Recursos Humanos o qué pasa cuando contratas a Rick Sánchez
POR: ALEX VANSS
17-11-2023 11:10:19
De una forma u otra sabes quién es Rick Sánchez, de Rick & Morty, ese genio incomprendido, científico loco, alcohólico, depresivo con tendencias suicidas, un hombre con un código de valores que espantaría a tu tía católica, ahora, imagina que Recursos Humanos contrata a ese hombre en la empresa donde laboras con un solo propósito: ascender en la escala social.
Bueno no es eso exactamente lo que sucede en Recursos Humanos pero es lo que yo me imaginé al ver a Gabriel, una mezcla entre Rick y Doctor House ¿se acuerdan House verdad? Gabriel es soberbio, ególatra, tiene un humor negro afilado, es vengativo y resentido, un genio que sabe callar pero la verdad, ocupa mucho de su tiempo libre para hacer sufrir a aquellos que lo han decepcionado.
Son todas esas cosas que parecerían defectos en la sociedad normal las que hacen que nos caiga bien Gabriel, igual que nos cae bien Rick, igual que nos caía muy bien Dr. House, hasta aquella fatídica huelga de escritores donde la serie se fue al carajo.
Sí, Gabriel es un antihéroe, es de esos personajes que hacen cosas que son moralmente reprobables pero así lo disfrutas porque como seres humanos somos seres reprobables, nos limita un poco nuestra cultura, nuestra instrucción social, los tabúes y autocensuras que nos colocamos, sí, los mexicanos somos muy cálidos, muy amables y le damos la bienvenida a los extranjeros pero entre nosotros la verdad es que nos encantaría destazarnos y si no me creen vayan a periférico en hora pico y vean cómo se pelea el microbusero con el señor del auto compacto de al lado, cuya vida no es nada agradable porque su esposa pues no lo trata como él quisiera, vamos, que está frustrado y altamente enojado.
Personajes como Gabriel son realmente necesarios en el cine, en el mundo del audiovisual, porque permite estas pulsiones agresivas que tenemos como personas y que no podemos sacar en la sociedad porque… pues nos volveríamos asesinos en potencia, diría Freud - parafraseando porque no les voy a dar la cita exacta, no me acusen de plagiario - que la religión, en este caso la católica, tiene algo de positivo pues funciona como un catalizador para evitar que salgan esos impulsos bestiales y pues… nos terminamos como sociedad.
Y para que estas características, antes enunciadas, sean visibles para el espectador, se requiere de un buen trabajo de interpretación, es justamente lo que hace Pedro de Tavira, el protagonista, él encarna a Gabriel y logra darle esas texturas, esos matices muy necesarios para que entendamos el perfil de este ser humano, sí, es verdad, ayuda mucho esa voz de narrador en la cual nos cuenta un poquito de sus orígenes y del por qué es tan rencoroso, por supuesto que también ayudan las acotaciones que hace Gabriel cuando rompe la cuarta pared y nos explica algunas cuestiones de la trama o refuerza lo que ya hemos visto.
Otra de las características que también ayuda mucho para el desarrollo de la trama es la estética de la película, el blanco y negro es importante porque nos permite alejarnos de la pantalla, ver a los personajes desde cierto punto, con cierta distancia pero también nos permite reconocer algunas decisiones espacio temporales, por ejemplo, nuestro personaje quiere ascender en la escala social de la empresa, es decir, quiere que lo promuevan y en la película podemos reconocer esos escalafones pues mientras estás en la parte más baja prácticamente todo está en penumbras pero cuándo el elevador asciende a los cielos y se abren sus puertas todo está tan iluminado que por supuesto la escena se quema, en ese punto sólo puedes pensar en esa hermosa frase de Betty La fea “ese es el mundo de los bellos y yo no puedo estar ahí”, pero Gabriel quería estar ahí.
Y si Pedro está en muy buen nivel, sus demás compañeros no desentonan, Daniel Tovar, Giuseppe Gamba, Juana Viale y Cecilia Ponce encarnan personajes que podemos reconocer en el godinato: lamebotas que se hacen de puestos gerenciales, mujeres buscando quien la mantenga gracias a su sex appeal, otras buscando libertad de matrimonios infelices y hombres de dudosa reputación cuya finalidad es la de convertirse en machos alfa lomo plateado pelo en pecho, misóginos y altamente inútiles.
Sí, RRHH es una buena película, es una de esas películas que disfrutas, de las que sales con una sonrisa en la cara, olvidas que es una coproducción con Argentina y te envuelves en la bandera del nacionalismo para decir ¡Viva México! Porque como esos godinez, cada quien lleva agua para su molino.
