Mis películas favoritas del 2023: José Luis Salazar
POR: JOSÉ LUIS SALAZAR
30-12-2023 15:36:22
El prestigio de las listas con lo mejor de fin de año que realiza cada medio alrededor del mundo desde National Board of Review, Indiewire hasta Cahiers Du Cinema recae casi exclusivamente en la presencia mediática de estas publicaciones, sin embargo, en el caso de Encuadres desde el primer momento en que me uní siempre mi voz y la de todos los que escribimos reseñas, listas o reportajes se han mantenido como eje de sus publicaciones.
Es a lo largo de cada texto de Encuadres que veo los frutos de un año repleto de festivales de cine y de grandes experiencias disfrutando de la pantalla grande. Sea aquí en Guadalajara, en Morelia, en Ciudad México o en cualquier otro lado, Encuadres me ha acompañado y ha formado parte central de mi experiencia viendo cine a lo largo del año. Por eso no me queda más que agradecer por este gran año y a través de este texto no solo dejo mi gratitud sino también la evidencia de todo lo que vi y viví gracias a Encuadres, así como, igual que el resto de colaboradores, a través de una selección de todo lo que nos hizo redescubrir porque amamos el cine.
10. La memoria infinita (Maite Alberdi)
El documental chileno de Maite Alberdi exhibido en una decena de festivales de cine documental y ahora disponible en Netflix, no es solo la película más tierna que alguna vez he visto, también es un documental muy necesario. En Tiempo Suspendido de Natalia Bruchstein, la argentina apenas se asomaba al horror y el miedo de perder la memoria a través de una de las madres de la Plaza de Mayo, Alberdi, aunque elude la política con su conmovedor relato de una pareja que se cuida ante el inminente olvido termina sembrando pautas para exigir en Chile (y en Latinoamérica) procedimientos para la detección temprana del alzhéimer y tratamientos asequibles. Entre lágrimas, el documental aboga por la dignidad de las personas de la tercera edad y hacia ellos una mayor visibilidad.
9. Cerrar los ojos (Victor Erice)
Siguiendo la misma tónica descrita con La memoria infinita, Víctor Erice regresa después de más de treinta años de ausencia del panorama cinematográfico con una obra monumental sobre la memoria. Erice a sus 83 años es consciente que no le queda mucho tiempo y le nace una nueva preocupación, dicha explícitamente en la cinta: el cine necesita recuperar la capacidad de despertar el alma. Un afamado actor que se creía desaparecido es encontrado por un amigo suyo en un asilo de ancianos después de años y va descubriendo en el proceso que ha perdido la memoria y no sabe quién es. El cine aquí es un mecanismo de recuerdo, al cual aferrarse para poder vivir. Erice parece prepararse para que cuando parta pueda ser recordado a través de su cine, ahora nos dejó una obra maestra más que busca que no lo olvidemos. Que aún en el silencio del retiro, él sigue hablando a través de sus imágenes.
8. Fallen Leaves (Aki Kaurismäki)
Aki Kaurismäki construye una tierna comedia proletaria que rehúye de los miserables relatos de pobreza y que en menos de media hora su modesto trabajo sobre dos trabajadores explotados, cansados y apenas con el dinero suficiente para pagarse un café o una cena, la transforma en una linda historia de amor. Puede que la hallamos visto un centenar de veces bajo otro título y a sus personajes los tengamos muy presentes, pero da gusto ver una vez más a gente que luce como nosotros. Personas con sudor en la frente, de manos cansadas, con horarios laborales de 8 horas o más y un departamento en el que apenas se camina, porque nosotros como ellos merecemos ser felices.
7. Anatomy of a Fall (Justine Triet)
La ganadora de la Palma de Oro es, para quien aún lo dude o lo omita, una mujer de nombre Justine Triet que en un año en que incontables veces los estadounidenses han querido hacer de sus dramas judiciales o thrillers criminales el molde para los hechos en el resto del mundo, Triet rompe las reglas y les da en aquello que más les duele. El esfuerzo mental de los subtítulos.
En toda su duración su elenco conformado por la extraordinaria actriz alemana Sandra Hüller y un sequito de intérpretes, se intercalan entre el dialogo en inglés, francés y en alemán, no solo contraponiéndose a una audiencia cada vez más floja para voltear a la parte baja de la pantalla a leer sino también construyendo un relato que hasta en la forma nos habla de la importancia de las distintas versiones de conforman un panorama general y del entendimiento tan distinto que da una lengua. La crítica a la misoginia y a la xenofobia ahí queda.
