El trabajo de un maestro es desestimado muchas veces por la gente, personas que creen que cuya única labor es la de comunicar una materia de conocimiento general a un estudiante y después hacer un examen para medir la capacidad de retención del mismo, sin embargo, llega al cine una muestra del verdadero desafío de la docencia en Un trabajo en serio (Un métier sérieux).

La película retrata la realidad de quienes se dedican a la educación, nos muestra desde varios ángulos los retos y obstáculos que acompañan a esta ardua y honorable labor, todo a través de su personaje principal Benjamín, un profesor joven que ingresa a una escuela para desempeñarse como maestro de matemáticas, sin embargo, se enfrenta a dificultades para las que no está preparado, desde problemas para mantener la atención de un grupo de adolescentes hasta la misma desestimación de sus colegas profesores por su corta edad. 

Durante el trayecto conocemos más personajes que juegan el papel de educadores y que también encarnan problemas y conflictos que muchas veces las personas fuera de ese gremio no consideramos, tales como la frustración o la simple realización de que ellos fuera de su empleo igualmente tienen una vida y desempeñan otro tipo de roles como por ejemplo el ser papás, a veces pensar en un docente como padre puede llevar a conclusiones erróneas donde por conocer técnicas pedagógicas imaginamos que deben ser los tutores perfectos cuando en realidad no es así, la película explora esta idea en varios personajes que además de ser padres son maestros y varios escenarios reflejan lo que deja colateralmente su trabajo en su vida diaria, el cansancio y la falta de paciencia para con sus propios hijos después de haberla dejado toda en niños ajenos en un salón de clase, las correcciones que aplican con sus pupilos pero que son incapaces de ejercer en casa o la misma expectativa de perfección académica que se exige en la escuela pero que a veces no se alcanza en el hogar aun siendo ellos partícipes de la profesión que ejercen. 

Si bien el ritmo de la película puede parecer lento para algunos, en realidad es un gran ejercicio de elipsis fílmica, ya que vemos eventos de la vida cotidiana que a veces pueden parecer aburridos, cotidianos o irrelevantes pero que si se les suma dan como resultado una narración bien contextualizada y que asemeja la temporalidad real fuera de una pantalla conjuntando eventos ordinarios con otros que dan algo diferente a la rutina, e igualmente esta propuesta de montaje construye a favor de la intención de sentirnos como los protagonistas cuyas vidas se ven delimitadas por un horario escolar, siendo ellos habitantes perpetuos de una etapa que ya han cursado anteriormente. 

La película tiene actuaciones bien logradas y momentos tensos que demuestran el gran trabajo de dirección y una pulcritud de guion que mantiene al espectador interesado, que genera una empatía muy necesaria para estos profesionales y visibiliza pero sobre todo dignifica su trabajo y labor en la sociedad. 

Una película importante y además bonita.