De una forma u otra sabes quién es Rick Sánchez, de Rick & Morty, ese genio incomprendido, científico loco, alcohólico, depresivo con tendencias suicidas, un hombre con un código de valores que espantaría a tu tía católica, ahora, imagina que Recursos Humanos contrata a ese hombre en la empresa donde laboras con un solo propósito: ascender en la escala social.
Bueno no es eso exactamente lo que sucede en Recursos Humanos pero es lo que yo me imaginé al ver a Gabriel, una mezcla entre Rick y Doctor House ¿se acuerdan House verdad? Gabriel es soberbio, ególatra, tiene un humor negro afilado, es vengativo y resentido, un genio que sabe callar pero la verdad, ocupa mucho de su tiempo libre para hacer sufrir a aquellos que lo han decepcionado.
Son todas esas cosas que parecerían defectos en la sociedad normal las que hacen que nos caiga bien Gabriel, igual que nos cae bien Rick, igual que nos caía muy bien Dr. House, hasta aquella fatídica huelga de escritores donde la serie se fue al carajo.
Sí, Gabriel es un antihéroe, es de esos personajes que hacen cosas que son moralmente reprobables pero así lo disfrutas porque como seres humanos somos seres reprobables, nos limita un poco nuestra cultura, nuestra instrucción social, los tabúes y autocensuras que nos colocamos, sí, los mexicanos somos muy cálidos, muy amables y le damos la bienvenida a los extranjeros pero entre nosotros la verdad es que nos encantaría destazarnos y si no me creen vayan a periférico en hora pico y vean cómo se pelea el microbusero con el señor del auto compacto de al lado, cuya vida no es nada agradable porque su esposa pues no lo trata como él quisiera, vamos, que está frustrado y altamente enojado.
Personajes como Gabriel son realmente necesarios en el cine, en el mundo del audiovisual, porque permite estas pulsiones agresivas que tenemos como personas y que no podemos sacar en la sociedad porque… pues nos volveríamos asesinos en potencia, diría Freud - parafraseando porque no les voy a dar la cita exacta, no me acusen de plagiario - que la religión, en este caso la católica, tiene algo de positivo pues funciona como un catalizador para evitar que salgan esos impulsos bestiales y pues… nos terminamos como sociedad.
Y para que estas características, antes enunciadas, sean visibles para el espectador, se requiere de un buen trabajo de interpretación, es justamente lo que hace Pedro de Tavira, el protagonista, él encarna a Gabriel y logra darle esas texturas, esos matices muy necesarios para que entendamos el perfil de este ser humano, sí, es verdad, ayuda mucho esa voz de narrador en la cual nos cuenta un poquito de sus orígenes y del por qué es tan rencoroso, por supuesto que también ayudan las acotaciones que hace Gabriel cuando rompe la cuarta pared y nos explica algunas cuestiones de la trama o refuerza lo que ya hemos visto.
Otra de las características que también ayuda mucho para el desarrollo de la trama es la estética de la película, el blanco y negro es importante porque nos permite alejarnos de la pantalla, ver a los personajes desde cierto punto, con cierta distancia pero también nos permite reconocer algunas decisiones espacio temporales, por ejemplo, nuestro personaje quiere ascender en la escala social de la empresa, es decir, quiere que lo promuevan y en la película podemos reconocer esos escalafones pues mientras estás en la parte más baja prácticamente todo está en penumbras pero cuándo el elevador asciende a los cielos y se abren sus puertas todo está tan iluminado que por supuesto la escena se quema, en ese punto sólo puedes pensar en esa hermosa frase de Betty La fea “ese es el mundo de los bellos y yo no puedo estar ahí”, pero Gabriel quería estar ahí.
Y si Pedro está en muy buen nivel, sus demás compañeros no desentonan, Daniel Tovar, Giuseppe Gamba, Juana Viale y Cecilia Ponce encarnan personajes que podemos reconocer en el godinato: lamebotas que se hacen de puestos gerenciales, mujeres buscando quien la mantenga gracias a su sex appeal, otras buscando libertad de matrimonios infelices y hombres de dudosa reputación cuya finalidad es la de convertirse en machos alfa lomo plateado pelo en pecho, misóginos y altamente inútiles.
Sí, RRHH es una buena película, es una de esas películas que disfrutas, de las que sales con una sonrisa en la cara, olvidas que es una coproducción con Argentina y te envuelves en la bandera del nacionalismo para decir ¡Viva México! Porque como esos godinez, cada quien lleva agua para su molino.