6. La Chimera (Alice Rohrwacher)
Indiana Jones volvió a las salas de cine este año con más pantalla verde y efectos por computadora que metraje del actor Harrison Ford, es ahí donde cabe preguntar de qué sirven los paisajes, persecuciones y la ilusión de una bella fotografía fabricada en una computadora. La actriz italiana Alice Rohrwacher con su aventurero antropólogo y vidente de nombre Arthur, nos lleva a recorrer los paisajes rurales de la Italia de la posguerra a la vez que, de forma más consciente que Indy, analiza la ética de apoderarse de antiguas reliquias y vestigios. El viaje de Indy es por la gloria y la salvación del mundo, el de Arthur es para ver por última vez a la persona que ama. Solo Rohrwacher escribió en su aventura a un ser humano.
5. Valentina o la serenidad (Ángeles Cruz)
Una pequeña niña de nombre Valentina atraviesa el duelo por la pérdida de su padre que va desde la negación hasta el entendimiento y la aceptación mientras que su diminuto pueblo y su familia sufren las ausencias y las drásticas que toma la pequeña niña con tal de comunicarse con su padre una última vez. Una preciosa película sobre la inocencia y la importancia del amor en la comunidad y en familia al crecer.
4. Past Lives (Celine Song)
In-yun es la creencia de que las interacciones entre dos personas en esta vida se deben a interacciones (o cuasi interacciones) en sus vidas pasadas. El concepto sugiere que algunos encuentros no son, como podríamos suponer en un principio, accidentales, sino más bien eventos predestinados. A partir de esta creencia Celine Song construye una hermosa ópera prima sobre las posibilidades de la vida y nos hace confrontarnos con las decisiones buenas y aquellas amargas que hemos tomado. Nora, una niña de 10 años emigra con su familia desde Corea a Estados Unidos dejando detrás su novio de la infancia Hae Sung. Tras reencontrarse virtualmente años después retoman su relación, sin embargo, la distancia y el tiempo los separan. 12 años después una Nora ya casada recibe la visita de Ha Sung solo para reflexionar a lo largo de un fin de semana lo que pudo haber sido.
3. Monster (Hirokazu Koreeda)
El director Hirokazu Koreeda, quien ha dedicado toda su filmografía a dramas familiares, decide tomar una peculiar ruta para su décimo sexto largometraje. A partir de la perspectiva de una madre, un profesor y dos estudiantes, se reconstruye un caso de violencia estudiantil ejercida a un estudiante que llevó a la expulsión de su profesor. Aquí las perspectivas de cada uno sirven para ejemplificar no solo la discriminación y presión que desde niños se sufre para adaptarse a los roles de género sino para que, la mirada partida, revele la distancia enorme que hay entre el universo infantil al que difícilmente si quiera logran acercarse los adultos.
2. Perfect Days (Wim Wenders)
Hirayama vive una rutinaria, cómoda y solitaria vida como personal del aseo de los baños públicos de Tokio, los cruces con su auxiliar de trabajo mucho más joven, el reencuentro con su sobrina y una serie de encuentros lo harán revivir su pasado y apreciar las simplezas de la vida que muchas veces ignoran. Un sabio largometraje que invita a detenernos y mirar los árboles, fotografiar el paisaje, apreciar lo que oímos y amar al que está a nuestro lado.
1. Tótem (Lila Aviles)
¿Qué se puede decir de Tótem que no se haya dicho? Lila Avilés ha hecho de esta fracturada familia el reflejo de la de miles de hogares en el país, y en mi caso, he visto el dolor y la impotencia de ver a un padre partir. Ha puesto en imágenes el sentimiento de luto permanente que se vive al cuidar de un familiar con cáncer. Tótem es mi película favorita del año porque sabe voltear a ver la desgracia, la enfermedad y el luto desde la ternura y el optimismo, algo que me hubiera gustado ver y escuchar cuando atravesé mi duelo.
Menciones especiales
- Godland (Hlynur Pálmason)
- In Our Day (Hong Sang-soo)
- Afire (Christian Petzold)
- Los delincuentes (Rodrigo Moreno)
- Poor Things (Yorgos Lanthimos)
- El eco (Tatiana Huezo)
- 20,000 especies de abejas (Estibaliz Urresola)
- Inside The Yellow Cocoon Shell (Pham Thien An)
- Four Daughters (Kaouther Ben Hania)
- About Dry Grasses (Nuri Bilge Ceylan)
- Smoke Sauna Sisterhood (Anna Hints)
- Music (Angela Schanelec)
- Will-o-the Wisp (Joao Pedro Rodrigues)
- One Fine Morning (Mia Hansen Love)
- All of Us Strangers (Andrew Haigh)
El prestigio de las listas con lo mejor de fin de año que realiza cada medio alrededor del mundo desde National Board of Review, Indiewire hasta Cahiers Du Cinema recae casi exclusivamente en la presencia mediática de estas publicaciones, sin embargo, en el caso de Encuadres desde el primer momento en que me uní siempre mi voz y la de todos los que escribimos reseñas, listas o reportajes se han mantenido como eje de sus publicaciones.
