pero muy sangrientas; así es, damas y caballeros, Terrifier 3: una brutal y sádica carnicería al más puro estilo exploitation, una obra que no quiere ni desea transmitir otra cosa más que asco y dolor. ¡Simplemente nos encanta!

Tras las matanzas ocurridas años atrás en Miles County por el despiadado Art (David Howard Thornton), Sienna y su hermano (Lauren LaVera y Elliot Fullam) buscan rehacer su vida a pesar de los traumas que deben curar. Cuando todo parece mejorar para ambos, el demoníaco payaso regresa una vez más para cometer la que, hasta ahora, será su más brutal y sádica venganza.

Damien Leone y Art el payaso lo tienen claro: ambos están dispuestos a llevar el gore, el sadismo, la brutalidad y lo incorrecto a los niveles a los que nos tuvo acostumbrados el cine slasher-splatter-exploitation antes de ser duramente castigado por la censura y lo políticamente correcto. Terrifier 3 es todo lo que cualquier amante de este cine busca: mera y sangrienta masacre; sólo eso y nada más.

En lo narrativo, esta tercera entrega continúa expandiendo el universo y la brutal mitología en torno a Art el payaso. Leone agrega nuevos elementos que aumentan la incertidumbre y el misterio sobre quién o qué es este psycho killer, así como sus motivos o no motivos para su violento y sanguinario actuar. Si bien se explica un poco el paso de la mortalidad-inmortalidad del mimo, se dejan las dudas suficientes como para seguir dejando mucho terreno por explorar y más sangre por derramar en el futuro.

Es importante recordar que, tras lo visto en la segunda película (e incluso en los primeros cortometrajes que presentaron a Art, por allá del 2008), el espectador debe estar preparado para aceptar los elementos demoníacos, cultistas y hasta fantasiosos que se han introducido en el universo de Terrifier y que se siguen (y seguirán) explorando aquí.

En la parte técnica, los efectos especiales 100% prácticos continúan siendo lo mejor de la cinta, con todo lo que ello conlleva. Los amantes de la serie B quedarán atónitos y maravillados con tal cantidad de sangre regada y maniquíes destrozados a diestra y siniestra. No pidan realismo ni lógica, pues los FX de la vieja escuela nunca necesitaron de ello con tal de no dejar nada a la imaginación y poder mostrar todo el sufrimiento lo más gráfica y exageradamente posible, por más falso que se mire.

En cuanto a lo que en verdad les interesa, no saldrán decepcionados de la sala. Esta tercera parte nos entrega, cual regalo de Navidad, la versión más divertida, sanguinaria, despiadada, sádica, perversa y hasta tierna de Art; pues lo veremos gozar (y actuar) como niño, pero también disfrutar y ejercer como un demonio. El payaso hace honor a su nombre y vuelve del dolor un arte como muy pocos íconos modernos del slasher han conseguido crear.

Terrifier 3 presenta las muertes y masacres más gráficas, incorrectas y explícitas hasta el momento. Mientras el cine de arte nos enseña que, a veces, menos es más, el gore nos deja en claro que más siempre es mejor. Incluso, esta secuela nos enseña que la saga no tiene temor ni respeto por nadie, rompiendo toda regla escrita y no escrita en el cine de horror, pues, desde los más inocentes hasta los más libertinos, humanos y no humanos, caen ahora presa de la perversa y brutal imaginación de Art.