Saw X, las torturas vuelven a lo básico
POR: DE MONSTERMASH
07-10-2023 12:15:31
Cuando se explota una saga que inició como un producto de maravilloso suspenso pero que poco a poco perdió el rumbo hacia el mero gore como lo hizo Saw, es justo creer que una nueva secuela sería innecesaria y no aportaría nada nuevo. Por fortuna, aunque efectivamente Saw X no aporta nada nuevo, sí resulta ser totalmente necesaria para revivir esta saga, pues aplica un back to basics que nos regresa con éxito a las raíces de este juego del miedo.
Situada entre la primera y la segunda película, en esta ocasión la trama se transporta a México, donde John Kramer (Tobin Bell) busca tratar su enfermedad terminal sometiéndose a un procedimiento experimental con terribles resultados para él...y para quienes le fallaron. Ahora, junto con viejos aliados, un iniciado Jigsaw pondrá a prueba la supervivencia y el valor de un nuevo grupo de víctimas.
Ciertamente es muy poco lo que se puede decir de esta nueva “Saw”, pero esto no es necesariamente malo, sino todo contrario, pues al igual que la primera cinta (2004) ésta regresa a lo básico y prefiere centrar su historia en escenarios sencillos (prácticamente sólo uno) al igual que en una trama simple en vez de una con giros rebuscados de tuerca y, más importante aún, con trampas mortales que son tanto ingeniosas como sádicas.
En cuanto a la historia, tuvimos que esperar 9 películas para volver a notar la intriga por sobre el gore en la saga, algo que miles de fanáticos agradecemos. Aunque con una duración de casi dos horas, el filme logra mantener la atención (y la tensión) del espectador justo por el suspenso que maneja, pues mientras se nos tiene absortos con los brutales destinos de las víctimas, también quedamos perplejos ante los nuevos datos de la vida de John Kramer, quien más que un antagonista pasa a ser ahora un antihéroe muy bien construido.
Ni mencionar ya las actuaciones de Bell como Jigsaw, quien a pesar de sus edad (y su notable incongruencia física hablando cronológicamente) lo hace mejor que nunca; al igual que se nos presenta una etapa más inmadura de su aprendiz Amanda (Shawnee Smith) en su camino a ser la gran torturadora.
Por supuesto que las trampas, como en toda la saga, siguen siendo crueles, retorcidas y sangrientas, pero en esta ocasión se potencializan de dos maneras: son más sencillas, lo que permite poner más atención en el sufrimiento y desesperación; y al mismo tiempo muestran un gore bastante más sádico que la primera cinta pero no tan exagerado como el resto de los filmes, es decir, es un sadismo muy bien equilibrado.
¿Se atreverán a verla? La decisión es suya, que empiece el juego.
Cuando se explota una saga que inició como un producto de maravilloso suspenso pero que poco a poco perdió el rumbo hacia el mero gore como lo hizo Saw, es justo creer que una nueva secuela sería innecesaria y no aportaría nada nuevo. Por fortuna, aunque efectivamente Saw X no aporta nada nuevo, sí resulta ser totalmente necesaria para revivir esta saga, pues aplica un back to basics que nos regresa con éxito a las raíces de este juego del miedo.
Situada entre la primera y la segunda película, en esta ocasión la trama se transporta a México, donde John Kramer (Tobin Bell) busca tratar su enfermedad terminal sometiéndose a un procedimiento experimental con terribles resultados para él...y para quienes le fallaron. Ahora, junto con viejos aliados, un iniciado Jigsaw pondrá a prueba la supervivencia y el valor de un nuevo grupo de víctimas.
Ciertamente es muy poco lo que se puede decir de esta nueva “Saw”, pero esto no es necesariamente malo, sino todo contrario, pues al igual que la primera cinta (2004) ésta regresa a lo básico y prefiere centrar su historia en escenarios sencillos (prácticamente sólo uno) al igual que en una trama simple en vez de una con giros rebuscados de tuerca y, más importante aún, con trampas mortales que son tanto ingeniosas como sádicas.
En cuanto a la historia, tuvimos que esperar 9 películas para volver a notar la intriga por sobre el gore en la saga, algo que miles de fanáticos agradecemos. Aunque con una duración de casi dos horas, el filme logra mantener la atención (y la tensión) del espectador justo por el suspenso que maneja, pues mientras se nos tiene absortos con los brutales destinos de las víctimas, también quedamos perplejos ante los nuevos datos de la vida de John Kramer, quien más que un antagonista pasa a ser ahora un antihéroe muy bien construido.
Ni mencionar ya las actuaciones de Bell como Jigsaw, quien a pesar de sus edad (y su notable incongruencia física hablando cronológicamente) lo hace mejor que nunca; al igual que se nos presenta una etapa más inmadura de su aprendiz Amanda (Shawnee Smith) en su camino a ser la gran torturadora.
Por supuesto que las trampas, como en toda la saga, siguen siendo crueles, retorcidas y sangrientas, pero en esta ocasión se potencializan de dos maneras: son más sencillas, lo que permite poner más atención en el sufrimiento y desesperación; y al mismo tiempo muestran un gore bastante más sádico que la primera cinta pero no tan exagerado como el resto de los filmes, es decir, es un sadismo muy bien equilibrado.
¿Se atreverán a verla? La decisión es suya, que empiece el juego.