Es a lo largo de cada texto de Encuadres que veo los frutos de un año repleto de festivales de cine y de grandes experiencias disfrutando de la pantalla grande. Sea aquí en Guadalajara, en Morelia, en Ciudad México o en cualquier otro lado, Encuadres me ha acompañado y ha formado parte central de mi experiencia viendo cine a lo largo del año. Por eso no me queda más que agradecer por este gran año y a través de este texto no solo dejo mi gratitud sino también la evidencia de todo lo que vi y viví gracias a Encuadres, así como, igual que el resto de colaboradores, a través de una selección de todo lo que nos hizo redescubrir porque amamos el cine.
10. La memoria infinita (Maite Alberdi)
El documental chileno de Maite Alberdi exhibido en una decena de festivales de cine documental y ahora disponible en Netflix, no es solo la película más tierna que alguna vez he visto, también es un documental muy necesario. En Tiempo Suspendido de Natalia Bruchstein, la argentina apenas se asomaba al horror y el miedo de perder la memoria a través de una de las madres de la Plaza de Mayo, Alberdi, aunque elude la política con su conmovedor relato de una pareja que se cuida ante el inminente olvido termina sembrando pautas para exigir en Chile (y en Latinoamérica) procedimientos para la detección temprana del alzhéimer y tratamientos asequibles. Entre lágrimas, el documental aboga por la dignidad de las personas de la tercera edad y hacia ellos una mayor visibilidad.
9. Cerrar los ojos (Victor Erice)
Siguiendo la misma tónica descrita con La memoria infinita, Víctor Erice regresa después de más de treinta años de ausencia del panorama cinematográfico con una obra monumental sobre la memoria. Erice a sus 83 años es consciente que no le queda mucho tiempo y le nace una nueva preocupación, dicha explícitamente en la cinta: el cine necesita recuperar la capacidad de despertar el alma. Un afamado actor que se creía desaparecido es encontrado por un amigo suyo en un asilo de ancianos después de años y va descubriendo en el proceso que ha perdido la memoria y no sabe quién es. El cine aquí es un mecanismo de recuerdo, al cual aferrarse para poder vivir. Erice parece prepararse para que cuando parta pueda ser recordado a través de su cine, ahora nos dejó una obra maestra más que busca que no lo olvidemos. Que aún en el silencio del retiro, él sigue hablando a través de sus imágenes.
8. Fallen Leaves (Aki Kaurismäki)
Aki Kaurismäki construye una tierna comedia proletaria que rehúye de los miserables relatos de pobreza y que en menos de media hora su modesto trabajo sobre dos trabajadores explotados, cansados y apenas con el dinero suficiente para pagarse un café o una cena, la transforma en una linda historia de amor. Puede que la hallamos visto un centenar de veces bajo otro título y a sus personajes los tengamos muy presentes, pero da gusto ver una vez más a gente que luce como nosotros. Personas con sudor en la frente, de manos cansadas, con horarios laborales de 8 horas o más y un departamento en el que apenas se camina, porque nosotros como ellos merecemos ser felices.
7. Anatomy of a Fall (Justine Triet)
La ganadora de la Palma de Oro es, para quien aún lo dude o lo omita, una mujer de nombre Justine Triet que en un año en que incontables veces los estadounidenses han querido hacer de sus dramas judiciales o thrillers criminales el molde para los hechos en el resto del mundo, Triet rompe las reglas y les da en aquello que más les duele. El esfuerzo mental de los subtítulos.
En toda su duración su elenco conformado por la extraordinaria actriz alemana Sandra Hüller y un sequito de intérpretes, se intercalan entre el dialogo en inglés, francés y en alemán, no solo contraponiéndose a una audiencia cada vez más floja para voltear a la parte baja de la pantalla a leer sino también construyendo un relato que hasta en la forma nos habla de la importancia de las distintas versiones de conforman un panorama general y del entendimiento tan distinto que da una lengua. La crítica a la misoginia y a la xenofobia ahí queda.
6. La Chimera (Alice Rohrwacher)
Indiana Jones volvió a las salas de cine este año con más pantalla verde y efectos por computadora que metraje del actor Harrison Ford, es ahí donde cabe preguntar de qué sirven los paisajes, persecuciones y la ilusión de una bella fotografía fabricada en una computadora. La actriz italiana Alice Rohrwacher con su aventurero antropólogo y vidente de nombre Arthur, nos lleva a recorrer los paisajes rurales de la Italia de la posguerra a la vez que, de forma más consciente que Indy, analiza la ética de apoderarse de antiguas reliquias y vestigios. El viaje de Indy es por la gloria y la salvación del mundo, el de Arthur es para ver por última vez a la persona que ama. Solo Rohrwacher escribió en su aventura a un ser humano.
5. Valentina o la serenidad (Ángeles Cruz)
Una pequeña niña de nombre Valentina atraviesa el duelo por la pérdida de su padre que va desde la negación hasta el entendimiento y la aceptación mientras que su diminuto pueblo y su familia sufren las ausencias y las drásticas que toma la pequeña niña con tal de comunicarse con su padre una última vez. Una preciosa película sobre la inocencia y la importancia del amor en la comunidad y en familia al crecer.
4. Past Lives (Celine Song)
In-yun es la creencia de que las interacciones entre dos personas en esta vida se deben a interacciones (o cuasi interacciones) en sus vidas pasadas. El concepto sugiere que algunos encuentros no son, como podríamos suponer en un principio, accidentales, sino más bien eventos predestinados. A partir de esta creencia Celine Song construye una hermosa ópera prima sobre las posibilidades de la vida y nos hace confrontarnos con las decisiones buenas y aquellas amargas que hemos tomado. Nora, una niña de 10 años emigra con su familia desde Corea a Estados Unidos dejando detrás su novio de la infancia Hae Sung. Tras reencontrarse virtualmente años después retoman su relación, sin embargo, la distancia y el tiempo los separan. 12 años después una Nora ya casada recibe la visita de Ha Sung solo para reflexionar a lo largo de un fin de semana lo que pudo haber sido.
3. Monster (Hirokazu Koreeda)
El director Hirokazu Koreeda, quien ha dedicado toda su filmografía a dramas familiares, decide tomar una peculiar ruta para su décimo sexto largometraje. A partir de la perspectiva de una madre, un profesor y dos estudiantes, se reconstruye un caso de violencia estudiantil ejercida a un estudiante que llevó a la expulsión de su profesor. Aquí las perspectivas de cada uno sirven para ejemplificar no solo la discriminación y presión que desde niños se sufre para adaptarse a los roles de género sino para que, la mirada partida, revele la distancia enorme que hay entre el universo infantil al que difícilmente si quiera logran acercarse los adultos.
2. Perfect Days (Wim Wenders)
Hirayama vive una rutinaria, cómoda y solitaria vida como personal del aseo de los baños públicos de Tokio, los cruces con su auxiliar de trabajo mucho más joven, el reencuentro con su sobrina y una serie de encuentros lo harán revivir su pasado y apreciar las simplezas de la vida que muchas veces ignoran. Un sabio largometraje que invita a detenernos y mirar los árboles, fotografiar el paisaje, apreciar lo que oímos y amar al que está a nuestro lado.
1. Tótem (Lila Aviles)
¿Qué se puede decir de Tótem que no se haya dicho? Lila Avilés ha hecho de esta fracturada familia el reflejo de la de miles de hogares en el país, y en mi caso, he visto el dolor y la impotencia de ver a un padre partir. Ha puesto en imágenes el sentimiento de luto permanente que se vive al cuidar de un familiar con cáncer. Tótem es mi película favorita del año porque sabe voltear a ver la desgracia, la enfermedad y el luto desde la ternura y el optimismo, algo que me hubiera gustado ver y escuchar cuando atravesé mi duelo.
Menciones especiales
- Godland (Hlynur Pálmason)
- In Our Day (Hong Sang-soo)
- Afire (Christian Petzold)
- Los delincuentes (Rodrigo Moreno)
- Poor Things (Yorgos Lanthimos)
- El eco (Tatiana Huezo)
- 20,000 especies de abejas (Estibaliz Urresola)
- Inside The Yellow Cocoon Shell (Pham Thien An)
- Four Daughters (Kaouther Ben Hania)
- About Dry Grasses (Nuri Bilge Ceylan)
- Smoke Sauna Sisterhood (Anna Hints)
- Music (Angela Schanelec)
- Will-o-the Wisp (Joao Pedro Rodrigues)
- One Fine Morning (Mia Hansen Love)
- All of Us Strangers (Andrew Haigh)